¡Boicot! Motivos por los que tu mente no te deja descansar | Blog Nubett

¡Boicot! Motivos por los que tu mente no te deja descansar | Blog Nubett

Si alguna vez te has visto en el dilema de tener que preguntarte: “¿Por qué no puedo descansar?, este es tu artículo ideal. Lo hemos escrito especialmente para ayudar a personas como tú, con una mente tan activa que llega a dificultar el sueño. Como hemos dicho en otras ocasiones, descanso y salud deben ir de la mano, porque cuando el descanso falta, a la corta o a la larga eso traerá consecuencias. Síguenos aquí para que puedas evitarlo a tiempo.

Cómo funciona tu mente durante el insomnio

Como es sabido, dos de las principales causas que afectan el descanso y la salud, son las preocupaciones y el estrés.

La célebre Mayo Clinic (Clínica Mayo, famosa entidad médica estadounidense sin ánimo de lucro) comentaba en un artículo que el estrés tiene gran relación con las dificultades para dormir. Las preocupaciones en torno al trabajo, la escuela, el estado de salud, la economía o la familia, tienen poder suficiente como para mantener la mente en actividad durante la noche, y esto provoca dificultades para dormir, y a la larga desencadena problemas de descanso y salud.

Las situaciones estresantes, los traumas, la muerte o la enfermedad de un ser querido, los divorcios y las separaciones, las pérdidas de empleo, etc., también pueden ser motivo de insomnio. En este enlace puedes encontrar el artículo de la Mayo Clinic, que habla detalles acerca de las causas y consecuencias del insomnio y su relación con el estrés y la mente.


Tener estrés no necesariamente es lo mismo que tener preocupaciones. Hay personas que, aunque han escuchado hablar bastante del estrés, todavía no saben reconocer en la práctica los síntomas de que lo están padeciendo. Esto en parte se debe precisamente a que muchas personas suelen identificar el estrés con la preocupación, sin todavía darse cuenta de que la preocupación es una cuestión psicológica o emocional, mientras que el estrés puede ser psicofísico, y manifestarse en síntomas físicos tanto como mentales o emocionales.

¿Y qué es el estrés y cómo aprender a detectarlo? El estrés, en sentido negativo, es la respuesta del cuerpo a la presión y a un exceso de actividad (física, motora, nerviosa, etc.) El estrés provoca que se generen en exceso hormonas específicas, que crean las 3 típicas emociones del estrés: irritabilidad, ansiedad y depresión, pero también una serie de síntomas corporales concretos. (Da clic o tap en este enlace si deseas leer un artículo de la APA [American Psychological Association] sobre todos los detalles del estrés.)

Así pues, ahora viene responder a esta otra pregunta: ¿Cuál es la relación entre el estrés y el insomnio, o entre el estrés y la dificultad para dormir? El estrés desencadena en el cuerpo casi todos los procesos que pueden conducir al insomnio agudo o crónico:

       Preocupación

       Ansiedad

       Angustia

       Tristeza

       Depresión

       Miedo

       Tensión psíquica

       Dolores de espalda o mandíbula

       Acidez estomacal

       Flatulencia

       Estreñimiento

       Diarreas

       Aumento de la presión sanguínea

       Aceleración del ritmo cardiaco

       Migrañas

       Palpitaciones

       Ronquidos, apnea o dificultad para respirar


Dormir bien hace que podamos descansar la mente, lo que se refleja positivamente en nuestro campo psicológico. Los beneficios mentales o psicológicos que trae a nuestra vida un buen descanso diario son muy importantes. Muchas personas tendrían menos padecimientos psicológicos o mentales si mejoraran su calidad de sueño al poder dormir bien.

En cambio, cuando el cuerpo no consigue descansar bien, se afecta el hipocampo, que es la zona del cerebro relacionada con el aprendizaje y la memoria. Así que la educación en niños y adultos transcurre mejor cuando hay buen descanso.

