¿Cómo mantener limpia, organizada y ventilada la habitación de los niños? | Blog

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Descripción: Mantener bien la habitación de los niños es fundamental para proporcionarles un buen descanso en las noches. Si queremos que los niños tengan una higiene del sueño óptima, no sólo debemos proporcionarles un buen equipo de descanso, sino también un dormitorio ordenado, limpio y ventilado. Todo esto forma parte de la salud del descanso de los niños. Esta información y más la tienes aquí en el blog de Nubett.

 

Si de algo se ocupan las madres y los padres, es de mantener en buenas condiciones de higiene la habitación de los niños. Sabemos que en las edades más tempranas de la vida, el descanso es fundamental para lograr un buen crecimiento y desarrollo. Los niños, en dependencia de su edad, deben dormir entre 16 y 10 horas al día, muchas más que los adultos. Esas horas de sueño son fundamentales para mantener en orden todos los procesos vitales.

Por todos estos motivos debemos mantener limpia, ordenada y ventilada la habitación de los niños, así como bien equipada. Hoy en Nubett te presentamos ideas, consejos y muchas informaciones más sobre la importancia de que los niños, para su correcto descanso, cuenten con una habitación óptima, limpia, organizada y bien ventilada.

Importancia de una buena calidad de sueño para los niños

Tener un descanso de calidad es importante para todos, pero en la niñez es una condición todavía más importante. En los primeros años de vida, nuestro organismo realiza procesos únicos de crecimiento y desarrollo. Poder llegar a la juventud en buenas condiciones de salud depende de que estos procesos de la infancia se lleven a cabo de óptima manera. Tener una buena calidad de sueño y descanso es algo de lo que nunca deben prescindir los niños, y todo esto comienza en las condiciones del dormitorio. Veamos por qué es importante que los niños tengan un descanso de calidad:

       Es durante el sueño cuando se liberan las hormonas del crecimiento, que son fundamentales para el desarrollo mental y físico.

       El descanso mejora los procesos del aprendizaje y de la memoria.

       Aumenta la capacidad de interactuar con los demás durante la vigilia.

       Ayuda a controlar las emociones y fomenta que el niño tenga un estado más relajado y alegre.

       Contribuye a que los niños tengan una mejor atención en la escuela y en las actividades diurnas.

       Libera el cerebro de toxinas, lo que permite que se abran nuevos caminos y conexiones neuronales.

       Favorece una mayor capacidad de concentración y de creatividad para resolver problemas.

       Evita el sobrepeso en edades tan tempranas.

       Fortalece el sistema inmune y promueve la buena salud, algo tan importante en la niñez.

Consejos a los padres para mantener limpia y organizada la habitación de los niños

Después de los primeros meses de vida, es importante que los niños tengan su propia habitación y no adquieran el hábito de dormir con sus padres. Sin dudas una de las cuestiones más difíciles para los padres es que la habitación de los niños se mantenga ordenada y limpia. Los pequeños suelen ser intensos y activos cuando juegan, y lo más normal del mundo es que terminen desordenando todo. El desorden en la habitación de los niños va desde los juguetes hasta la ropa o los zapatos.

Por otro lado, la higiene no es algo de lo que un niño se ocupe espontáneamente. Por eso debemos inculcársela desde edades tempranas. Algunas acciones que no deben volverse costumbres para los niños, son:

       Dejar platos y vasos sucios sobre algún mueble.

       Tirar a un rincón la ropa usada y llena de sudor.

       No limpiar a tiempo cualquier suciedad que haya caído en la cama o en el suelo.

       Orinarse de noche en la cama cuando ya se ha superado la incontinencia natural.

       Jugar en el dormitorio y al final dejarlo desorganizado.

       Y otras muchas.

Realmente son innumerables los ejemplos de falta de higiene en que pueden verse implicados los niños. De ahí que sea un reto para los padres lograr que la habitación de los pequeños se mantenga limpia y con olor fresco.

