Sobrepeso y falta de descanso | Blog Nubett

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El sobrepeso puede ser una condición corporal que impida descansar el cuerpo, al menos en términos de verdadero descanso de calidad. El sobrepeso dificulta la comodidad corporal, y especialmente obstaculiza la respiración durante el descanso. Nos referimos a cuando hay sobrepeso real. Si estás en tu peso normal (que no tiene que ser delgado), no necesitas preocuparte por estas cosas. No obstante, te convendrá estar informado sobre los temas que estaremos tratando en este artículo, por lo menos para saber cómo evitarlos.

Cómo conseguir un descanso de calidad en casos de sobrepeso

Cuando existe sobrepeso u obesidad, descansar el cuerpo puede convertirse en un problema, en especial si hablamos de un verdadero descanso de calidad. No nos referimos solamente a lograr una postura corporal que realmente tribute al descanso, sino además a la respiración.

Siempre que hay sobrepeso, aumenta también el volumen de los tejidos y órganos relacionados con la respiración. Y eso trae como consecuencia el hecho de roncar durante el sueño. Roncar durante el sueño puede tener un nivel leve, o alcanzar nivel de apnea o de uno de los llamados trastornos respiratorios durante el sueño.

No conseguir respirar bien mientras se duerme, es sinónimo de no conseguir descansar el cuerpo realmente, con todos los problemas que eso trae:

       Tener fatiga diurna

       Padecer problemas de circulación

       Sufrir estados de confusión

       Estar irritable, con las consecuencias que ello trae

       Tener bajo rendimiento físico y psíquico

       Padecer trastornos hormonales

       Riesgo de enfermedades graves como diabetes

       Torpeza motora durante el día, lo que puede ser peligroso


Dormir en posición de lado puede ayudar bastante a la comodidad en la cama, así como a respirar bien y no roncar, o roncar mucho menos. No usar almohadas altas también contribuye, usar accesorios adecuados para dormir, y tener espacio suficiente en la cama.

Descanso, sobrepeso y calor corporal en la cama

La reducción de la actividad física debido a la fatiga por no dormir bien, sólo explica en parte la relación entre el sobrepeso y la falta de descanso de calidad. ¿Cómo se explica mejor esto, desde el punto de vista de la ciencia? Hay un estudio, realizado por el Departamento de Anatomía de la UNAM y algunas otras instituciones médicas,  titulado «La mala calidad de sueño es factor promotor de obesidad», que puede ayudarnos a comprender mejor este tema.

Según dicha investigación, el motivo básico del aumento de peso es, obviamente, que la ingesta de energía sea mayor que el gasto de energía de la persona. Esto es lo que básicamente provoca la acumulación de tejido graso y el aumento de peso. Pero hay otros factores que inciden en el aumento de peso, el sobrepeso y la obesidad; entre ellos la falta de descanso, que es el foco de atención de la investigación, y otros factores más, que deben tomarse muy en cuenta si de veras se quiere evitar el exceso de peso.


En el párrafo siguiente entraremos en más detalles sobre esta investigación. Por ahora digamos que el mismo estudio citaba un dato de la OMS que afirma que desde 1980 hasta la actualidad, el sobrepeso se ha más que duplicado en el mundo, y en algunos países se considera que hay epidemia de obesidad, con índices que pueden alcanzar hasta el 70% de la población. La falta de descanso de calidad es uno de los motivos más actuales.

Más detalles sobre la relación entre sobrepeso y falta de descanso de calidad

Según los resultados de la investigación mencionada más arriba (y de otras más), algunos de los factores que relacionan la falta de descanso de calidad con el sobrepeso son:

El círculo vicioso entre la falta de descanso y el sobrepeso

Como ya comentamos, la principal relación entre sobrepeso y falta de descanso, consiste en que la fatiga diurna producida por no descansar el cuerpo desencadena el sedentarismo y la poca o nula actividad diurna. Esta falta de ejercicio físico aumenta la materia grasa o la acumulación de líquido en los tejidos. Por supuesto, la ausencia de una dieta saludable y la ingesta habitual de la llamada “comida chatarra” o “comida rápida” (fast food), son factores agravantes en esto.


