¿Qué es el biorritmo y cuál es su relación con el sueño? | Blog Nubett

¿Qué es el biorritmo y cuál es su relación con el sueño? | Blog Nubett

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Seguramente habrás escuchado la palabra biorritmo, y tal vez hasta te hayas hecho la pregunta de qué es el biorritmo. En el artículo de hoy trataremos este tema de interés, porque nos ayudará a comprender y a mejorar nuestra vida cotidiana. Se denomina biorritmo a 3 tipos de ciclos que se echan a andar desde nuestro nacimiento, y que se mantienen funcionando con un ritmo constante durante toda la vida. Cada uno de estos ciclos tiene un tiempo de duración constante y propio, que veremos en detalle más abajo.

Los 3 tipos de biorritmo se corresponden con los niveles físico, emocional y mental del cuerpo. Conocer qué es el biorritmo será muy útil para comprender por qué, con el paso de los días, vamos cambiando el estado de ánimo, la claridad mental, o por qué nuestras fuerzas físicas se fortalecen o decaen. También veremos cómo influye el biorritmo en nuestro descanso, algo que ocurre mucho más de lo que podamos creer. En Nubett queremos que estés al tanto de las últimas tendencias de descanso y salud, y por eso hoy develaremos los secretos de qué es el biorritmo y cuál es su relación con el sueño.

¿Qué es el biorritmo?

Para comprender qué es el biorritmo, viene bien conocer la etimología de esta palabra. Se compone de dos vocablos griegos: bios y rhythmos. Bios significa ‘vida’, mientras que rhythmos se refiere una cadencia regulada que se asocia generalmente con las artes musicales y la poesía, pero que en este contexto alude a los ciclos de la vida. Según la teoría de los biorritmos, la vida del ser humano está influenciada o regida por 3 tipos de ciclos rítmicos que se echan a andar desde el momento del nacimiento y funcionan vibratoriamente a modo de onda, hasta el momento de la muerte. Esto ciclos inherentes a la vida, son los que controlan o inician varios procesos biológicos y el comportamiento humano.

Los biorritmos o ritmos biológicos se producen por medio de cambios cíclicos de la composición bioquímica corporal, de la fisiología y de los estados conductuales. Estos mecanismos son endógenos, es decir, están determinados por la genética y se manifiestan de adentro hacia afuera. Aunque el organismo sea aislado de su medio natural, los cambios periódicos continúan. Las características principales de los biorritmos se basan en la duración del ciclo completo, y en que tienen una fase de inicio y otra de fin de ciclo, con implicaciones diversas. Los ciclos cambian de fase según el tiempo de duración de cada uno, lo que genera diversas interacciones entre estos y afectan el campo físico, emocional y mental.

La mayoría de los estudiosos de los biorritmos está de acuerdo en que hay 3 ciclos básicos de biorritmo:

·        El ciclo físico.

·        El ciclo emocional.

·        El ciclo intelectual o mental.

Hay otros estudiosos que afirman que se pueden observar ciclos alternativos, tales como el de la intuición, el de la consciencia, el de la estética o el de la espiritualidad. Otros ven el origen de los ciclos complementarios o alternativos en una combinación de los 3 ciclos básicos listados arriba. Por otra parte, hay quienes defienden que los biorritmos también están estrechamente relacionados con la bioelectricidad que surge de la fisiología de los diferentes tejidos corporales. Para estos últimos estudiosos, los biorritmos están basados en la existencia de vibraciones orgánicas que son: corporales, cerebrales y nerviosas.

No podemos dejar de decir que hay muchos investigadores que consideran a los estudios del biorritmo una pseudociencia, y argumentan que aún están por demostrarse científicamente algunos de sus preceptos. Sin embargo, los estudiosos del biorritmo siempre han sido interdisciplinares, ya que esta temática se aborda desde la psicología, la medicina, la biología, la fisiología, etc. No son pocos los investigadores que, desde diferentes ramas científicas, han aportado algo al estudio de los biorritmos. En conclusión, es una rama que tiene tanto detractores como seguidores.