Y ocurre lo mismo con la salud física. Cuando tenemos un sueño reparador en el que hay un descanso físico y mental completo, el estrés desaparece o disminuye, y la presión arterial se compensa. De este modo el cuerpo se recupera y hace que la sangre fluya a una velocidad correcta por nuestras venas, y se reduzcan considerablemente los riesgos de padecer problemas cardíacos o enfermedades relacionadas con el sistema cardiovascular.

3 costumbres poco recomendables

Estas costumbres poco recomendables que a continuación veremos, es conveniente mantenerlas lejos de nuestro dormitorio, nuestra cama y nuestro horario de sueño. Hay otras costumbres parecidas a estas que deberemos evitar, pero aquí ahora nos hemos enfocado en las que afectan el sueño por vía cerebral y mental.

1) Llevar el trabajo a la habitación o a la cama

Una situación bastante común es que las personas unan trabajo y descanso, ya sea porque trabajan dentro de la habitación, o porque incluso trabajen en la cama antes de dormir. Ahora bien, por muy comunes que sean estas prácticas, lo cierto es que deberían considerarse una costumbre poco recomendable, ya que le da entrada al estrés en la habitación a la hora de dormir.

2) La TV a los pies de la cama lavándote el cerebro antes de dormir

Otra costumbre poco recomendable es tener la TV a los pies de la cama o usar la Internet (es decir, los dispositivos móviles) en la propia cama en el momento de dormir. Esto trae el estrés, la hiperactividad, el apetito excesivo y las preocupaciones a la cama, justamente en el momento en que la persona no debería entrar en contacto con esas cosas.


Nos referimos especialmente a evitar ver, al menos a esa hora, los noticiarios sensacionalistas, amarillistas y de mal agüero y, cómo no, las publicidades sobre belleza extrema inalcanzable o sobre alimentos chatarra en promoción, fármacos innecesarios, cirugías correctivas, y otras cosas así.

Salvo momentos excepcionales, todo esto debería quedar fuera de la cama en el momento de dormir. Para empezar, conviene no insertar los medios en el dormitorio.

3) Hiperactividad de las redes sociales a la hora del sueño

Las redes sociales no se quedan atrás. Son también Internet, pero merecen un párrafo aparte. Como las redes sociales se basan en inmensos grupos de perfiles del mundo entero interactuando entre sí, te encuentras siempre con una muchedumbre de nuevas publicaciones que otros están haciendo en la mañana o en pleno día, en el momento en que para ti es plena madrugada.

Es decir, tus amigos perfiles antípodas van a toda marcha en total actividad simpática matutina, justo en el momento en que a ti te conviene entrar en fase parasimpática para poder conciliar el sueño y dormir bien.

Y como la curiosidad siempre caracterizó al ser humano, puedes descubrir, ya horas después, que perdiste el sueño ante tantos estímulos audiovisuales o incluso sexuales, y sin recordar cuál fue el primero (o incluso el segundo o el tercero) de los Posts o las Historias de Facebook que te robaron la atención y te engancharon al ritmo frenético de las RRSS, para que después te preguntes: ¿Por qué no puedo descansar?


Sin dudas la respuesta es que la hiperactividad de las redes sociales no es lo más indicado a la hora de dormir, porque afecta a tus ritmos circadianos, a tu reloj biológico, que necesita dos tercios del día en actividad, pero que requiere que el otro tercio lo dediques al descanso durante la noche.

A esa hiperactividad nerviosa hay que sumarle la hiperactividad sensorial, ya que el sistema nervioso y el sistema endocrino se confunden frente a tanta luz como la que emiten las pantallas de los dispositivos móviles, por lo que asumen que es de día y generan hormonas y estados que no corresponden con ese momento.

En la cama, a la hora del sueño, lo mejor es que se desactive el sistema nervioso simpático y entre en acción su gemelo opuesto, el sistema parasimpático, gracias al cual las funciones vitales quedan en manos del sistema nervioso autónomo, y tú puedes dedicarte sólo a dormir tranquilamente y a tener un sueño reparador, en el

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