Cómo elegir tu almohada | Blog Nubett

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Saber cómo elegir la mejor almohada es fundamental para descansar bien. A pesar de que a veces no se le da el valor adecuado (o al menos no tanto como al colchón), lo cierto es que contar con la mejor almohada es más importante de lo que parece. Vale la pena adquirir una almohada que reúna cualidades como la combinación de firmeza y suavidad, o un diseño ergonómico que se adapte a la forma de cuello, hombros y cabeza. En este post del blog de Nubett te hablaremos detalles muy interesantes sobre este tema, y te daremos consejos para que sepas cómo elegir la mejor almohada.

¿Cómo elijo la firmeza de mi almohada: alta o baja? ¿Qué material elegir?

Hay dos criterios generales importantes a la hora de escoger la mejor almohada para descansar bien. Estos dos criterios son:

1)      La altura de la almohada

2)      La firmeza de la almohada

Tanto la altura como la firmeza de la almohada se combinan para generar la sensación de gran comodidad que permite un buen descanso. La altura se relaciona con el ancho máximo que alcanza la almohada entre la cama y la cabeza, mientras que la firmeza tiene que ver con el tipo de material con que se haya fabricado este accesorio, especialmente con su densidad.

En la actualidad, con el desarrollo tecnológico, la firmeza de la almohada tiene que ver no sólo con su material, sino además con su diseño. A diferencia de antaño, en que la almohada se reducía a ser algún tipo de funda rellena con material suave y poca posibilidad de ser firme, hoy en día las almohadas pueden fabricarse con formas más específicas.

En el mercado contemporáneo existen muchas formas y diseños de almohada, gracias a la variedad de materiales disponibles (que pronto detallaremos). Muchas de estas almohadas se diseñan con un formato ergonómico, que se acomoda muy bien a la forma de la cabeza, del cuello y los hombros.

Antes de entrar en detalles, hablemos un poco sobre algunas categorías y términos en torno a las almohadas. Las almohadas, desde el punto de vista del diseño de su altura, se pueden dividir en 3 categorías. Para comprender mejor, tomemos como referencia el tamaño del hombro, es decir, la distancia entre el colchón y la cabeza acostada en la cama en postura lateral:

1)      Almohadas de altura baja: Son las que por sí solas no cubren todo el espacio entre la cara y el cuello, por lo que si las usas en postura lateral, la cabeza hará un ángulo hacia el colchón. Esto significa que son recomendables para dormir, no de lado, sino en otras posiciones. Sobre esto volveremos más adelante.

2)      Almohadas de altura mediana: Son las almohadas cuya altura cubre más o menos exactamente el tamaño del hombro del durmiente. Son ideales para dormir en postura lateral, porque mantienen la cabeza y la columna vertebral en postura recta natural.

3)      Almohadas altas: Tienen un diseño elevado, y se recomiendan sobre todo para dormir en posición de decúbito lateral. No se recomiendan para posiciones boca arriba o boca abajo.

Por otra parte, el grado de firmeza de una almohada se mide en una escala de 5 niveles:

1)      Máxima suavidad

2)      Un poco suave

3)      Ni firme ni suave

4)      Un poco firme

5)      Máxima firmeza

Normalmente las almohadas más suaves ofrecen menos resistencia a la cabeza, y por eso la cabeza penetra más en ellas y se reduce la distancia entre la cabeza y el colchón. En cambio, mientras más firme sea una almohada, más resistencia le ofrece a la cabeza, lo que significa que la mantendrá más separada de la superficie del colchón.

Varios tipos de almohadas según su material

El grado de firmeza o suavidad de una almohada, por supuesto, está totalmente determinado por el material a partir del cual haya sido fabricada. Los materiales más comunes para la fabricación de almohadas, vistos en un orden que va desde lo más tradicional hasta lo más contemporáneo, son:

Almohadas de plumas

Se han usado desde hace muchísimo tiempo. Se fabrican a partir de las plumas de aves como gansos o patos. Pueden contener sólo plumas o sólo plumón, pero es común una combinación de plumas y plumón (que son las plumas pequeñas y un poco más duras que las aves tienen en el plumaje interno, debajo del plumaje exterior).

Antaño las almohadas de plumas poco a poco perdían su relleno, ya que las puntas de las plumas perforaban la funda (lo cual era incluso peligroso) y se escapaban al exterior. Hoy en día esto ya no ocurre, debido a que el relleno de plumas se envuelve en una capa que les impide salir. Su grado de firmeza es mediano.