La falta de descanso de calidad también provoca cambios hormonales que se relacionan con el sobrepeso por vía del exceso de necesidad de ingerir alimentos. Hay que tomar en cuenta que el sobrepeso y la obesidad también son factores desencadenantes de la diabetes. De este modo puede decirse que no descansar el cuerpo es una causa indirecta de la diabetes.

Como dice el estudio, hay una tendencia mundial al híper consumo de información mediática hasta altas horas de la noche y la madrugada, a la falta de descanso de calidad como consecuencia de esto, y al aumento de peso. Pero esto también tiene carácter nacional. Algunas naciones se ven más afectadas que otras por este problema.

En algunos organismos el sobrepeso puede traer consecuencias más graves que en otros, por lo que las instituciones médicas y epidemiológicas deben tomar parte activa en campañas que desmitifiquen la mala alimentación y el sobrepeso, más allá de que las tradiciones no vean un problema en ello.

Metabolismo ahorrador/metabolismo gastador

La falta de sueño en términos de cantidad de horas y de descanso de calidad, determina el aumento de peso. Esto ocurre porque el cuerpo interpreta la falta de sueño como situación anormal de crisis, y a partir de esto provoca un metabolismo de tipo ahorrador, que hace que la energía se almacene en los tejidos en forma de grasa.

Este “genotipo ahorrador” fue muy útil en términos evolutivos para nuestra especie en tiempos prehistóricos, pero en la actualidad se puede volver innecesario o nocivo en un entorno en que en realidad la comida abunda. Si el cuerpo malinterpreta la falta de descanso como una circunstancia anormal o un evento crítico en que se está viendo envuelto el organismo, prioriza el almacenamiento de energía (aumento de peso) para garantizar la supervivencia del individuo y de la especie.

La contaminación luminosa nos afecta hormonalmente

Aproximadamente a partir de 1960 se ha producido un boom luminoso en el mundo, que ha llegado a la cúspide con la tecnología LED. Es cierto que la tecnología LED es tremendamente ahorradora y ayuda a la reducción de emisiones contaminantes. Sin embargo, también es cierto que al mismo tiempo la luz LED aumenta la contaminación luminosa a nivel urbano y doméstico, incluso en la intimidad.

Actualmente es bastante común permanecer frente a pantallas y luces LED hasta altas horas de la noche y la madrugada, en los entornos más íntimos, como el baño, la alcoba o la cama. Esto termina por afectar la calidad de nuestro sueño y por ser un factor determinante de exceso de peso y obesidad.


El exceso de luz al que se ve sometido nuestro organismo en horarios en que el cuerpo requiere mucha menos luz, provoca que nuestros ciclos de producción de melatonina y cortisol se descompensen, y que debido a esto se afecte el equilibrio de nuestras fases de hambre/inapetencia, actividad/inactividad, vigor/agotamiento, etc.

En muchos casos, este desequilibrio hormonal producido por la fatiga de la falta de descanso, puede conducir al aumento de peso y a la obesidad.

La respuesta adiposa del sistema nervioso ante el agotamiento

Desde el punto de vista de la actividad cerebral, el hipotálamo del sistema nervioso recibe e integra toda la información que el cuerpo envía en términos de falta o exceso de energía. A partir de esta información, el hipotálamo organiza estrategias en cuanto a disponibilidad y uso de la energía que se adquiere con la alimentación, así como controla las fases de hambre y saciedad, y acumulación o uso de la energía contenida en el tejido adiposo. En esta estrategia del sistema nervioso participan:

       El tejido adiposo, que secreta hormonas como la leptina (para controlar los niveles de adiposidad del cuerpo) y las adiponectinas (que se ocupan de utilizar la grasa como fuente de energía siempre que hay baja energética).

       El hígado y el páncreas, que regulan los niveles de glucosa en sangre, relacionada con la sensación de hambre y saciedad.

       La insulina, los glucocorticoides y la hormona del crecimiento, que apoyan el balance energético.

La falta de descanso desequilibra todo este gran sistema de control nervioso del peso corporal, y puede conducir a desbalances homeostáticos, desórdenes alimenticios y energéticos que provoquen sobrepeso. De aquí la importancia de descansar el cuerpo para mantenerlo en su peso normal, ni más ni menos.

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