Experiencias prácticas y experimentales con los biorritmos

Aunque la teoría biorrítmica combinada no ha sido aún demostrada en términos de causalidad glandular, muchos médicos y biólogos reconocen la existencia de los biorritmos. De hecho, los efectos de los biorritmos combinados han sido estudiados desde finales del siglo XIX hasta nuestros días. Los biorritmos se generan por el efecto de fuerzas de estímulo químicas y sensoriales, que se producen en el interior del organismo y tienen una variación periódica.

El estudio del biorritmo permite conocer cuál será el estado físico, emocional, intelectual e intuitivo de la persona en un día específico. Por eso, conocer qué es el biorritmo ayuda a saber con antelación cuáles serán los mejores días para realizar ciertos tipos de actividades, o para tomar alguna decisión importante o iniciar algún nuevo proyecto. En la práctica, las actividades relacionadas con el mundo del biorritmo, pueden llegar a ser muy efectivas y a mejorar el estilo de vida de muchas personas. Hoy en día se calcula que alrededor de 9 millones de personas utilizan el biorritmo para mejorar su calidad de vida.

Algunas de las investigaciones que se realizan hoy en día sobre el biorritmo, se llevan a cabo en el campo de la endocrinología. Aunque todavía no se conocen las causas que hacen moverse a los relojes biológicos del cerebro, sus efectos sí han podido ser plenamente observables, incluso predecibles. Debido a esto, se ha demostrado que los biorritmos repercuten en la conducta humana.

El fenómeno conocido como “diferencia horaria”, se descubrió a finales de los años 50, cuando comenzaron los vuelos a través de lejanas zonas horarias. Se demostró que el equipo de azafatas y pilotos mostraban una periodicidad química que no tenía nada que ver con los horarios diurnos y nocturnos del lugar adonde llegaban. Esto provocaba desorientación, y en especial las azafatas se volvían muy irritables. Se demostró que el régimen variable de luz influenciaba directamente en los biorritmos menstruales, que se hacían más impredecibles. Desde entonces muchas aerolíneas comenzaron a medir el biorritmo de sus pilotos y personal, para minimizar las repercusiones de los ciclos en el rendimiento. En la actualidad muchas compañías siguen manteniendo esa práctica.

Es curioso mencionar que una compañía de vuelos de Japón calcula los biorritmos de sus pilotos, con el objetivo de programar los vuelos en los días en que tengan mejor estado. Así garantizan un vuelo con menor riesgo de error por parte de los pilotos. Por todo lo expuesto hasta ahora, es que en Nubett estamos tratando hoy este interesante tema de los biorritmos. Además, nos interesa en particular conocer la relación que tienen con el sueño.

Existe un estudio titulado «Análisis crítico de los biorritmos y su efecto en los accidentes industriales en las unidades de fabricación de fundición de Agra», que fue realizado por especialistas de la Facultad de Ingenierías de Agra, la India. En dicho estudio se demuestra la relación entre el biorritmo y los accidentes laborales de alta envergadura. Se analizaron 462 accidentes durante los últimos 5 años en la empresa, usando para ello una tabla comparativa. Gracias a la tabla se demostró la estrecha relación que existía entre los días críticos de los trabajadores y los accidentes laborales.

Cuáles son y cómo nos afectan los 3 tipos de biorritmos básicos

Para entender qué es el biorritmo de una persona, hay que comprender que el cuerpo humano funciona por medio de diversos mecanismos cíclicos que van alternando rítmicamente de un estado activo a uno pasivo. Ejemplo de ciclos muy evidentes del cuerpo son la respiración o los latidos del corazón. Existe una serie de procesos internos que también ocurren cíclicamente y de los cuáles no se es tan consciente. Sin embrago, este tipo de ciclos regulares afectan nuestras capacidades y actitudes sin que nos demos cuenta. Los tipos de ritmos biológicos que funcionan en el organismo humano son:

·        Infradianos: Son ciclos con un período de variación inferiores a la duración de 1 día. Ejemplos: la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardiaca, o la actividad eléctrica cerebral.

·        Circadianos: Son ciclos que tienen un período de variación de 24 horas o 1 día. Ejemplos: los ciclos del sueño y la vigilia, los cambios de la temperatura corporal, la secreción de algunas hormonas como la de crecimiento, la de cortisol, la melatonina, etc.

·        Ultradianos: Son ciclos que tienen un período de variación superior a las 24 horas. Ejemplo, los cambios asociados al ciclo menstrual y la ovulación.