Almohadas que imitan a las de plumas

Este tipo de almohadas surgieron como alternativa para evitar la violencia contra los animales. Son realmente las más tradicionales y usadas, ya que su costo puede ser más económico que el de las de plumas. Se fabrican a partir de distintos materiales, pero es común que se usen fibras de poliéster, gracias a que su consistencia es muy parecida a la de las plumas. Su búsqueda de imitar a las almohadas de plumas, determina que su grado de firmeza sea también mediano.

Almohadas de látex

Como su nombre indica, se fabrican en látex (caucho sintético, que es un elastómero o polímero). El látex usado para las almohadas tiene grandes ventajas y casi ninguna desventaja. Es confortable, antialergénico y antiácaros por naturaleza. Aporta cualidades semejantes a las de la espuma viscoelástica, pero es más transpirable y permite una temperatura más fresca y estable. Es más higiénico, gracias a que se puede lavar con mucha facilidad (a diferencia de las almohadas tradicionales).

No es en balde que las almohadas de látex se han hecho tan populares en años recientes. Su relación entre calidad y precio es muy equilibrada. Según el nivel de densidad del látex con que se fabriquen, se presentan y se venden en todos los grados de firmeza, desde máxima suavidad hasta máxima firmeza.

Almohadas de trigo sarraceno

Como podemos saber por su nombre, estas almohadas se confeccionan usando como relleno cáscaras de granos de trigo sarraceno (solas o acompañadas por otras fibras o granos). Resultan bastante pesadas debido a su material y a su diseño. Se considera que son un remedio natural para algunos tipos de dolor de cuello y hombro, y que ayudan a dejar de roncar a personas que padezcan de eso. Se venden en densidades que están entre firme y extra firme.

Almohadas de espuma viscoelástica

Están confeccionadas en el material que en inglés se denomina memory foam. El viscoelástico es un tipo de material de tecnología reciente que, además de tener alta resiliencia o capacidad para recuperar la forma, es capaz de mantener de manera estable la forma que le imprime el cuerpo mientras está en reposo sobre él. La espuma viscoelástica es hoy en día un material altamente popular tanto en las almohadas como en los colchones. Se presenta en densidades desde las menos firmes hasta las más firmes.

Almohadas de gel con núcleo perforado

Son sin lugar a dudas lo último en tecnología de almohadas y descanso. Las almohadas de gel con núcleo perforado son bastante semejantes a las almohadas viscoelásticas. Pero a diferencia de estas, que suelen ser de temperatura menos fresca, las de gel con núcleo perforado incorporan una capa de gel que aporta temperaturas más estables.

Son muy confortables, y constituyen una muy buena opción para personas que padezcan de dolores de espalda o de problemas cervicales. También deben ser la elección de las personas alérgicas, en especial si es a los ácaros, ya que incorporan una microfibra interna para el tratamiento antiácaros.

Otros tipos de almohadas (material + diseño)

Existen otros tipos de almohadas que son una combinación de material y de diseño especial. Dentro de este grupo podemos mencionar a las almohadas cervicales y a las almohadas especiales para embarazadas

·        Las almohadas cervicales están especialmente diseñadas para prevenir, solucionar o aliviar los trastornos en la zona cervical. Pueden ser fabricadas con diferentes alturas y niveles de firmeza, según las necesidades de los usuarios o los pacientes. Tiene la forma de una pequeña canal con caída hacía el centro.

·        Las almohadas para embarazadas tienen una forma muy peculiar de arco cerrado, U o medialuna. Es multiusos, y la mujer grávida o en lactancia la puede usar tanto para dormir como para acostar al bebé o lactarlo. Se busca que sean antifúngicas e hipoalergénicas.  No son costosas, y se pueden fabricar con variados diseños, materiales o niveles de densidad o firmeza. La mujer embarazada siempre tiene la posibilidad de cambiar de postura de descanso dentro de la almohada. No obstante, hay que decir que la almohada para embarazadas está especialmente diseñada para dormir en postura lateral, que en verdad es la más recomendada para mujeres encinta.

 


Todo lo visto hasta aquí determina que no todos los grados de firmeza de almohada sirven para dormir en todas las posiciones. Veamos esto con detalle en un acápite nuevo.

¿Cómo elegir tu almohada según tu postura al dormir?