Todo el desorden y la falta de higiene que puede llegar a tener la habitación de un niño, es incompatible con el buen descanso. Tanto el orden como la limpieza son factores que mantienen el ambiente propicio para disfrutar de un descanso de calidad. Ya vimos lo importante que es para la salud mental y física el hecho de que los infantes puedan dormir las horas que necesitan, y con la calidad adecuada. Tener un buen equipo de descanso es prioritario, y a esto le sigue mantener la habitación limpia y organizada.

A continuación te daremos varios consejos para que, como padre, puedas mantener el cuarto de los niños bien ordenado y limpio. Los consejos los hemos dividido en dos: 1) Los que se refieren a la higiene, y 2) Los que se refieren al orden. Veamos.

1) Consejos para mantener la buena higiene en la habitación de los niños

a) Lavar la ropa de cama una vez por semana

La ropa de cama limpia es la base para mantener la habitación de los niños con buena higiene. Lavar las sábanas, fundas, colchas y cobertores una vez a la semana, será suficiente en tiempos normales. Esto si no ha ocurrido algún incidente que ensucie demasiado la ropa de cama, en cuyo caso deberá cambiarse de inmediato. Justo en la edad de la pubertad las glándulas sudoríparas están en plena actividad, por lo que a esa edad los preadolescentes pueden sudar más que de costumbre.

También a la ropa de cama irán a parar otro tipo de desechos corporales, tales como:

       Las escamas de piel muerta.

       Los cabellos del cuerpo y de la cabeza.

       Las secreciones genitales (incluida la orina).

       Algo de excremento anal.

       La saliva que cae de la boca al dormir muy relajados.

       Mocos que fluyen desde la nariz.

       Etc.

Te recomendamos tener más de un juego de ropa de cama, para que se pueda sustituir fácilmente uno por el otro. Lavar toda la ropa de cama una vez a la semana mantendrá la cama con un olor fresco e higiénico, y evitará que se acumulen bacterias, hongos o virus.

b) Usar protector para el colchón

El protector para el colchón de los niños es una pieza muy importante, sobre todo en las edades más tempranas. Esta pieza del equipo de descanso viene a proteger el colchón de cualquier tipo de derrame que pueda ocurrir. Por ejemplo, los niños que se orinan involuntariamente durante la noche (enuresis nocturna) pueden echar a perder un colchón, en especial si este tipo de eventos es muy frecuente.

También el protector de colchones se encargará de evitar que los desechos corporales como la saliva, pequeñas partículas de excremento, mocos, etc., lleguen a la superficie de aquel. Además, si se derrama agua o alguna otra bebida o alimento, el colchón permanecerá bien protegido. Las fundas de colchones deben lavarse cada 2 meses.

c) Lavar el colchón cada 6 meses

Hay que recordar que, incluso manteniendo una buena higiene en la ropa de cama y del cubre colchón, la higiene del colchón en sí también es muy importante. En la superficie de los colchones y en su interior se puede acumular una buena cantidad de polvo. Así mismo algunos desechos lograrán penetrar a través de la sábana hasta el colchón, donde pueden albergarse colonias de bacterias, ácaros del polvo, polen, células muertas de piel, etc. Es por eso que, para mantener el colchón con buena higiene, se recomienda lavarlo cada 6 meses. Existen muchas maneras de lavar el colchón usando los materiales de limpieza que solemos tener en casa.

d) Cambiar el colchón de más de 10 años por uno nuevo

Esta es una medida tanto de higiene como de bienestar para el descanso. Si el colchón tiene más de 10 años de uso, lo mejor es cambiarlo por uno nuevo. Un colchón con tantos años debe de tener una buena cantidad de suciedad en su interior, además de que puede tener los materiales vencidos. Un colchón que tiene los materiales vencidos no podrá cumplir cabalmente su función, que es la de otorgar soporte, comodidad y bienestar al dormir. Lo más atinado es elegir un colchón nuevo que se adapte a las necesidades del niño que lo va a usar.

e) Utilizar detergente deportivo

Si algo les encanta a los pequeños es el juego, más si es al aire libre, y todavía más si es con otros niños. Pero esto provoca que la ropa que usan los niños se ensucie mucho más que la que usan los adultos. Entre la suciedad que se acumula y el sudor que produce el cuerpo que corre, salta y se mueve, la ropa de los infantes puede adquirir un olor muy fuerte.

