COMO INTRODUCIR HABITOS SALUDABLES EN MI ESTILO DE VIDA ¡ Y CONSEGUIR QUE DUREN!

COMO INTRODUCIR HABITOS SALUDABLES EN MI ESTILO DE VIDA ¡ Y CONSEGUIR QUE DUREN!

Somos nuestros hábitos, eso que hacemos de forma regular cada día, desde cepillarnos los dientes hasta tomar dos o tres copas de vino todas las noches. Por eso, igual que por tomarte un día una porción más de pizza no vas a engordar 3kg, tampoco vas a perderlos porque vayas de vez en cuando a una clase de bodypump. Crear hábitos saludables cuesta más que adquirir otros no tan saludables, generalmente porque con estos últimos (comer comida basura, fumar, ser sedentarios, etc.) la recompensa es inmediata, y a nuestro cerebro le cuesta resistirse; sin embargo, hábitos saludables como comer comida real, no fumar, tener horarios regulares de descanso o practicar ejercicio a diario, tienen efectos alucinantes en nuestra salud, pero los notamos a medio-largo plazo. Digamos que hay que hacer un pequeño acto de fe al principio hasta que empezamos a ver lo bien que nos sientan.

 

¿Cómo crear hábitos saludables?

 1.Ten un plan

 Seguro que te es familiar lo de los propósitos de Año Nuevo, o de septiembre a la vuelta de vacaciones, que se quedan en eso, en propósitos sin cumplir, en meros deseos que nunca se hacen realidad. ¿Por qué? Porque son ideas poco concretas, porque no definimos cuándo queremos cumplirlos ni cómo. Porque no tenemos un plan que incluya objetivos pequeños y razonables, acciones específicas para avanzar hacia ellos y una fecha tope para alcanzarlos.

 

También es importante planificar los obstáculos. Piensa en lo que podría hacerte perder el foco y volver a esos viejos hábitos poco saludables, esas situaciones de estrés o esas tentaciones, incluso esas personas que sabes que no te llevan por el ‘buen camino’, y procura evitarlos.

 

2. Póntelo fácil

 

Por ejemplo, si en tu caso una de las mayores tentaciones es que pasas siempre por una pastelería cuando vuelves andando a casa del trabajo y te es imposible resistirte y picas, cambia de camino. Es simple pero eficaz. Si lo ves, si te pones delante de la tentación, es mucho más difícil evitarla. Otro ejemplo: si haces deporte por la mañana, deja todo preparado la noche antes, todo, hasta la ropa de entrenar, para que al levantarte no tengas que pensar y a tu cerebro no le de tiempo a encontrar mil excusas para no ir.

 

Y hazlo bonito. A nuestro cerebro le gustan las cosas bonitas que le generan sensaciones agradables. Si cambias de camino para ir a casa, elige uno que te encante porque atraviesa un parque o una zona bonita de tu ciudad, aunque tengas que andar un poco más (¡mejor aún!). Para el tema deporte, ponte ropa que te haga sentirte como un o una deportista; a muchas personas no les gusta verse en ropa de deporte y usan cualquier camiseta vieja que tienen por casa; si te ves bien, te sientes bien, y cuando te sientes bien tienes más fortaleza mental.

 

3. Cuéntalo

 

Involucra a tus amigos y seres queridos, también a tus compañeros de trabajo. Hay muchos estudios que demuestran que los comportamientos relativos a la salud de las personas tienden a reflejar los de sus familiares y amigos. Invítalos a unirse a tu plan y, por supuesto, pídeles que te ayuden en tu propósito apoyándote y evitándote las tentaciones lo más posible para mantenerte en el camino.

 

A veces hay que ‘dosificar’ también a las personas que no nos ayudan en nuestro propósito. Si a pesar de saber tus objetivos, ese amigo o amiga se empeña en ir a tomar copas o en ir a un restaurante de comida basura, o sigue fumando delante de ti a pesar de que le has pedido que no lo haga para no tentarte, tendrás que tomar decisiones…

 

4. Visualízalo

 

Decíamos al principio que los mayores beneficios de los hábitos saludables llegan a medio-largo plazo, y hay personas que desesperan y abandonan en favor de recompensas inmediatas más pequeñas. Una herramienta excelente para fortalecer nuestra capacidad para tomar decisiones alineadas con nuestro objetivo es visualizarnos, imaginarnos con el objetivo alcanzado, el que sea. Esto tiene una explicación científica: cuando nos imaginamos mentalmente alcanzando una meta deseada, se activan las mismas regiones cerebrales que si ocurriera realmente, activando también los mecanismos de recompensa que nos llevan a repetir una y otra vez esa acción; además, las imágenes mentales nos predisponen hacia el afecto positivo, la persistencia, el afrontamiento y la superación personal.

 

También puedes ayudarte de lo que dice la ciencia en cuanto a ese nuevo hábito para ayudarte en tu propósito. Por ejemplo, si tu objetivo es dejar de fumar, saber que el riesgo de sufrir un ataque al corazón se reduce en las primeras 24 horas libres de humo, seguro que te ayuda.

 

5. Ten paciencia

 

Una cosa es ser disciplinado, y otra ser inflexible. Es posible que las cosas no salgan según lo planeado al 100%, es bastante probable de hecho, porque pueden surgir imprevistos que alteren la ruta. No pasa nada, el cambio es un proceso y lo más importante es seguir adelante.

 

Para ser paciente ayuda darse pequeñas recompensas de vez en cuando. En ese plan del que hablábamos al principio, especifica también esos pequeños premios que te vas a dar al ir superando las distintas metas que te vas marcando. Por ejemplo, cuando lleves un mes sin fumar, cómprate algo que te guste con el dinero que no has gastado en tabaco en todo el mes. Pequeños logros, pequeños premios.

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