¿Es necesario pasar noches sin dormir para tener éxito?|Blog Nubett

¿Es necesario pasar noches sin dormir para tener éxito?|Blog Nubett

Es importante conocer estos habitos y rutinas saludables, tanto en casa como durante la jornada laboral o docente. Aqui te despejamos las dudas sobre el tema en este post de Nubett:

Disfrutar de suficientes horas de descanso es importante para todo en la vida. Si no descansas bien, difícilmente puedas conseguir lo que sea que te propongas. A lo mejor ya conoces la respuesta a la pregunta del título de este artículo: ¿Es necesario pasar noches sin dormir para tener éxito? Tal vez por lo menos conoces la respuesta más conocida a esa pregunta, aunque conocer la respuesta no es lo mismo que llevarla a la práctica. En nuestro post de hoy te daremos la respuesta a la pregunta, pero también te suministraremos detalles sobre otros temas importantes relacionados con este.

Relación entre las horas de sueño y el éxito laboral

No hay que ser un genio para darse cuenta de que existe una relación directa entre las horas de sueño y el éxito en el trabajo y la escuela, o en otras metas de la vida. Casi todos sabemos que existe esta relación, pero muchos malinterpretan su sentido. Algunos saben que necesitan descansar para poder tener fuerzas y conseguir las metas. Pero otros paradójicamente sienten que necesitan más tiempo, e interpretan al revés la relación entre las horas de sueño y el éxito. Creen que el sueño es algo así como un enemigo que les roba el tiempo, y entonces comienzan a dormir menos, porque imaginan tener el cuerpo de hierro o algo así.

En el mejor de los casos, esas personas finalmente comprenden que el sueño y las horas de descanso son un aliado que, en vez de alejar las metas, las acerca y las hace posibles. No es que alguna que otra vez no podamos quitarle algo de tiempo al sueño por algún motivo inevitable, o incluso relativamente evitable. Pero convertir eso en una práctica rutinaria es nocivo para la salud, e incluso para las metas mismas.


Como tal vez también ya sepas, ni siquiera siendo estudiante es necesario pasar noches sin dormir para tener éxito. Diversos estudios demuestran que los estudiantes que no respetan el horario de sueño y que tienen menos horas de descanso que las que su edad indica, reducen el rendimiento escolar y bajan las notas en los exámenes. Dormir bien es siempre un buen aliado para la buena memoria, tanto para almacenar la información estudiada como para rescatarla en el justo momento en que se necesita para responder la pregunta exacta.

Mircea Eliade y la “lucha contra el sueño”

Para introducir este tema, contemos una anécdota, casi una fábula con moraleja, porque el personaje sobre el cual hablaremos es casi de leyenda. Nos referimos a Mircea Eliade, uno de los más grandes antropólogos e historiadores de todos los tiempos. Eliade una vez contó en una entrevista que, cuando él era muy joven (de hecho, cuando era un adolescente), tuvo lo que él mismo llamó una “lucha contra el sueño”. Sintió que, para ser un gran intelectual en su campo, tenía que leer todo lo que se había escrito, y dedicar todo el tiempo posible a estudiar, investigar y superarse.

Eliade creyó que, para lograr sus altas metas, tenía que ganarle a cada día más tiempo que el que tiene una persona normal para la vigilia, es decir, más que las 16 horas que el ser humano vive a diario cuando no está durmiendo las 8 horas que se requieren para un buen descanso. De este modo Eliade empezó a dormir cada vez menos. Cada mañana hacía sonar el despertador dos minutos antes que la mañana anterior. Así, luego de meses, fue reduciendo el tiempo de sueño, hasta llegar a dormir sólo 4 horas y media.

El resultado fue que empezó a sentir vértigos producto de no estar teniendo suficientes horas de descanso; por lo que, hombre inteligente desde joven, abandonó la “lucha contra el sueño”, por considerarla nociva. Sin embargo, con el paso de los años, y aunque dejo de luchar contra el sueño, Mircea Eliade no dejó por ello de convertirse en todo lo que él llegó a ser en talla mayúscula: antropólogo, historiador, filósofo, filólogo, mitógrafo, dramaturgo, pedagogo, profesor universitario, crítico literario, novelista, biógrafo, periodista, orientalista, e incluso yogui.


Trabajando cansado, pierdes más tiempo que si descansaras

El sueño no está reñido con el éxito, sino al contrario. Las horas de descanso son aliadas que fortalecen el cuerpo y la psiquis, y permiten una mayor fuerza de emprendimiento para alcanzar objetivos. Algo importante en este sentido es proponernos objetivos alcanzables y no inalcanzables. Los objetivos inalcanzables o poco realistas, más allá de las fuerzas de un ser humano normal, sí que es posible que te obliguen a quitarle horas al sueño, y aun así puede que tampoco los consigas. Es preferible descansar, que intentar trabajar cansado. Existe una relación directa entre trabajar cansado creyendo la ilusión de que así se gana tiempo, y en realidad perder más tiempo que si te tomaras un tiempo para descansar.