Para propiciar una limpieza profunda, recomendamos el uso de los detergentes deportivos, que incluyen ingredientes especiales para evitar que permanezcan los olores. A veces los detergentes comunes, más que eliminar, tienden a fijar los olores fuertes a sudor en los tejidos textiles.

f) Limpiar las superficies para evitar que el polvo se acumule

El polvo es enemigo de la limpieza y está constantemente acumulándose en todos lados. Para mantener una buena higiene en la habitación de los niños, debemos retirar las partículas de polvo de las ventanas, mesas o de cualquier otro objeto, incluidos los juguetes. Pasar un paño húmedo o un plumero será suficiente en la mayoría de los casos. El polvo además puede ser una fuente de alergia importante.

g) Aspirar los muebles tapizados al menos una vez al mes

La aspiradora nos ayudará a eliminar ese polvo que se acumula en superficies suaves, tales como el colchón, los muebles, las almohadas o las alfombras. Podemos pasarles la aspiradora a estas superficies una vez al mes, para evitar que se acumule la suciedad.

h) Limpiar el suelo de 1 a 3 veces por semana

El piso es lo último que debe limpiarse en la habitación de los niños, ya que ahí irán a parar todo el polvo y los restos de suciedad que pueden caer al remover otros lugares del dormitorio. Antes de pasar la fregona, trapeador o mopa, debemos barrer el suelo a fondo con ayuda de una escoba y un recogedor. De este modo retiraremos cualquier tipo de suciedad, objeto pequeño o resto. Si el suelo está alfombrado será imprescindible pasar la aspiradora. Si el agua está bien limpia, retirará la mayor cantidad de suciedad posible. Sin embargo, es conveniente añadirle algún producto especial para la limpieza, tales como aromatizantes, cloro, detergentes, entre otros. Es importante no dejar de limpiar debajo de la cama.

 

La frecuencia de limpieza de la habitación de los niños depende de cuánto se conserve la limpieza anterior. Por ejemplo, si el niño no ha ensuciado demasiado, limpiar una vez a la semana será suficiente. Por el contrario, si la habitación se ensucia con rapidez, la frecuencia debe ser mayor; hasta 3 veces por semana puede limpiarse en ocasiones.

i) Echar la basura dentro del cesto de la habitación

Colocar dentro de la habitación de los niños un cesto para papeles (o para basuras simples que no sean comida), es un recurso que puede ayudar bastante a conservar la limpieza y el orden. Los pequeños deberán entender poco a poco que las cosas inservibles deben colocarse dentro de este cesto. Así todos esos papeles u objetos que se van a desechar, no quedarán dando vueltas dentro del dormitorio.

2) Consejos para mantener organizada la habitación de los niños

a) Crear un ambiente de confort y bienestar

Si algo ayuda a relajarse antes de dormir, es estar en una habitación confortable y limpia. Mantener el orden dentro del dormitorio de los niños será ideal para que puedan conciliar el sueño sin problemas. Si acostumbramos a los niños a irse a la cama dentro de una habitación desordenada y poco armoniosa, podemos crearles hábitos que afecten su descanso. Por ejemplo, supongamos que la cama está llena de juguetes que no se han guardado, y que el niño se acuesta a dormir así. Al girarse en la noche podría interrumpirse su sueño si choca con alguno de estos juguetes. Incluso puede que el infante duerma con estrés por no sentir el suficiente espacio para descansar. Por supuesto, nos referimos a juguetes duros, no a los amigos de felpa que más bien propician el descanso.