Son varias las posturas para dormir, y casi siempre preferimos una o sólo algunas de ellas. Las posiciones más generales para dormir se nombran añadiéndole un adjetivo al término “decúbito” (que procede de una palabra del latín que significa ‘yacer’ o ‘estar acostado’). Así tenemos básicamente 3 posiciones:

·        Decúbito prono (acostado boca abajo).

·        Decúbito supino (acostado boca arriba).

·        Decúbito lateral (acostado de lado, sea izquierdo o derecho).

Por supuesto, no es frecuente que las personas duerman en una misma posición durante toda la noche. Lo realmente frecuente es que las personas vayan cambiando de postura de vez en cuando. Pero sea cual sea la postura o posturas que prefieras al dormir, la almohada es muy importante para lograr descansar bien.

Digamos que la almohada, y no sólo el colchón, es el complemento ideal para que, independientemente de la posición en la que duermas, logres la comodidad perfecta. Por eso es necesaria elegirla bien. Para saber cómo elegir la mejor almohada según la postura en que prefieras dormir, puedes tomar en cuenta las siguientes indicaciones.

Cómo elegir la mejor almohada si duermes en postura boca abajo

Si prefieres la postura boca abajo, la mejor almohada que puedes usar es una que sea bastante suave y de las de poca altura. Por ejemplo, alguna de plumas o de fibras de poliéster, o las de espuma viscoelástica o gel en sus versiones más blandas. El objetivo de usar una almohada suave y de poca altura al dormir boca abajo, es lograr mantener la columna vertebral en una posición lo más natural posible.

La postura boca abajo es la menos natural y recomendable de todas, ya que requiere torcer la cabeza a uno de los lados y mantenerla en esa posición tan poco natural. Si pusieras la cabeza realmente boca abajo, te asfixiarías. Sin embargo, si te has adaptado a esa posición, una almohada suave y no muy alta, permitirá que la cabeza y el cuello no queden demasiado despegados de la cama. Esto además te posibilitará levantarte al día siguiente sin dolores de cuello, de hombros, o incluso de espalda.

Cómo elegir la mejor almohada si duermes en postura boca arriba

En la postura boca arriba se puede usar una almohada que no sea demasiado dura, sino de constitución de mediana a suave. Esto permitirá que la almohada no haga mucha resistencia a la cabeza al dormir, y que esta penetre en la almohada hasta acercarse bastante a la superficie del colchón, aunque sin legar a tocarlo.

Sería antinatural que el cogote de la cabeza quedara simplemente apoyado sobre el colchón con la cervical en el aire. Lo mejor es que alguna almohada dé soporte a la cervical. Para esto se puede, o bien usar una almohada al estilo japonés (que conforme un cilindro o forma parecida justo debajo de la cervical), o bien poner en práctica lo que veremos en el próximo párrafo.

Si no tienes pensado usar otro tipo de almohada, para dormir boca arriba, te podemos recomendar una almohada cervical. Las almohadas cervicales se adaptan ergonómicamente muy bien a la zona cervical. No están confeccionadas únicamente para personas enfermas. También se utilizan para prevenir problemas en esta zona, así que las puede usar cualquier persona, inclusive los niños.

Cómo elegir la mejor almohada si duermes en postura lateral

A diferencia de todo lo anterior, si lo que prefieres es dormir en postura lateral, la almohada debe ser una que se adapte a esa posición y que sea de consistencia firme o medio firme. Entre la cabeza y la punta externa del hombro sobre el que se duerma, habrá siempre una distancia que deberás llenar con la almohada, de modo que la cabeza y la columna vertebral queden lo más rectas posible.

La almohada debe, por así decirlo, completar la distancia que le falta a la cabeza para reposar sobre la superficie del colchón. Este objetivo puede conseguirse con una sola almohada, o superponiendo más de una.

Quienes duermen en posición lateral, no necesitan tanto un soporte para el cuello como sí requieren alineación de la columna y el cuello. Una almohada demasiado alta torcería el cuello hacia los lados, y acercaría las orejas a los hombros. Las almohadas que son excesivamente planas dejan que sea el cuello quien soporte el peso de la cabeza, lo que resulta en tensiones de músculos, tendones y ligamentos, y dolores crónicos de cuello.

La solución para esto puede ser utilizar una almohada de espuma viscoelástica o memory foam, porque ofrece una buena combinación de comodidad y apoyo. Las almohadas de plumón o sus variantes sintéticas son una muy buena alternativa. Por otra parte, si estás embarazada, te recomendamos dormir en postura lateral utilizando una almohada especial para embarazadas, de la que con gusto hablamos en párrafos anteriores.

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