Como hemos dicho, los tres biorritmos básicos con el físico, el emocional y el intelectual o mental. Cada uno de estos ciclos tiene un tiempo de duración específico de días, e influye en una determinada área del comportamiento humano. Los biorritmos se pueden incluir dentro de los ritmos biológicos ultradianos, ya que su período abarca más de 1 día. Desde el mismo día del nacimiento echan a andar estos 3 ciclos básicos que marcarán la vida. Cada ciclo se divide en 3 movimientos: pasivo o bajo, activo o alto y crítico. Veamos en qué consiste y cuáles son las implicaciones de cada uno de los biorritmos.

Biorritmo físico

Tiene un período de duración de 23 días. Se divide en 11 días y medio para la fase positiva y 11 días y medio para la fase negativa. Este ciclo está relacionado con la vitalidad y la energía que predispone a todo lo relacionado con el cuerpo. Influye en las cuestiones de salud, la fuerza, la destreza física y el bienestar. Según el creador de esta teoría, el biorritmo físico es además el ritmo masculino que rige la sexualidad y la virilidad en el hombre.

Cuando el biorritmo físico se encuentra en una fase elevada, estamos llenos de energía y resistencia. Aumenta la aptitud para realizar deportes o actividades que requieran esfuerzo, y sentimos más fuerza interna. También mejora la capacidad comercial y el razonamiento lógico.

En cambio, cuando el biorritmo físico está en una fase baja, el poder muscular disminuye y se es más vulnerable a enfermedades y lesiones. Es recomendable evitar los esfuerzos y no llegar a estados de agotamiento, ya que se puede perjudicar el sistema nervioso. Tampoco se recomienda realizar operaciones quirúrgicas en huesos, intestinos, ni genitales masculinos en esta fase, para evitar posibles complicaciones.

Biorritmo emocional

Tiene un período de duración de 28 días. Según el creador de esta teoría, es el ritmo femenino que rige el aparato reproductivo y los senos en las mujeres. Durante 14 días estará en la etapa positiva y en los otros 14 días estará en su fase negativa. El biorritmo emocional afecta los estados de ánimo como el optimismo, la euforia, la pasión y el amor. En la fase alta de este ciclo se experimenta necesidad y gusto de compartir con los demás. Aumentan la creatividad y las capacidades artísticas. Se fortalece la voluntad y la intuición.

En la fase baja o pasiva, las emociones pueden llegar a la depresión, la fatiga emocional, las ganas de estar solo, o incluso la irritabilidad. Es un momento de mayor sensibilidad ante las críticas o las situaciones vividas con los demás, lo que puede provocar rupturas o discusiones. Es un momento delicado para los problemas de presión arterial, circulatorios o coronarios. Tampoco se recomienda realizar en esta fase tratamientos de la piel, de estética o de belleza, ya que podrían presentarse problemas de inflamación, irritaciones, infecciones o hematomas.

Biorritmo mental o intelectual

Este tipo de biorritmo tiene un período de duración de 33 días, de los cuales 16 días y medio constituyen la etapa activa y los otros 16 días y medio son la etapa pasiva. Este ciclo influye en las capacidades mentales como el cálculo y el razonamiento. También afecta la memoria, el aprendizaje y la velocidad de reacción. Cuando está en esta fase alta o activa, el pensamiento es más veloz y utiliza mejor la lógica. Este será un buen momento para las percepciones y los juicios, para realizar estudios, manejar maquinarias pesadas o hacer actividades que requieran de mucha atención.

Durante la fase baja o pasiva de este ciclo, la mente se siente más lenta y se agota fácilmente con los problemas. También se encuentra en un estado de mayor distracción y embotamiento. No son días recomendables para manejar en la noche, porque se corre el riesgo de quedarse dormido. Tampoco es una buena etapa para firmar documentos importantes. No es recomendable en este momento realizar operaciones quirúrgicas que requieran anestesia local o general.

Importancia de conocer nuestro biorritmo

Aprender a conocer el biorritmo brinda algunas de las siguientes ventajas:

·        Ayuda a conocer cuáles serán las fechas en las que tendremos más energía.

·        Podemos tomar mejores decisiones cuando nuestros 3 ciclos básicos estén en la cima.

