¿Qué porcentaje de la salud depende del sueño? | Blog Nubett
Disfrutar de un sueño de calidad es fundamental para mantener la buena salud corporal y mental. La salud está más relacionada de lo que imaginamos con tener un sueño reparador. Es por eso que aquí en el blog de Nubett te motivamos a que tengas un sueño saludable que incremente tu
vitalidad cada día.
Porcentajes de la salud y el sueño adecuado
Son numerosos los estudios científicos que han tratado de dilucidar y demostrar cuánto depende nuestra buena salud de tener un sueño de calidad. Hablando de porcentajes, podríamos decir que más de un 50 % de nuestra buena salud depende de tener un sueño de calidad.
Recordemos que pasamos un aproximado del 35 % de toda nuestra vida durmiendo (alrededor de un tercio del tiempo diario). Por lo que dormir es la actividad a la que más tiempo le dedicamos, aunque no lo parezca. Esto te dará una idea de lo importante que es para nuestro organismo tener un sueño de calidad todos los días.
La calidad en el sueño no es precisamente sinónimo de cantidad. Aunque parezcan lo mismo, calidad y cantidad son dos aspectos diferentes. Tener un buen sueño en términos de cantidad significa dormir la cantidad de horas que necesitemos según nuestra edad, y a veces un poco más (aunque no demasiado) si nuestro cuerpo lo necesita.
En cambio, tener un sueño de calidad significa disfrutar de un sueño en el que hayamos podido descansar bien, sin interrupciones externas y sin trastornos internos que obstaculicen nuestro descanso profundo. El sueño de calidad también incluye cantidad, en el sentido de lograr propiciarnos la cantidad de horas suficientes para tener un sueño reparador y saludable.
Relación entre no tener un sueño de calidad y los problemas del corazón
Los problemas cardíacos son de los padecimientos que más afectan la salud si no se tiene un sueño adecuado. Durante las horas de sueño la presión arterial disminuye porque el ritmo cardiaco es menor. Esto promueve un descanso para el corazón. Por el contrario, tener pocas horas de sueño o no tener un sueño de calidad de manera continuada, puede causar varios tipos de enfermedades relacionadas con el corazón.
La baja frecuencia cardiaca durante el sueño permite que la células y tejidos coronarios se reparen correctamente. No tener un sueño de calidad evita que ocurra esta regeneración. Una de las causas de la hipertensión arterial es la falta de un sueño saludable y reparador. La hipertensión arterial, además, es la fuente de otras enfermedades cardiovasculares como el ictus, el infarto al miocardio, entre otras.
Para evitar este tipo de trastornos provocados por la falta de una buena calidad de sueño, aprende cómo puedes mejorar tu descanso. Aquí en nuestro blog de Nubett puedes encontrar otros artículos relacionados con este tema. Tanto tu descanso como tu salud son importantes para nosotros.
Enfermedades habituales relacionados con el sueño
Además de las cardiovasculares, existen otras enfermedades que están estrechamente relacionadas con el sueño. Un sueño de calidad implica un absoluto aprovechamiento de las horas de descanso. Es decir, que puedas dormir la cantidad de horas adecuadas teniendo al mismo tiempo un sueño reparador.
Pero hay condiciones que afectan nuestra calidad de sueño, así como hay enfermedades que se derivan de no poder dormir bien durante las noches. Ambas cosas debes tenerlas muy en cuenta y combatirlas, de modo que te propicies un sueño de calidad y por tanto una buena salud.
Insomnio
Según varios estudios internacionales, la condición de insomnio la padece el 10 % de la población en edad adulta a nivel mundial. Esto resulta más importante de lo que parece a simple vista. Las condiciones de vida y el estrés de la vida cotidiana de un adulto pueden desembocar en el insomnio.
El insomnio es un trastorno del sueño que consiste en tener dificultades para conciliar el sueño durante las noches, o bien en dormir muy poco o levantarse de madrugada y no poder volver a dormir. Cuando este trastorno se hace crónico empieza a afectar nuestra vida diurna, así como nuestra salud.
