¿Cómo afectan las fases lunares a los sueños humanos? | Blog Nubett
Conocemos bastante bien que cada fase lunar afecta diversos procesos naturales de la tierra. Las fases lunares tienen una gran influencia sobre las mareas, los terremotos, las sequías o las lluvias. Incluso influyen en seres vivos del reino vegetal, como los árboles, cuya savia se ve afectada por la fase lunar. También para los animales la fase lunar determina ciertos comportamientos, tales como el apareamiento o las migraciones. Nosotros los seres humanos no somos la excepción.
La luna siempre ha cautivado el lado más místico de los seres humanos. Se le han dedicado poemas, cuentos y canciones, y ha sido considerada diosa en las mitologías: Selene para los griegos, Ixchel para los mayas, Metztli y Coyolxauhqui para los aztecas, Mama Quilla para los incas, Izanami para los japoneses, Ishtar para los mesopotámicos, Isis para los egipcios, y muchas más.
Pero la influencia de la luna sobre los seres humanos va más allá de la inspiración poética o de las experiencias oníricas que tengamos durante el sueño REM. Las fases de la luna tienen repercusión en el ánimo de las personas. El ritmo circadiano, que marca nuestro reloj biológico, está íntimamente relacionado con la fase lunar.
Recientemente se han hecho varios estudios científicos que demuestran que las fases lunares influyen también en las fases del sueño. Así mismo, si queremos calcular ciclos de sueño, hay que tomar en cuenta la fase lunar. En Nubett queremos que estés al corriente de los temas más interesantes sobre el descanso. Por eso en este post veremos cómo las fases lunares intervienen en los ciclos de sueño.
Ritmo circadiano, fase lunar y ciclos del sueño
La relación que hay entre el ritmo circadiano y las fases de la luna es muy profunda. El ritmo circadiano depende en gran medida de los ciclos de luz y oscuridad (día y noche) de la Tierra. Estos ciclos de luz y oscuridad se suceden en un período de 24 horas, o sea en un día completo.
Nuestro cuerpo cuenta con “relojes biológicos” que, al estar en contacto con la luz o con la oscuridad, determinan nuestro comportamiento. Este comportamiento nos hace permanecer en estado de vigilia durante el día y en estado de reposo durante la noche. Es en esta etapa nocturna cuando llevamos a cabo los ciclos del sueño, tan importantes para nuestra vida.
La luna es el astro de la noche, así como el sol lo es del día. La luna tiene un ciclo aproximado de 28 días, al final del cual completa una vuelta a la Tierra. Cada fase lunar está en relación con la luz que envía el sol hacia la tierra, con la luna girando a su alrededor.
Es un error creer que la luna no gira sobre su eje. La luna sí gira sobre sí misma, tal como lo hace la Tierra. Sólo que su movimiento de rotación tiene casi la misma velocidad que su movimiento de traslación. Debido a esto, la luna siempre muestra la misma cara hacia la Tierra y crea la ilusión de que no está girando.
El ciclo lunar se debe a las distintas zonas iluminadas de la luna que se van percibiendo desde la Tierra a lo largo del mes. Durante este ciclo tenemos 4 fases lunares básicas, que se pueden subdividir y que se suceden secuencial y cíclicamente:
● Fase lunar nueva: En esta fase la luna está entre el sol y la Tierra, y su “cara oculta” es la que permanece iluminada. Esto hace que no la veamos
en el firmamento y que las noches sean más oscuras.
● Fase lunar cuarto creciente: En esta fase lunar vemos que menos de la mitad de la luna está iluminada. A medida que pasan los días, la luna
parece llenarse (iluminarse) poco a poco. De este modo atraviesa la fase de primer cuarto y de luna gibosa creciente.
● Fase lunar llena: Durante esta fase lunar, nuestro satélite se encuentra detrás de la Tierra con respecto al sol. Por eso podemos verla reflejando
completamente los rayos solares.
● Fase lunar cuarto menguante: Es el momento en que la luna comienza a cambiar otra vez a la fase lunar nueva. Refleja sólo un cuarto de la
luz solar, y va atravesando los momentos de luna gibosa menguante y último cuarto.
La intensidad de la luz que refleja la luna es diferente en estas 4 fases. La fase lunar llena es la que más luz emite, mientras que la luna nueva es la que menos luz emite. La fase lunar llena tiene un efecto directo sobre la disminución de la producción de melatonina. Esto se debe a que hay una mayor exposición a la luz.
