Comparativa de colchón: látex vs viscoelástica | Blog Nubett

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El látex y la viscoelástica están entre los materiales más usados hoy en día para la fabricación de colchones. Seguro que muchas veces te habrás preguntado cuál es la diferencia entre ambos materiales, y con cuál de ellos se fabrica el mejor colchón. Debes saber que el mejor colchón es aquel que más se ajuste a tus necesidades de descanso. Tanto el látex como la viscoelástica tienen propiedades que resultan beneficiosas para algunas personas, pero no tanto para otras. De aquí la importancia que tiene conocer las características de cada material y saber las prestaciones que ofrece.

En Nubett queremos que sepas distinguir las características de un buen colchón que se adapte a tu forma de descanso. En este artículo te presentamos esta comparativa entre el látex y la viscoelástica, para que puedas conocer todo sobre los colchones y los materiales disponibles hoy en día en el mercado. ¡Esperamos que se te sea útil!

Origen del Látex. Mito del látex natural vs. sintético

En este apartado haremos una breve reseña de la historia y origen del látex, que ayude a comprender a profundidad qué tipo de material es. Luego veremos una comparación entre las propiedades del látex natural y el látex sintético.

Orígenes del látex en los pueblos precolombinos

Para conocer los orígenes del látex tenemos que volver la mirada hacia el árbol Hevea Brasiliensis, también conocido como “árbol llorón”, “árbol del caucho”, “árbol del hule” o shiringa. Este árbol es oriundo de América Central y de la selva amazónica. Era muy conocido y utilizado por los pueblos precolombinos, mucho antes de la llegada de los españoles. En esa época no se hacían plantaciones artificiales, sino que el material se obtenía de árboles silvestres.

Los primeros habitantes de estas zonas geográficas, como los mayas, aztecas, algunos pueblos del Caribe y los pueblos del Amazonas, usaron la savia o látex del Hevea Brasiliensis para hacer pelotas y suelas, para impermeabilizar vasijas o tejidos, para fabricar mangos de instrumentos, cintas elásticas, figurillas, entre otros usos. Según un artículo de la revista Arqueología Mexicana (No. 44, julio-agosto de 2000) titulado «Pelotas de hule mesoamericanas», las pelotas de hule más antiguas encontradas en América datan del año 1600 A. C. y fueron halladas en el sitio arqueológico olmeca El Manatí, Estado de Veracruz, México. Cabe destacar que la extracción del látex realizada por los pueblos nativos no ocasionaba desequilibrios, ni sociales, ni económicos, ni ecológicos.

¿Qué es el látex?

El látex es un polímero natural que se obtiene de extraer la savia que brota del árbol Hevea Brasiliensis, que ya mencionamos. Es una sustancia lechosa de color blanco amarillo que brota de la corteza de este árbol cuando se le realizan incisiones en forma de V o en espirales. Esta leche o sangre se conoce como hule, caucho o látex. Se recolecta amarrando al tronco unas vasijas, en las cuales gota a gota va cayendo el líquido que brota de la incisión realizada. El látex tiene una textura semilíquida y una alta densidad.

El látex fluye de forma abundante durante los primeros 25 años de vida del árbol. Un dato curioso es que esta savia lechosa es un desecho que produce el árbol, por lo que su recolección no daña la vida de la planta, sino que beneficia su salud y crecimiento.

Entrada del látex natural y sintético en el mundo moderno

Durante los primeros años de conquista europea el látex no fue tomado en cuenta. A pesar de que era un material que en Europa no existía y que no dejaba de llamar la atención a los conquistadores, el oro los cegaba tanto que no dieron importancia al látex en los primeros siglos. No fue hasta el año 1736 que el naturalista francés Charles-Marie de la Condamine empezó a estudiar las propiedades del látex durante un viaje a Ecuador. Posteriormente dio a conocer los resultados de sus investigaciones en la Academia de Ciencias de Francia.

El primer uso del látex en Europa ocurre en el año 1770, fecha en que el mecánico inglés Edward Naime pasó un fragmento de este material sobre un dibujo, el cual se borró. Así surgió la primera goma de borrar, al menos en la concepción moderna de este accesorio. Luego de este evento, el látex se empezó a usar en la fabricación de varios productos. Sin embargo, tenía varios inconvenientes: se volvía pegajoso o muy duro según el clima, tenía una apariencia porosa y adquiría mal olor en poco tiempo.

