Herramientas para desconectar y conectar contigo | Blog Nubett

Herramientas para desconectar y conectar contigo | Blog Nubett

En una época marcada por la híper conexión, hablar de desconexión es casi hablar de una utopía, puesto que los cientos de estímulos visuales, auditivos, cognitivos, sensoriales, etc., que recibimos cada minuto hacen muy difícil que tomemos las riendas de nuestros pensamientos, de nuestra voluntad y de nuestros actos.

 

HIPERCONECTADOS  o DESCONECTADOS?

 

Es sin duda una época paradójica, puesto que a pesar de que estamos más conectados que nunca gracias a los avances tecnológicos, estamos y nos sentimos más desconectados que nunca de nosotros mismos y de los demás -del contacto REAL con los demás-, y como consecuencia, nos sentimos más solos e infelices que nunca.

 

 

Aunque el panorama parece desalentador, lo cierto es que tenemos herramientas muy sencillas al alcance de todos para ayudarnos a recuperar el control cuando sintamos que la vida nos ‘pasa por encima’, cuando sintamos que el descontrol lo invade todo, cuando sintamos que vivimos en la urgencia apagando un fuego tras otro sin tiempo para parar y pensar.

 

Meditación o prácticas de conciencia plena

 

La meditación te ayuda a desconectar de lo de fuera, del ruido, del exceso de información, de la prisa, de la distracción, y te invita a conectar con tus pensamientos y tus emociones.

 

En esencia, la meditación te brinda métodos para entrenar tu atención y lograr un mayor sentido de consciencia. Cuando vamos a mil por hora, nuestra mente suele entrar en bucle con algunos de los cientos de pensamientos que pasan por ella, con problemas del pasado o con preocupaciones del futuro; sin embargo, cuando nos permitimos parar a través de la práctica de la meditación, esos pensamientos siguen llegando, pero tenemos la capacidad de poner nuestra atención enfocada en ellos, en dejarlos pasar y no entrar en el bucle mental de los juicios.

   

¿Para qué me sirve meditar?

 
·       Ordenar. Entrenarse para centrarse en el presente puede ayudar a mejorar los niveles de concentración y la capacidad de procesar nueva información. 
 
·       Disminuye el estrés y la ansiedad. La meditación nos ayuda a liberarnos del estrés al calmar la mente y promover una sensación de paz interior, y además tiene un impacto físico importantísimo: con el tiempo, el cuerpo produce niveles más bajos de cortisol, reduce la frecuencia cardíaca y la respiración se ralentiza, mientras que la presión arterial se normaliza, todo lo cual conduce a una mejor calidad del sueño y a la reducción de los niveles de ansiedad y fatiga. 
 



¿Qué técnicas de meditación existen?

 

·       Visualización: es una forma de guiar la mente centrándose, por ejemplo, en imágenes o colores que asocias con tu estado de ánimo. Visualizar un "lugar feliz" o seguro te ayudará a ‘bajar la guardia’, indicando a tu mente y cuerpo que es seguro dormir en el ambiente tranquilo que has creado.

 

·       Conciencia corporal: esta técnica se enfoca en escanear silenciosamente el cuerpo, concentrándose en los pensamientos y sensaciones emitidos desde cada parte del cuerpo.

 

·       Historias y sonidos: existe cada vez más contenido en audio en forma de historias, sonidos y música para ayudarnos a relajarnos durante el día y conciliar el sueño. Es una forma de que nuestra mente deje de centrarse en pensamientos y problemas que nos preocupan (y que por tanto nos impiden dormir) y se relaje.

 

·       Respiración consciente: es uno de los pilares clave de la meditación y forma la base de la mayoría de las prácticas de meditación. Es una forma muy sencilla de centrar nuestra atención en algo que es parte de nuestro momento presente; la respiración en cuatro tiempos (se inhala, se contiene la respiración, se exhala y se vuelve a contener, todo contando hasta cuatro), es particularmente sencilla y útil, se puede hacer en cualquier momento del día y en cualquier situación.