La célebre encuesta America Insomnia Survey (AIS), a partir del estudio de una amplia muestra de personas estadounidenses adultas (mayores de 18 años), todos empleados suscritos a planes de salud, estableció patrones estadísticos importantes con respecto a la relación entre el insomnio, las pocas horas de sueño, y la falta de rendimiento laboral.

Aprovechando los resultados de dicha encuesta, se han realizado diversos estudios. Uno de ellos, titulado «El insomnio y el desempeño de los trabajadores estadounidenses: resultados de la encuesta America Insomnia Survey», analiza la relación entre el insomnio y el ausentismo en el trabajo, e incluso la relación entre el insomnio y el “presentismo” en el puesto laboral, es decir, cuando el trabajador no se ausenta de su puesto por insomnio, pero mantiene un rendimiento muy bajo con respecto a trabajadores sin trastornos del sueño. El estudio al que acabamos de referirnos llegó a conclusiones muy interesantes con respecto a la relación entre la falta de descanso y la capacidad de trabajo.

Según el estudio, la pérdida de rendimiento laboral producida por el insomnio es más notable en casos de presentismo que de ausentismo. Asombroso, ¿no? El impacto del insomnio en el bajo rendimiento laboral para el caso de trabajadores ausentistas fue menor que en el caso de trabajadores presentistas. Esto significa que, cuando una persona no tiene las horas de descanso suficiente, no consigue trabajar incluso si lo intenta, por lo que el ausentismo es ligeramente menos grave que el presentismo. El estudio además intentó aportar estadísticas de correlación entre el insomnio, el bajo rendimiento laboral y las pérdidas a la economía del país, y concluyó que se producen pérdidas de hasta $63,200,000,000 por ese concepto.

Por qué son necesarias las horas de pausa en la jornada laboral

Las pausas dentro de la jornada laboral son casi tan importantes como las horas de descanso durante la noche. Por préstamo del inglés, en español con frecuencia se le denomina “break” (‘pausa’, ‘descanso’, ‘interrupción’, ‘corte’, etc.) a una pequeña parada que se hace durante cualquier actividad cotidiana importante, incluido el trabajo. Pero, en especial si estás en la jornada laboral, la pausa no puede hacerse de cualquier modo, sino que se pone en práctica mejor si se siguen ciertos secretos de los que en breve hablaremos.

Una parada dentro de la jornada laboral, si bien no remplaza las importantes horas de descanso durante la noche, sí garantiza “recargar las pilas” al menos parcialmente. Esto es importante para las personas dentro de cualquier empleo, pero especialmente para aquellos puestos de trabajo en que se está en una situación delicada o potencialmente peligrosa, como conducir vehículos (de carga, de transporte público, etc.), operar maquinaria pesada, filosa o punzante, trabajar con sustancias contagiosas, corrosivas, explosivas o dañinas, etc.

Gracias a realizar pausas durante la jornada laboral, se reduce la posibilidad de adquirir trastornos relacionados con el estrés laboral, el sedentarismo, o las posturas estáticas prolongadas, que además de reducir la dinámica del sistema circulatorio, estancan el flujo linfático y reducen la capacidad inmunitaria del cuerpo. Gracias a las pausas durante el trabajo, a pesar de que no se trate de actividades fuertes, se garantiza el doble beneficio de promover un determinado gasto calórico. A largo plazo, las pausas activas durante el trabajo marcan una diferencia con respecto a evitar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.


10 formas inteligentes de insertar una pausa durante el trabajo

Como decíamos al inicio de este artículo, es muy conveniente insertar pausas durante la jornada laboral. Pero como seguro ya sabes, no siempre es posible tomar un descanso durante el trabajo. Aquí tienes varios consejos y trucos para insertar breves pausas en el trabajo sin necesidad de ir contra las reglas.

1) Pedir permiso para tomar una siesta

En ocasiones puedes experimentar cierta somnolencia durante la jornada laboral, sea en la sesión de la mañana o especialmente a media tarde, después de la pausa del almuerzo. Y como tal vez ya sabes, cuando hay exceso de sueño durante el trabajo, el rendimiento baja. Si tienes la posibilidad de contar con unos minutos (aunque sean 5 o 10) para echar una breve siesta, verás como la somnolencia desaparece y el ánimo casi siempre se restablece como por arte de magia.