Buscando superar estos inconvenientes del látex, el inventor norteamericano Charles Goodyear dedicó 5 años a investigar las propiedades del novedoso material. En 1839, tras numerosos experimentos y pruebas, logró descubrir (algunos dicen que accidentalmente) el proceso que desde entonces se denomina “vulcanización del látex”, que se realiza sometiéndolo a azufre y agua caliente. Gracias a dicho proceso de vulcanización, el látex se vuelve más duro, más resistente a los cambios de temperatura, y ya no envejece tan pronto. Además, de este modo adquiere un aspecto de goma refinada muy duradera.

Más tarde, en el año 1880, el escocés John Boyd Dunlop inventará el neumático con cámara de aire, lo que constituyó una verdadera revolución para la industria automovilística y para la de fabricación de bicicletas. Unos años después, los hermanos Michelin presentan los neumáticos desmontables para motocicletas y automóviles. Esto significó un gran salto de confort, funcionalidad y estética. Aquellos neumáticos ya eran el germen de los que hoy conocemos.

Muy pronto la demanda de látex se volvió tan grande en Occidente, que la producción existente no era suficiente para abastecer el pujante mercado. Por eso a finales del siglo XIX y principios del XX, estalló la conocida “fiebre del caucho”, o más bien la primera de ellas. Comenzaba así una carrera desmedida por la explotación de las plantaciones del Hevea Brasiliensis en toda la cuenca amazónica, sobre todo en el área del Brasil y del Perú. En ese momento muchos nativos fueron esclavizados o trabajaban por míseros salarios para los europeos que exportaban grandes cargamentos de látex al Viejo Continente. La implicaciones sociales, económicas y culturales que trajo el “oro blanco” (como se le decía al látex), dejaron una huella indeleble en la historia de estas naciones.

Fue en el año 1909 que el químico alemán Friedrich Hofmann logró fabricar látex sintético. Su descubrimiento tomaba como base el hecho de que la composición del caucho natural se conforma de varias cadenas de hidrocarburos. Lograr sintetizar el látex a partir de productos derivados del petróleo le dio un giro a la industria a nivel mundial. Poco a poco el látex sintético fue ganando terreno en la industria, hasta el punto de lograr sustituir buena parte de las producciones que se realizaban con látex natural. El látex sintético abarató también los costos de producción en diversos sectores industriales, incluidos el automovilístico y el de los neumáticos.

Surgimiento de los colchones de látex

Fue en los años 30 del siglo XX cuando se empezaron a dar los primeros pasos para usar el látex en la fabricación de colchones y otros equipos de descanso. Sin embargo, los primeros colchones de látex no aparecerían en el mercado hasta los años 60. A esto hay que añadirle que no tuvieron una gran aceptación por aquellas épocas, ya que los tradicionales colchones de muelles seguían siendo los más utilizados. Una costumbre tan larga y tan bien comprobada en la práctica, no se cambia en unos años, por muy provechoso que sea lo nuevo.

Hace pocos años que los fabricantes de colchones lograron dar un giro que elevó la calidad y el uso de los colchones de látex, tanto del natural como del sintético. Gracias al desarrollo de nuevas tecnologías que permitieron crear diferentes paneles de látex, los novedosos colchones de látex ganaron terreno en el mercado para siempre. Se caracterizan por su gran capacidad adaptativa, por la reducción de los puntos de tensión, por su elasticidad y su alta durabilidad.

Comparación entre el látex natural y el látex sintético

Entre el látex natural y el látex sintético existen algunas diferencias, y es importante conocerlas si es que quieres lograr comprar el mejor colchón entre todas las opciones del mercado. Para ayudarte en ese proceso, veamos a continuación una tabla comparativa entre ambos tipos de colchones y materiales.

COMPARACIÓN DE COLCHÓN: LÁTEX NATURAL Y LÁTEX SINTÉTICO

PROPIEDADES

LÁTEX NATURAL

LÁTEX SINTÉTICO

PROCEDENCIA DEL MATERIAL

Es la savia o leche natural que se extrae de la corteza del árbol Hevea Brasiliensis. Los colchones de látex natural suelen tener un sello de certificación internacional que avala el origen natural del producto. A veces tienen un poco de látex sintético, pero no pasa del 20 %.

Proviene de derivados del petróleo. Sus principales componentes son el butadieno y el estireno. A veces los colchones de látex sintético vienen mezclados con hasta un 20 % de látex natural.