·        Evita imprevistos o accidentes, al alertarnos de que debemos tener más precauciones.

·        Permite aplazar eventos importantes, como viajes o celebraciones, cuando no tenemos el biorritmo alto.

·        Previene contra engaños, gracias a que podemos evitar tomar decisiones importantes si las condiciones del biorritmo no son las mejores.

·        Podemos recuperarnos más rápidamente de una operación cuando se lleva a cabo con el biorritmo alto.

·        Mejora la creación artística o literaria si aprovechamos cuando el biorritmo emocional y mental están más altos.

·        Facilita solucionar problemas complejos, ya que podemos aprovechar una buena etapa del biorritmo que tenga que ver con esa actividad.

·        Permite evitar roces o irritabilidad cuando el biorritmo emocional está más bajo o en cero.

·        Conocer los biorritmos permite aprovechar lo mejor que hay en nosotros, si utilizamos y racionamos óptimamente las energías de la vida.

·        Permite conocer los momentos más favorables al reposo o a la mayor actividad.

Cómo puedo leer las gráficas de biorritmos

Como hemos visto, conocer el biorritmo puede ser de gran ayuda en la vida cotidiana de cualquier persona. Hoy en día existen las calculadoras del biorritmo a las que se puede acceder de forma gratuita en internet. Lo demás está en saber leer e interpretar los gráficos que generan esas herramientas para cada uno de nuestros ciclos particulares de biorritmo. Los gráficos de biorritmo se expresan en forma de ondas sinusoidales, que tienen un punto máximo y un punto mínimo, y pasan por zonas medias (ese es el cero), donde se localiza el punto crítico de cada ciclo.

En general, leer las gráficas del biorritmo no es complicado. Cada ciclo de biorritmo se compone de 2 semiciclos, de los cuales uno es negativo y el otro positivo. Ambos semiciclos tienen la misma duración. Uno de los sectores es el positivo que inicia en el cero y va ascendiendo hasta incrementar y llegar al punto máximo, para luego descender y buscar el cero o punto crítico. A partir de ahí comienza el semiciclo negativo, que es debajo de cero. Este semiciclo llega a un punto bajo máximo y vuelve a subir hasta el cero. En este momento de ha cumplido un ciclo completo.

Los 3 componentes clave para entender una gráfica de biorritmo son:

·        Fase activa o positiva: Se localiza en la parte superior del eje horizontal central, o sea, por encima del punto cero. Es el momento en el que las habilidades relacionadas con ese tipo de biorritmo se encuentran en su punto más alto.

·        Fase pasiva o negativa: Se localiza en la parte inferior del eje central, o sea, por debajo del punto cero. Es el momento en el que las habilidades relacionadas con ese tipo de biorritmo se encuentran en su punto más bajo.

·        Día crítico: Es el día en que la curva o ritmo en particular va a cambiar de la fase activa a la pasiva, o sea, que la curva viene descendiendo de arriba hacia abajo. En este momento el cuerpo está intentando ajustarse al cambio de fase, por lo que este día crítico puede ser algo vulnerable, y hay que prestarle especial atención. Las habilidades asociadas al ritmo en particular pueden estar en su punto más bajo. Hay también puntos críticos en el extremo superior (crestas) e inferior (valles) de las curvas. Cuando están en la cresta, las habilidades estarán en su máxima expresión, mientras que cuando están en el valle, se encuentran en la mínima expresión.

Historia de la teoría del biorritmo

La teoría del biorritmo fue naciendo a partir de las observaciones, experimentos e investigaciones de varios médicos a lo largo de la historia. Pero fue a finales del siglo XIX que se perfiló, con mucha más claridad, el hecho de que la vida de los seres humanos está regida por ciclos rítmicos que afectan tanto lo biológico como lo anímico y lo mental. Veamos brevemente cómo surge la teoría del biorritmo. 

Orígenes

Desde los tiempos de Hipócrates (s. V-IV a. C.), se dieron los primeros pasos de lo que se convertiría muchos siglos después en la teoría de los biorritmos. El padre de la medicina observaba los distintos cambios que durante el trascurrir de los días experimentaban sus pacientes, quienes podían pasar de estados negativos a estados positivos rítmicamente. De aquí surgió su famosa teoría de la alteración de los humores.

