Cómo combatir los insectos en casa - Blog Nubett
Los insectos domésticos, como las polillas, chinches, hormigas, moscas, mosquitos y ácaros, no son enemigos personales del ser humano: sólo cumplen su ciclo de vida. Sin embargo, al menos dentro del hogar, pueden sobrepasar cierto número y convertirse en plagas incómodas que provocan problemas en nuestra higiene y nuestra economía, por no hablar de las picaduras y alergias. Por eso hoy vamos a darte algunos consejos para mantener el equilibrio con los insectos domésticos y evitar que se conviertan en plagas.
¿Qué tipos de insectos tenemos en casa?
Hay muchas especies de insectos conviviendo con los seres humanos, y a la mayoría ni siquiera los notamos. En este artículo nos centraremos en hablar de los insectos domésticos que se relacionan para mal con los equipos de dormir, accesorios de sueño y ropa de cama. Nos referimos a los ácaros, polillas y chinches, que parasitan y destruyen camas, colchones, almohadas, mantas, etc., y provocan alergias y escozores.
Con frecuencia los insectos domésticos son vistos como meras plagas, y es cierto que algunos pueden serlo. Sin embargo, un enfoque más positivo de este tema nos anima a considerar que muchos de los insectos domésticos son también parte de la naturaleza de la casa, y hay que aprender a aceptar (y a veces incluso apreciar) su presencia, so pena de convertirnos en neuróticos de la limpieza absoluta, cosa que nunca lograremos en realidad.
¿En qué medida es posible aceptar o incluso apreciar a los insectos domésticos? Te ponemos un ejemplo para que entiendas mejor. En las casas suele haber arañas (inofensivas para el ser humano) que son depredadoras naturales de polillas y chinches. Si fumigamos a diestra y siniestra para exterminar a los insectos, eliminaremos también a esas arañas, con lo que estaremos aumentando la población de termitas y chinches.
A esto hay que añadir que esas mismas arañas pueden ser depredadoras de mosquitos transmisores de dengue y otras enfermedades. Si quieres leer un artículo (que es toda una pasada) sobre el tema de la diversidad y beneficios de los insectos domésticos, sigue este enlace a un artículo en The New York Times en español.
Ahora sí veamos algunos detalles sobre los insectos domésticos que nos interesan en este artículo: polillas, chinches de cama y ácaros del polvo.
Polillas ≠ termitas
No hay que confundir las polillas con las termitas. Las polillas son las larvas de unas pequeñas mariposas (también llamadas polillas). Dichas larvas devoran tejidos de lana como ropas, mantas, edredones y alfombras, fibras naturales, papel, libros, cuero, madera vieja y alimentos almacenados (cereales, harinas, granos). Todos estos bienes los hallaremos con agujeros muy peculiares si son atacados por polillas.
Las termitas, en cambio, son más peligrosas que las polillas. Al llegar tienen alas, pero luego se deshacen de ellas y asumen la apariencia de una hormiga. Se alojan en la madera, especialmente si es antigua. Se alimentan de la celulosa de la madera, y la destruyen rápida e implacablemente, pero esto no se nota desde afuera, salvo una arenilla (su excremento) que va cayendo con discreción mientras la madera se va volviendo hueca.
Chinches de cama
Las llamadas chinches de cama son insectos muy pequeños, aplanados y de color café. Se alojan en cualquier hendidura pequeña, especialmente en el colchón, la madera de la cama y la cabecera. Cuando hay infestación, suelen aparecer manchas oscuras en las sábanas, el colchón, la cama, e incluso en las paredes cercanas.
De los 3 insectos que estamos viendo aquí, las chinches son las únicas que pican al ser humano. Tienen su mayor actividad de noche, cuando le hacen al durmiente unas picaduras que provocan ronchas, hinchazón y picazón. Las picaduras las hacen en cualquier parte expuesta del cuerpo.
Ácaros del polvo
Los ácaros del polvo son una subclase dentro de la amplísima familia de los ácaros. Son arácnidos de tamaño no detectable por la vista humana (miden entre 0,2 y 0,5 mm). Se alimentan de las pequeñas escamas de piel que desprende el ser humano, para lo cual se alojan en fibras textiles, especialmente si son naturales: colchones, ropa de cama, alfombras, y sobre todo almohadas.
Los ácaros del polvo no destruyen los tejidos ni hacen picaduras al ser humano, pero sus excrementos, huevos y los ejemplares muertos, se suspenden en el aire del hogar y de la cama, y al ser respirados por los seres humanos generan alergias respiratorias, asma, salpullido, picor, etc.
Cómo prevenir la aparición de estos insectos
· El primer consejo es mantener la higiene del hogar, del colchón y de la ropa de cama.
· Es mejor sellar cualquier agujero o grieta en la madera o las paredes que sirva como posible entrada o madriguera a los insectos.
· Si vas a fumigar, intenta que eso no afecte a las arañas, ya que son tus aliadas naturales comiendo chinches y polillas.
· Para evitar que las polillas entren y depositen huevos que dan a lugar a las larvas destructoras, coloca mosquiteros plásticos o metálicos en puertas y ventanas, y mantén los alimentos en recipientes bien tapados y limpios. Saca de la despensa los alimentos viejos, para evitar los ciclos de reproducción.
· No sacudas las superficies si sospechas que tienen ácaros. Mejor pasa un trapo húmedo o con aceite antiácaros, y con frecuencia pasa una aspiradora especial antiácaros.
· Si hay alergia a los ácaros en tu hogar, prefiere los tejidos de fibra artificial, ya que los ácaros se alojan especialmente en las fibras naturales.
· Evita los muebles y camas de segunda mano cuya procedencia no conozcas bien, ya que son una vía de adquirir infestaciones de chinches.
· Para eliminar una plaga de chinches no es suficiente con abandonar el hogar durante unos meses o 1 año. Las larvas de chinches pueden pasar meses sin comer, y las adultas pasan más de 1 año sin comer perfectamente.
· El tratamiento con vapor muy caliente ha dado muestras de ser eficaz contra las chinches de cama.
· Puedes usar venenos químicos generales o especiales para cada tipo de insecto. En casos muy difíciles de erradicar (como las chinches), recurre a especialistas de la fumigación.
· Si vas a desechar un colchón con chinches, quémalo, para que no las transmitas a los demás.