DURABILIDAD

Tiene una alta durabilidad que va desde los 15 hasta los 25 años sin perder su capacidad de apoyo. No obstante, el tiempo total de vida va a depender de los cuidados y del nivel de uso que se le dé al colchón.

Tiene menor durabilidad que los colchones de látex natural. Su tiempo de vida oscila entre los 10 y los 15 años. También la duración total depende del nivel de cuidado y de uso que se le dé.

TRANSPIRACIÓN

Es muy transpirable. Pero se recomienda voltear el colchón cada cierto tiempo para lograr una mejor transpiración.

Transpira menos que el látex natural. No es adecuado para climas húmedos o calurosos. Cuando el látex sintético es de calidad, presenta celdas interiores que facilitan la transpiración.

PUNTOS DE PRESIÓN

Reabsorbe bien los puntos de presión generados por todo el cuerpo.

Reabsorbe bien los puntos de presión generados por todo el cuerpo.

PRECIO

Tiene un precio más elevado, que aumentará si el látex natural está certificado.

Su precio es menor que los colchones de látex natural.

FIRMEZA

Tiene una buena capacidad de firmeza, de nivel medio alto. Esto permite que el cuerpo no se hunda y que se pueda mover fácilmente. No obstante, es más blando que el látex sintético.

Es más firme que el látex natural. Tiene una capacidad de firmeza de nivel alto.

ADAPTABILIDAD

Es más elástico, por lo que tiene la capacidad de amoldarse bien a la forma de cada parte del cuerpo.

Es un poco menos elástico que el látex natural, aunque se adapta bastante bien al cuerpo.

TRANSFERENCIA DE MOVIMIENTO

No tiene transferencia de movimiento, y gracias a esto resulta ideal para dormir en pareja.

No tiene transferencia de movimiento, y gracias a esto resulta ideal para dormir en pareja.

ALERGENIA

Tiene cualidades antiácaros y antihumedad. Esto hace que sea ideal para personas que padecen alergias. Sin embargo, los que son alérgicos al látex propiamente, no deben usar este tipo de colchones.

Debido a su hechura por medio de sustancias sintéticas suele ser hipoalergénico. Sin embargo, si no tiene una buena transpiración, puede provocar alergias.

 

Viscoelástica o memory foam, de dónde proviene y sus características

La viscoelástica, también conocida como memory foam, es un material sintético surgido en los años 60 del siglo XX. Es el fruto de las investigaciones realizadas por dos científicos de la NASA, Charles A. Jost y Chiharu Kubavade, para crear un equipo de apoyo adecuado para los astronautas en sus viajes al espacio. El objetivo de este material era lograr reducir al máximo los puntos de presión que se generaban en los trajes de los astronautas en el momento de despegar y de aterrizar.

Curiosamente la viscoelástica nunca fue utilizada en programas espaciales. Las primeras aplicaciones de la viscoelástica fueron en la aeronáutica. Se utilizó para lograr que los asientos de los aviones fueran más confortables y seguros para pasajeros y pilotos.

Los primeros colchones fabricados con viscoelástica tuvieron un uso terapéutico. Se usaron para pacientes que necesitaban estar mucho tiempo en cama sin hacer actividades físicas. Gracias a la potente adaptabilidad de la viscoelástica y su capacidad para disipar la tensión, se evitaba o retrasaba la aparición de llagas o escaras que los colchones normales provocan por presión sobre la piel. Fue en la década de los 90 que la viscoelástica empezó a aplicarse a los equipos de descanso comunes, y se utilizó para fabricar el núcleo de los conocidos colchones de viscoelástica o memory foam.

 La viscoelástica destaca por su alta capacidad de adaptación. Es un material cómodo pero que al mismo tiempo tiene una firmeza adecuada. Fueron estas cualidades las que poco a poco le abrieron a la viscoelástica un espacio en el mundo del descanso y de la fabricación de colchones. Veamos en detalle cuáles son las características generales de la viscoelástica:

·        Se adapta bien a la forma del cuerpo.

·        Ayuda a disipar la tensión corporal.

·        Tiene capacidad de conservar la memoria o huella de la presión ejercida por un objeto (el cuerpo en este caso) sobre su superficie.

·        Dependiendo del tipo de viscoelástica, puede ser más o menos transpirable.

·        Es un material muy resistente.