Pero siempre que te sea posible, no duermas a escondidas o furtivamente, porque de ese modo dormirás con sobresalto y no aprovecharás bien ese descanso tan breve. Tal vez sea mejor pedir permiso a quien corresponda, para tomar una siesta breve, alegando que la necesitas para poder producir más. Debido a motivos como estos, hay empresas que han implementado espacios dentro de la instalación laboral, donde los trabajadores pueden hacer pausas si las necesitan. Si tienes algún cargo de dirección en la empresa, no dejes de tomar esto en cuenta. Esta práctica novedosa y aparentemente dispersante, lejos de reducir el rendimiento, aumenta la capacidad de trabajo, estimula la creatividad y fomenta las buenas relaciones entre compañeros de trabajo.

2) Descanso activo durante el trabajo

Últimamente se ha puesto de moda el concepto de pausa activa. La especie humana, si bien es sedentaria desde hace milenios, no está 100 % diseñada para ser sedente. Un exceso de inactividad siempre es tan dañino como un exceso de actividad. Lo que se denomina pausa activa, no necesariamente se reduce al horario laboral, aunque puede incluirlo. Se trata de tomar breves descansos de alrededor de 5 minutos, durante los cuales se realicen ejercicios muy sencillos, tales como:

·        Estiramientos de los miembros del cuerpo. Es semejante a lo que hacemos al levantarnos, pero ahora de manera más prolongada y consciente.

·        Contraer primero (y a continuación relajar) los músculos del cuerpo, en especial los que se sientan tensos.

·        Rotar o flexionar las articulaciones, en especial las articulaciones más sometidas a peso, como el cuello y la cervical, la columna en general, la cintura, los codos, las rodillas, los tobillos, etc.

Estas formas de descanso activo tienen el objetivo de compensar la falta de movimiento físico durante alguna actividad que sea sedentaria en exceso. Está demostrado que las pausas activas fomentan la productividad y la creatividad (especialmente si tu trabajo es de tipo intelectual, artístico o creativo), reducen el sedentarismo, la ansiedad y el estrés, e incluso fomentan las buenas relaciones entre colegas.

3) Cambiar hacia una actividad menos creativa

Algunos grandes intelectuales han confesado que a veces, para aprovechar el tiempo, cuando están fatigados de cierto trabajo creativo, cambian hacia un trabajo menos creativo o un poco más mecánico, y que eso equivale a un descanso para la mente sin necesidad de detenerse del todo. Si tu trabajo es de este tipo (creativo, intelectual, investigativo, contable, etc.), puedes tomar ese consejo y hacer un cambio de actividad de una más creativa a una más mecánica, y posiblemente tu mente descanse con eso. Si te fijas, técnicamente ni siquiera estarás deteniendo la jornada laboral.


4) Cambio de ritmo de sentado a de pie y viceversa

Alternar entre la posición de sentado y de pie, resulta muy conveniente para que las personas que trabajan sentadas o paradas descansen el cuerpo. Todo dependerá de cuál sea tu posición habitual durante el trabajo. Si trabajas sentado, intenta encontrar, más o menos cada un par de horas, algún motivo para levantarte y cambiar a posición de pie, o incluso caminar un poco. Estos motivos pueden ser:

·        Ir a tomar agua, café o alguna bebida.

·        Consumir algún snack y compartirlo con los colegas del trabajo.

·        Darle asistencia a algún colega de trabajo.

·        Ir al baño (es el instante perfecto para hacer el ejercicio que recomendaremos en el punto 9).

·        Mirar por la ventana (es un momento ideal para hacer el ejercicio que recomendaremos en el punto 10).

En cambio, si trabajas de pie, debes encontrar algún motivo para poder sentarte. Por ejemplo: ajustarte los zapatos, arreglarte la ropa, leer algún documento de trabajo, etc. De un modo u otro, tu cuerpo te agradecerá esos descansos.

5) Asumir la respiración consciente como pausa

Una pausa para relajarte y reposar, no necesariamente requiere que interrumpas el trabajo. A veces puede tratarse solamente de incorporar una de esas actividades que podemos hacer en conjunto con la actividad principal que estemos realizando durante el trabajo, sin restarle atención. Un ejemplo típico de esto es la respiración. La respiración es una de las funciones corporales que, o bien podemos realizarla con plena conciencia, o bien podemos realizarla a media conciencia, o incluso, cuando nos quedamos dormidos o durante una parte inatenta del día, la respiración “se hace sola”, es decir, la realiza el sistema nervioso neurovegetativo.

Es por eso que los ejercicios de respiración se pueden incorporar perfectamente durante otra actividad. Los ejercicios de respiración se han usado durante miles de años, especialmente en el mundo oriental. Existe toda una rama del Yoga que se denomina pranayama, y que consiste en realizar ejercicios especializados de respiración. Como pausa de respiración durante el trabajo, te recomendamos hacer lo siguiente:

·        Estés haciendo lo que estés haciendo, empieza a respirar de forma más consciente. Esto es una ganancia en todos los sentidos, tanto para el cuerpo como para la mente.