Veamos un estudio científico que demostró cómo la fase lunar incide en los ciclos y las fases del sueño.
Estudio sobre la incidencia de la fase lunar y los ciclos de sueño
Hay un revelador estudio realizado con dos tipos muy diferentes de poblaciones humanas. Fue llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Washington (Estados Unidos), y de la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina). Uno de los grupos estudiados vive en la ciudad postindustrial de Seattle, Estados Unidos, y los otros grupos viven en las comunidades indígenas Toba/Qom, de la zona rural de Argentina.
El grupo de Seattle estaba altamente expuesto a la contaminación de la luz artificial, mientras que algunos de los grupos indígenas no tenían corriente eléctrica. Este estudio demostró que la influencia de la luna en el sueño de las personas es independiente del tipo de sociedad en la que se viva. La fase lunar creciente cercana a la fase lunar llena, provocó un retraso del sueño en ambos grupos por igual, además de que provocó ciclos de sueño más cortos.
Para la ciencia existe una fuerte asociación entre los ciclos de sueño y la fase lunar. Se ha demostrado en estudios de laboratorios con condiciones ambientales controladas, que la actividad cortical se relaciona con la fase lunar. Aunque varíe el entorno, la fase lunar tiene incidencia directa sobre los ciclos del sueño:
1. Durante las fases de luna nueva, cuarto menguante y cuarto creciente, se tiene un descanso más largo y se concilia el sueño más temprano.
2. En la fase de luna creciente que está más cercana a la luna llena, se retrasa la hora de empezar el sueño y se acortan los ciclos de sueño.
3. Es importante la incidencia de la luna en las primeras horas de la noche. Si la luna no se presenta en el cielo cuando cae la noche, es difícil que interrumpa el sueño si sale más entrada la madrugada. En cambio, si está afuera al llegar la noche, tiene un efecto más directo para conciliar el sueño.
4. La gravedad de la luna no sólo determina las mareas de la Tierra. Se demostró que el ser humano también está afectado por la fuerza
gravitacional de la luna, y que esta afecta a nivel biológico los ciclos de sueño. La adaptación a la luz de la luna también resulta ser otro valor condicionante para calcular ciclos de sueño.
¿Cómo son los sueños en la fase lunar llena?
Ya vimos que la luna interfiere en las diferentes fases del sueño y en el nivel de profundidad del sueño. También debemos saber que las fases lunares interfieren en el tipo de sueños que tenemos al dormir. Desde hace mucho tiempo se ha asociado a la luna llena con las apariciones de seres como fantasmas, brujas y otros seres sobrenaturales. También se dice que en luna llena las personas tienen más pesadillas o parálisis del sueño.
Existe una explicación científica para este tipo de fenómenos, observados por la humanidad desde la antigüedad. La luna llena carga la atmósfera de iones positivos que generan una carga negativa sobre el ser humano. En cambio, cuando la luna está en fase lunar nueva, la atmósfera está cargada con iones negativos que tienen un efecto positivo en el carácter. Esto es fuente también de problemas como el malhumor, la depresión o los suicidios (que pueden aumentar durante la luna llena). No en balde los antiguos llamaban “lunáticos” a los enfermos mentales.
Durante la fase lunar llena es más fácil recordar lo que soñamos al levantarnos. Incluso existen prácticas que nos permiten darnos cuenta de estar soñando (ensoñar), que se ven facilitadas con esta fase lunar. Recordemos que los sueños lúcidos y vívidos aparecen en las fases finales del sueño ligero y en la fase de los ciclos de sueño REM.
Cómo afecta la fase lunar el sueño REM
El sueño REM (siglas en inglés de “rapid eye movement”; en español “movimientos oculares rápidos” o MOR), es la última fase del sueño. Es en esta fase de los ciclos de sueño en la que podemos llegar a soñar mucho. Si despertamos en este momento, podemos acordarnos con relativa facilidad de lo que estábamos soñando.
Durante los días cercanos a la luna llena, será muy posible despertar durante esta fase del sueño. Esto se debe a que, según estudios experimentales, la actividad encefálica disminuye en un 30 %. Además, se genera una cantidad de cortisol más alta debido a que se segrega menos melatonina.
Todo esto contribuye a tener un sueño más ligero combinado con experiencias oníricas que pueden ser maravillosas, especialmente si dentro del sueño nos damos cuenta de que estamos soñando.