Amanecer cansado, somnoliento, con el ánimo decaído, son algunas de las consecuencias del insomnio. Además, ocurre un aumento de la ansiedad, el estrés, la irritabilidad o la depresión. El insomnio también eleva las posibilidades de accidentes, ya sea en el tránsito o en el trabajo, porque hace que nuestra atención disminuya y fluctúe.
Sin embargo, el insomnio no es imposible de remediar. En nuestro blog de Nubett podrás encontrar consejos para mejorar esta condición si la padeces, o para evitar que te suceda y que siempre puedas tener un sueño de calidad.
Apnea del sueño
Otro de los trastornos que impiden que tengamos un sueño de calidad es la apnea del sueño. La apnea ocurre cuando durante el sueño la respiración se detiene y vuelve a comenzar repetidas veces. Existen básicamente tres tipos de apnea:
- La apnea obstructiva del sueño: Es la más común y ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan.
- La apnea central del sueño: Ocurre cuando el cerebro no envía bien las señales a los músculos que controlan la respiración.
- El síndrome de apnea del sueño compleja: Es la mezcla de las otras dos apneas.
Uno de los síntomas de apnea son los ronquidos, jadeos al respirar en la noche, tener dolores de cabeza al despertar, o sentir la boca reseca en las mañanas. La apnea impide que entremos en la fase profunda del sueño, por lo que reduce nuestra calidad de descanso. Al no tener un sueño de calidad, nuestro organismo no tendrá la reparación adecuada que debe ocurrir durante el descanso.
Para tener un sueño de calidad, debemos tratar las causas de los trastornos de la apnea con un especialista. Algunas de las causas son: La obesidad, tener el cuello grueso, la edad avanzada, el consumo de alcohol y de sedantes, la congestión nasal, etc.
Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 es una de las enfermedades más comunes que pueden aparecer por no tener un sueño de calidad con demasiada frecuencia, así como la falta de sueño puede aumentar el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 2 consiste en que el cuerpo no puede producir la cantidad de insulina adecuada, o bien no puede utilizarla de forma adecuada.
Se han hecho varios estudios en los que se ha podido observar que el no tener un sueño reparador crea en el organismo resistencia a la insulina. La insulina es la hormona que permite llevar el azúcar a las células. Cuando hay una elevada cantidad de insulina, las células se resisten, al tiempo que aumentan los niveles de azúcar en la sangre. Esto provoca un riesgo de padecer la diabetes tipo 2.
Por otro lado, la diabetes tipo 2 genera cosquilleo, y a veces dolores en las piernas y manos que disminuyen la calidad de sueño.
Obesidad
La obesidad es otro de los problemas de salud que más pueden afectar nuestra calidad de sueño. Es uno de los factores físicos que provoca la apnea del sueño, que ya explicamos más arriba. Esto hace que disminuyan los niveles de oxígeno en la sangre y se eleven los niveles de dióxido de carbono. Es conocido como el síndrome de hipoventilación y obesidad.
Por otro lado, es también conocido que la falta de un sueño de calidad y reparador provoca obesidad. Al no conciliar el sueño y no llegar al sueño profundo, se descompensa el equilibrio entre las hormonas leptina y grelina. Este par de hormonas son las responsables de controlar la sensación de saciedad y de hambre.
La leptina se produce en los adipocitos (células grasas). Al liberarse en la sangre, esta hormona anuncia que los adipocitos tienen suficiente grasa acumulada, por lo que inhibe el hambre. Se ha estudiado que la mala calidad de sueño, así como las pocas horas de sueño, reducen los niveles de leptina y aumentan los de grelina.
De este modo despertaremos con más hambre y con la necesidad de ingerir alimentos con altos niveles de calorías. Esto contribuye a un aumento de peso, que a la larga puede provocar obesidad que de otro modo hubiera podido evitarse.