·        Intenta que la inspiración y la espiración duren más o menos la misma cantidad de segundos.

·        Después de cada inspiración, intenta retener el aire durante alrededor de la misma cantidad de segundos que dure la inspiración.

·        Luego de cada espiración, intenta insertar la misma cantidad de segundos sin mover el aire (aunque sin aguantarlo), y luego inspira.

·        El objetivo de esto es que la respiración quede dividida en 4 momentos de una duración aproximadamente igual: Inspiración - Retención - Espiración - Nada.

Este tipo de respiración consciente y pareja, te ayudará a relajarte, pero a la vez te pondrá la mente más alerta, y te será útil para descansar el cuerpo a pesar de que en ese momento no hagas una verdadera pausa para descansar. Y si sabes un poco de Yoga, puede ponerlo en práctica.


6) En vez de merendar fuerte, merendar ligero y descansar

Si en el momento de merendar a media mañana necesitas ir lejos a hacerlo, puedes tomar en cuenta traer la merienda de casa, y aprovechar el tiempo sobrante para descansar. Parece casi una tontería descansar de 5 a 10 minutos (que tal vez es el tiempo que ganas siguiendo este consejo). Pero en realidad el cuerpo agradece ese breve reposo matinal.

7) Descanso en horario de almuerzo

Uno de los momentos más indicados para tomar un descanso durante la jornada laboral, es el horario de almuerzo. Lo normal es que las leyes laborales incluyan con carácter obligatorio una pausa relativamente larga en el horario de la comida de mediodía. El objetivo de esto es precisamente que los trabajadores puedan descansar un poco. Esto ayuda a conservar la salud y a evitar errores o accidentes de trabajo.

Así que puedes aprovechar la pausa de horario de almuerzo para reposar, o incluso para echar una siesta de algunos minutos y descansar el cuerpo. Pero te damos un buen consejo: Si has tomado una siesta durante el tiempo de descanso en el trabajo, especialmente si es luego de almorzar, asúmela como si hubieras acabado de levantarte en casa. Es decir, date un viaje relámpago al lavabo y aséate la cara y la boca, para que mantengas la elegancia en las maneras frente a tus colegas. Además, no extiendas demasiado la siesta, ya que dormir mucho a esa hora del día podría afectar las horas de descanso durante la noche.

8) Tomarte un tiempo para descansar la vista

Uno de los problemas más acuciosos de la actualidad es el cansancio de la vista, como producto del uso o del exceso de uso de pantallas de dispositivos. Hay personas que pasan todo el día con la vista en pantallas de ese tipo, ya sea por entretenimiento o por motivos de trabajo. El caso es que resulta buena idea darles a los ojos un descanso, retirándolos del enfoque en la pantalla y dirigiendo la vista hacia otro lado.

Puedes simplemente cerrar los ojos y pasarles suavemente la yema de los dedos a través de los párpados. Eso en sí ya es una forma de descanso. Sin embargo, lo más conveniente sería dirigir la vista hacia otro lado, en especial hacia un espacio abierto, y lo óptimo es que sea un punto bien lejano hacia el horizonte. Comprobarás qué relajante es este ejercicio.


9) Hacer ejercicios al ir al baño

En cualquier momento en que necesites ir al baño mientras trabajas, puedes insertar esta pequeña serie de ejercicios que te ayudarán a hacer una pausa, a tomarte un descanso para el cuerpo y a estirar los músculos. Ya de por sí, al levantarte e ir hasta el baño, estarás insertando un cambio de ritmo y de postura (de posición de sentado a de pie, como vimos en un punto más arriba) que te ayudará a descansar el cuerpo y la mente. Pero añadir los siguientes ejercicios no está de más:

a)      Realiza varias torciones de cuello.

b)      Realiza varias torciones de tronco.

c)      Realiza rotaciones de rótula y de tobillo.

d)      Y para culminar, realiza un ejercicio un poco más fuerte: Alza los brazos estirados a ambos lados del cuerpo hasta la altura de los hombros, y manteniendo así los brazos, alza alternativamente una pierna y luego la otra, hasta que las rodillas logren sobrepasar un poco la cintura. Mientras haces este ejercicio, intenta mantener el tronco erguido y sin bajarlo.

10) Ir a hacer alguna diligencia a la calle

En algunos empleos se estila ir a la calle a realizar alguna diligencia. Si puedes asumir ese rol, será una estupenda oportunidad para cambiar de ritmo y salir a caminar un poco a la calle. A veces el descanso no es sólo sentarse o tumbarse: también puede ser realizar lo contrario, salir a la calle a caminar.

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