·        Tiene propiedades termoadaptables, por lo que se adecua a la temperatura corporal. Esta cualidad la hace un tanto calurosa, ideal para climas fríos pero no tanto para los cálidos.

·        Es termosensible, ya que el material reacciona a los cambios de temperatura ambiente. En el frío se endurece y en el calor se ablanda.

·        Será de mejor calidad mientras mayor densidad y firmeza tenga.

·        Da una sensación de ingravidez, como si se estuviera durmiendo en el aire. Esto ayuda a que el sueño sea más profundo.

Tipos de viscoelástica o memory foam

La memory foam o viscoelástica es una espuma sintética que está integrada por poliuretanos. Aunque en ocasiones se le añaden productos naturales a su composición (es la denominada “viscoelástica de tercera generación” o “viscoelástica natural”, que puede contener aceite de soja), estos no pasan del 10 o 15 % del total.

Existen dos tipos básicos de viscoelástica, que se diferencian por una forma de fabricación que imprime características específicas al colchón. Hay además un tercer tipo de viscoelástica con un tratamiento del gel aplicado, que se denomina viscogel. Veamos entonces cómo se componen los 3 tipos de viscoelástica.

1) Viscoelástica espumada o de poro abierto

En este primer caso la mezcla que compone la viscoelástica se vierte en un molde que tiene la superficie abierta. Luego se añaden agentes activadores que hacen que la mezcla crezca en toda su capacidad, sin ponerle límites. Finalmente se obtiene una viscoelástica que tiene los poros abiertos e irregulares en el interior. Esta característica favorece mucho la transpiración. Sin embargo, hace que tenga menos capacidad adaptativa que la viscoelástica de poro cerrado. Posteriormente la viscoelástica espumada se corta en las medidas requeridas para elaborar los paneles con que se elaborarán los colchones.

2) Viscoelástica moldeada o poro cerrado

La mezcla se introduce dentro de un molde cerrado en el que ocurre el proceso de espumación. Estos moldes ya suelen tener la forma y la medida de los paneles, o bien pueden tener mayor tamaño y luego cortarse en las medidas adecuadas. Mientras más mezcla se vierta dentro del molde, mayor será la densidad de la viscoelástica. El resultado es una espuma viscoelástica de mejor apariencia que la de poro abierto, porque tiene los poros más unidos y uniformes. Su tacto es suave y tiene mayor capacidad de adaptación o de memoria que la espumada. Sin embargo, por esto mismo será una viscoelástica con menos transpirabilidad que la de poro abierto.

3) Viscogel

El viscogel es una espuma viscoelástica a la que se le aplica un tratamiento mediante el cual se incorporan partículas de gel. Esto le otorga un color azulado y reduce su temperatura. El viscogel se creó con el objetivo de evitar que los usuarios de los colchones de viscoelástica tuvieran una sensación de calor al usarlos. El gel ayuda a mantener el frescor del colchón durante el uso, gracias a que funciona como un disipador de calor. Este gel frío es un polímero que se compone de pequeñas partículas muy resistentes y elásticas.

En los inicios el gel se colocaba por encima de la viscoelástica. Esto no era muy cómodo para los usuarios, ya que se perdía el efecto directo de adaptabilidad de la viscoelástica. Por ese motivo, en la actualidad el gel se inyecta dentro de la viscoelástica, para que ambos materiales se integren en el panel. Esto da como resultado un bloque de viscogel que es adaptable y fresco al mismo tiempo, como combinación de las propiedades de ambos materiales.

¿Cuál es el mejor colchón: látex o viscoelástica?

Ahora que conoces a profundidad qué es el látex (tanto natural como sintético) y qué es la viscoelástica o memory foam y sus tipos, es tiempo de realizar la comparativa entre colchones de ambos materiales.

Sin lugar a dudas los colchones de látex y los colchones de viscoelástica han ganado mucho terreno en el mercado, donde se encuentran atractivas propuestas. Se dice que ambos colchones son los más comprados gracias a su alto poder de adaptación. Utiliza lo que decimos en esta tabla comparativa, en el momento de decidir cuál es mejor para ti.

COMPARATIVA: LÁTEX Y VISCOELÁSTICA

PROPIEDADES

COLCHÓN DE LÁTEX

COLCHÓN DE VISCOELÁSTICA

PROCEDENCIA DEL MATERIAL

Puede ser de procedencia natural de la savia del Hevea Brasiliensis o ser elaborado de forma sintética a partir de derivados del petróleo.