Otro antecedente importante de la teoría de los biorritmos lo encontramos en el año 1729, cuando el físico francés Jean Jacques d'Ortous de Mairan realizó un experimento con la planta mimosa púdica. Observó que la misma abría sus hojas en las horas de luz y las cerraba en la noche. Esto indicaba empíricamente que la planta reacciona a la luz. Sin embargo, este investigador se llevó una sorpresa al poner la planta en plena oscuridad y descubrir que seguía abriendo y cerrando sus hojas. Esto le hizo intuir la posibilidad de suponer que los seres vivos tenemos un reloj biológico endógeno, que marca ciertos ciclos durante el desenvolvimiento de la vida.

Siglo XIX

No fue hasta finales del siglo XIX cuando se perfilaron las bases para la teoría del biorritmo. En esta época destacan dos investigadores que, por caminos diferentes y sin haberse puesto de acuerdo ni siquiera conocerse, llegaron a la misma conclusión con respecto a los ciclos del biorritmo. Estamos hablando del Dr. Hermann Swoboda, de Viena, y de Wilhelm Fliess, de Berlín.

Entre 1897 y 1902, el profesor de Psicología de la Universidad de Viena, Dr. Hermann Swoboda comenzó a investigar lo que después se conocería como ritmos básicos en el hombre. Swoboda tenía una especial curiosidad por los cambios cíclicos que observaba en sus pacientes. Estos cambios abarcaban tanto lo emocional como lo fisiológico. Encontró una periodicidad en las fiebres, la recurrencia del dolor, en los ataques cardiacos y en los procesos inflamatorios.

Swoboda también estudió a las mujeres lactando y las etapas de crisis que les sobrevenían unos días después de dar a luz, cuando daban el pecho a sus bebés. Entre los libros más importantes de este investigador se encuentran La periodicidad de la vida del hombre y Los días críticos del hombre. En este último libro describe una manera de calcular a mano los días críticos en la vida de cualquier persona. Con el objetivo de facilitar la investigación a otros doctores y lograr predecir los procesos emocionales y biológicos, Swoboda creó una regla deslizante en la que se podía encontrar el estado de los ciclos de 28 y 23 días fácilmente, si se conocía la fecha de nacimiento del paciente.

En la misma época y sólo a aproximadamente 500 kilómetros de Viena, en Berlín, el médico Wilhelm Fliess (1858-1928) realizaba las investigaciones que también lo llevaron a concluir que existen ritmos cíclicos en el ser humano. Fliess era un médico especialista en otorrinolaringología que tenía un gran interés por las investigaciones científicas, a tal punto que llegó a ser presidente de la Academia Alemana de Ciencias en 1910. Sus intereses en el campo del biorritmo nacieron cuando se dio a averiguar por qué algunos niños no se contagiaban de fiebre, y pasados unos días sí enfermaban. Así observó ciclos que se repetían en los síntomas de erupción de las fiebres.

Llegó al resultado de que había ciclos físicos de 23 días y ciclos emocionales de 28 días, que resultan fundamentales en la vida de todo individuo. El ciclo de 23 días lo llamó “masculino”, debido a que influye en la fuerza física y la vitalidad. Al ciclo de 28 días lo llamó femenino, porque coincide aproximadamente con el ritmo del ciclo menstrual femenino y gobierna la sensibilidad, la intuición, el amor y la creatividad. Estas ideas las plasmó en su libro El curso de la vida, en el que despliega una buena cantidad de métodos matemáticos y estadísticos. Según Fliess, ambos ciclos, a pesar de denominarlos “masculino” y “femenino”, se encuentran en hombres y mujeres en la misma medida.

La parte más matemática de sus investigaciones las desarrolló gracias al apoyo de su amigo médico y matemático Hans Schlieper. Fliess fue también un expaciente y amigo de Sigmund Freud. Freud, desde el inicio, abrazó las ideas de Fliess, e incluso colaboró con las investigaciones haciéndole llegar al médico documentos con información sobre los ciclos de su vida y la de su familia. Estos archivos sobre los ciclos vitales de Freud y su familia, fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial.