  

 

Respiración o breathwork

 

Seguimos hablando de respiración, pero en este caso de una técnica que consiste en trabajar con los tiempos de inhalación, exhalación y apnea de forma guiada y consciente para actuar directamente sobre nuestro sistema nervioso.

 

El sistema nervioso autónomo se compone de dos partes: una nos mantiene alerta (sistema nervioso simpático), la otra nos ayuda a dormir y a relajarnos (sistema nervioso parasimpático). El sistema nervioso simpático es similar a un acelerador que regula funciones como la excitación y la inflamación. El sistema parasimpático, por el contrario, es el freno que controla la respuesta antiinflamatoria y de relajación. Necesitamos ambos, pero a menudo están desequilibrados debido al estrés crónico (excesiva activación del simpático).

 

 

¿Cuál es la conexión entre la respiración y el sistema nervioso parasimpático?

 

El sistema nervioso parasimpático y la respiración están conectados a través del nervio vago. Cuando tienes estrés, tu sistema nervioso autónomo simpático se activa para ayudarte a ‘escapar del peligro’, es la respuesta de lucha o huida. Esto provoca una reacción fisiológica en todo el cuerpo: respiración superficial, latidos cardíacos rápidos, dilatación de las pupilas, inhibición del sistema digestivo y reproductor… Si tienes que huir de un peligro no es momento de comer ni de reproducirse, eso es lo que entiende tu cerebro.

 

Practicar una respiración lenta y profunda activa el sistema nervioso parasimpático y devuelve el cuerpo a un estado relajado de funcionamiento. Esto ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca, reducir la ansiedad e incluso disminuir la presión arterial.

 



Practica la gratitud

 

La palabra gratitud deriva de la palabra latina gratia, que significa gracia, amabilidad o agradecimiento (según el contexto). De alguna manera, la gratitud abarca todos estos significados, es una apreciación agradecida por lo que uno recibe, ya sea tangible o intangible. Con gratitud las personas reconocen la bondad en sus vidas. En el proceso, solemos reconocer que la fuente de esa bondad se encuentra, al menos parcialmente, fuera de nosotros mismos. Como resultado, ser agradecido también nos ayuda a conectarnos con algo más grande que nosotros mismos como individuos, ya sea con otras personas, la naturaleza o un poder superior.

 

A priori puede parecer un método ‘poco científico’, pero concentrarse en los aspectos positivos de la vida está asociado con una serie de beneficios mentales y físicos. Diversos estudios han demostrado que sentirse agradecido puede mejorar el sueño, el estado de ánimo y la inmunidad. La gratitud también puede ayudar a disminuir la depresión, la ansiedad, e incluso el dolor crónico.

 

En la investigación de la psicología positiva, la gratitud se asocia fuerte y consistentemente con una mayor felicidad, ayuda a las personas a sentir emociones más agradables, disfrutar de buenas experiencias, mejorar su salud, lidiar con la adversidad y construir relaciones sólidas.

 

¿Cómo puedo cultivar la gratitud de forma regular?

 

·       Escribir una nota de agradecimiento. Puede nutrir tu relación con otra persona escribiendo una carta o correo electrónico de agradecimiento expresando tu aprecio por el impacto de esa persona en su vida. Envíalo, o mejor aún, entrégalo y léelo en persona si es posible.

 

·       Escribir un diario de agradecimiento. Acostúmbrese a escribir o compartir con un ser querido tus pensamientos sobre las cosas buenas que suceden y recibes cada día.

 

·       Rezar. Las personas religiosas pueden usar la oración para cultivar la gratitud.

 

·       Meditar. La meditación de atención plena implica centrarse en el momento presente sin juzgar. Aunque las personas a menudo se enfocan en una palabra o frase (como "paz"), también es posible enfocarse en aquello por lo que estás agradecido (el calor del sol, un sonido agradable, etc.).

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