Es una espuma de poliuretano que se fabrica a partir de derivados del petróleo y del azúcar, por medio de procedimientos químicos. Aunque a veces se puede mezclar con productos naturales, estos nunca representan más del 10 o 15 % del total.  

DURABILIDAD

Tiene una alta durabilidad. El colchón de látex natural puede durar entre 15 y 25 años. Si el colchón es de látex sintético, puede durar entre 10 y 15 años.

Tiene una alta durabilidad que ronda los 10 o 15 años.

TRANSPIRACIÓN

El colchón de látex natural es mucho más transpirable que el de látex sintético. Es pertinente voltear el colchón cada cierto tiempo para que transpire bien.

Dependiendo del tipo de viscoelástica utilizada, el colchón será más o menos transpirable. La de poro abierto es mucho más transpirable que la de poro cerrado.

PUNTOS DE TENSIÓN

Tiene una alta elasticidad que hace que se repartan equitativamente los puntos de tensión. Esto ofrece un descanso reparador.

Reparte de forma magistral los puntos de tensión, por lo que propicia siempre un descanso reparador.

PRECIO

Los precios del colchón de látex sintético oscilan entre 500 y 1000 euros. Los de látex natural están entre 2000 y 3000 euros.

Puede costar entre 250 y 1500 euros, en dependencia de la calidad de la memory foam.

FIRMEZA

Tiene mayor firmeza que el colchón de viscoelástica, y gracias a esto evita que el cuerpo se hunda.

Tiene menor firmeza, sobre todo el de poros abiertos.

ADAPTABILIDAD

Es muy adaptable, y disminuye la tensión sobre el cuerpo. Pero menos que el colchón de viscoelástica. El colchón recupera la forma una vez que el cuerpo sale de la cama.

Se adapta punto por punto a la forma del cuerpo. El material conserva la memoria al crear un molde exacto del cuerpo. Además, reparte la tensión excelentemente.

TRANSFERENCIA DE MOVIMIENTO

No tiene transferencia de movimiento, por lo que la inmensa cantidad de personas que duermen en pareja pueden usarlo, sin que los movimientos de uno despierten al otro.

No tiene transferencia de movimiento, por lo que la inmensa cantidad de personas que duermen en pareja pueden usarlo, sin que los movimientos de uno despierten al otro.

HIPOALERGÉNICO

Es altamente hipoalergénico. Esto se cumple para el látex sintético, pero especialmente si es látex natural. Por esto es muy beneficioso para personas que padecen de alergia a los ácaros, a los hongos y al polvo.

Al colchón de viscoelástica se le hacen tratamientos para que sea hipoalergénico y no se aniden los ácaros y los hongos. 

ESTILOS DE DESCANSO

Es ideal para las personas mayores que necesitan un colchón con cierta firmeza para dormir. También es útil para los que se mueven mucho en la cama, ya que podrán hacer los movimientos sin que el colchón ofrezca resistencia.

Al eliminar los puntos de tensión corporal, resultan ideales para personas que padecen de dolores en la columna. También son beneficiosos para las personas con problemas de circulación, ya que ayudan a reducir la presión sanguínea.

DENSIDAD

La densidad es muy variable. El colchón de látex natural tiene mayor densidad (de 65 a 95 kg/m3) y peso que el colchón de látex sintético y que el de viscoelástica.

Existen colchones de viscoelástica cuya densidad media va de los 20 a los 40 kg/m3. También están los de alta densidad, que oscilan entre los 50 y los 90 kg/m3. Es menos pesado que el colchón de látex.

TEMPERATURA

Es completamente atérmico, aunque la dificultad para traspirar puede hacerlo un poco caluroso, sobre todo el que está fabricado con látex sintético. No obstante, es mucho más fresco que el colchón de viscoelástica.

Es termosensible, por lo que será más duro cuando hay frío y más blando cuando hay calor. La sensación corporal que provoca en el durmiente suele ser mayormente de calor.

TIPO DE BASE

Para propiciar la buena transpiración, debe usar una base laminada de madera no plastificada. Puede ser de tipo somier convencional o de canapé abatible. No se debe usar somier de mulle o de malla.

Casi todas las bases son propicias para este colchón. Las que no se recomiendan son las bases tipo bañera en la que el colchón queda atrapado ya que este colchón suele transpirar más por los laterales. Las mejores bases son las que tienen buena ventilación, ya que así el colchón puede transpirar mucho mejor.

 

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