Siglo XX

A las investigaciones sobre la teoría del biorritmo, se suma otro profesor de ingeniería de la Universidad de Innsbruck, el Dr. Alfred Teltscher. En los años 20 del siglo XX, Teltscher observó que sus estudiantes tenían días “buenos y malos” que oscilaban en un ritmo fijo de 33 días. A partir de esa observación, argumentó que la capacidad mental del cerebro humano y su habilidad para incorporar y comprender información fluctúa en ciclos de 33 días. De este modo explicaba el rendimiento variable de los estudiantes de su clase, que en ciertos períodos absorbían fácilmente nuevos temas, mientras en otros momentos la capacidad de pensamiento les disminuía y ralentizaba.

Mientras, entre 1928 y 1935, en el otro lado del Océano Atlántico, en la Universidad de Pennsylvania, los doctores Rexford Hersey y Michael John Bennett, descubrieron un ciclo similar al de Teltscher. Rexford y Bennett investigaron durante varios meses los cambios emocionales de los trabajadores ferroviarios, y reportaron que había un ciclo con un ritmo de 33 a 35 días. Sus hallazgos se publicaron en el libro Las emociones de los trabajadores en el taller y en la casa. Así surgió el cálculo del tercer tipo de biorritmo, el intelectual.

En los años 60, un equipo de médicos de Suiza rescató la teoría de Fliess y la aplicó a pacientes para determinar cuáles son los días adecuados para realizar las intervenciones quirúrgicas. Aquí renace el uso de la teoría del biorritmo y comienza a expandirse a Alemania, Japón, Estados Unidos, Canadá, Francia y algunos países de Latinoamérica.

Comienza así también la difusión del Biorritmo Integral Personalizado, que posibilita conocer el estado del caudal energético de los pacientes o de cualquier persona en el orden físico, emocional y mental simultáneamente. En la actualidad, como vimos más arriba, muchas empresas utilizan las gráficas de biorritmos de sus colaboradores y trabajadores, para generar planes promedios adecuados según el estado en el que se encuentren. De este modo se evitan accidentes y aumenta el rendimiento.

Relación entre los biorritmos y la calidad del sueño

Como vimos hacia el principio del artículo, el ciclo de sueño y vigilia se encuentra dentro del tipo de ritmo biológico llamado “circadiano”. Estos son los ciclos que tienen una duración de 24 horas. Existen hormonas, como la melatonina, que se encargan de regular este ciclo. Cuando llega la noche, la producción de melatonina aumenta en varios órganos, tales como la glándula pineal y otros órganos extrapineales y no endocrinos, como la retina, la médula ósea, la piel, el cerebelo, etc.

En cambio, durante las horas de luz la producción de la melatonina se ve disminuida, por lo que es más fácil entrar en estado de vigilia. Este ciclo puede verse afectado por otros factores de nuestro biorritmo, y de este modo se puede comprometer la calidad de sueño.

Un ejemplo que evidencia que los biorritmos afectan la calidad de sueño, podría ser el siguiente. Durante los días críticos del ciclo del biorritmo emocional, podemos experimentar emociones negativas como depresión, angustia o infelicidad. Esto produce un descenso de las defensas naturales, lo que puede derivar en la manifestación de alguna enfermedad. También los ciclos de sueño y vigilia se pueden afectar, ya que este estado emocional puede provocar insomnios. El insomnio disminuirá la calidad del sueño, que también se verá afectada por cambios en las frecuencias cardiacas, en la temperatura corporal y en la producción de las hormonas del sueño como la melatonina, que puede ser inhibida por el aumento del cortisol.

También los biorritmos pueden afectar de forma positiva la calidad de sueño. Por ejemplo, cuando tenemos el biorritmo físico en una fase activa, nos sentimos con más fuerzas para realizar más actividades físicas. Durante el día podemos gastar la energía física, que provocará que lleguemos mucho más relajados al momento del sueño. Este estado va a facilitar que podamos conciliar el sueño y que este sea un poco más profundo. Al mismo tiempo, tendremos mejor ritmo respiratorio, más estabilidad cardiaca y mejor regulación en la temperatura corporal.

Estos y otros tantos ejemplos, demuestran que nuestro organismo actúa como un gran sistema. Nos conviene conocerlo y tratar de conducirlo por el mejor camino, para tener siempre una buena salud.

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