Así mismo puede ocurrir si la habitación no está limpia y despide malos olores, o si la ropa de cama tiene mucha grasa y sudor acumulados. Tanto el orden como la limpieza ayudan a crear un ambiente confortable, en el que se puede dormir plácidamente. Incluso si la habitación de los niños no es muy espaciosa, mantenerla organizada hará que el espacio se aproveche mejor.

b) Hacer o recoger la cama

Recoger y hacer bien la cama es uno de los principales atributos de elegancia y armonía dentro de un dormitorio. En cambio, nada da más sensación de desorden que dejar la cama con las sábanas revueltas y las almohadas torcidas y regadas. Recoger la cama es una actividad que demora unos 5 o 10 minutos, y cambia totalmente el ambiente de la habitación. Llegar a una cama organizada para acostarnos en ella y dormir, es algo estimulante que invita al descanso plácido y reparador. Pero cuando la cama no está hecha, llegar a ella para dormir resulta un poco estresante. Si queremos propiciar el buen descanso de los niños, recoger la cama todos los días es algo que no debe faltar. Si el niño ya tiene edad, se le debe enseñar a hacer la cama.

c) Guardar y organizar la ropa limpia

La ropa limpia recién lavada no debe quedar tirada en algún mueble o sobre la cama de la habitación de los niños. Es importante recoger y organizar toda la ropa en el escaparate y los armarios. La ropa que va colgada en perchas debe separarse de la que va doblada. Así nos facilitamos el trabajo. Un cuarto con la ropa bien colocada gana armonía y belleza, algo que no tiene un cuarto donde la ropa anda dando vueltas sin rumbo fijo. Además, la limpieza de la ropa se conserva mucho mejor si está bien guardada y ordenada.

d) Poner la ropa sucia en un cesto fuera de la habitación

Debemos acostumbrar a nuestros hijos a colocar la ropa sucia en el cesto para el lavado. Lo ideal es colocar este cesto fuera de la habitación, de manera que se evite que el dormitorio de los niños se llene de malos olores. El cuarto de lavado (si lo hay) es un buen lugar para colocar el cesto de ropa sucia.

Es recomendable no mezclar la ropa sucia con la limpia, para evitar contaminaciones. Sería un gran error que los niños coloquen la ropa sucia en la misma gaveta o en el mismo lado del armario donde se guarda la ropa limpia. Tampoco conviene dejar la ropa sucia tirada por las esquinas del cuarto.

e) Colocar los zapatos en la zapatera

A los niños les gusta lo inmediato. Por eso muchos chicos, al llegar a su habitación, suelen quitarse los zapatos y dejarlos tirados sin concierto alguno. Para mantener ordenado el dormitorio de los niños, es importante colocar los zapatos en la zapatera. Esto también facilita su localización en el momento en que se vayan a volver a usar. Es difícil encontrar los zapatos dentro del desorden del cuarto cuando quedan pocos minutos para salir a la escuela en las mañanas. Educar a los niños en poner los zapatos en su sitio, resulta fundamental para el orden y la higiene del dormitorio.

f) Guardar los juguetes o cada cosa en su lugar

Los juguetes pueden ser los principales agentes del desorden en la habitación de los niños. Cuántas veces no hemos visto a nuestros hijos sacar cajas de juguetes, hasta que se llena el piso y casi no se puede caminar dentro de ese espacio. Es importante habilitar la suficiente cantidad de cajones o contenedores, para que los niños mismos puedan volver a guardar los juguetes fácilmente una vez que hayan terminado de usarlos.

Ayuda a mantener el orden el hecho de designar un lugar para cada cosa. Ponerles un nombre adecuado, casi mitológico, puede ayudar al orden, además de que fomenta la imaginación y amplía el léxico. Por ejemplo:

       El cajón de los juguetes.

       El estante de los libros.

       La mesa de los pasatiempos.

       La caja de los utensilios de pintura.

       El rincón del oso de felpa.

       Etc.

Si cada lugar además se identifica por medio de colores y formas, ayudaremos a los niños a recordar dónde va cada cosa y a organizarlas más fácilmente.

g) Identificar y sacar los objetos que no pertenecen a la habitación

Uno de los errores que más cometen los niños con respecto a la limpieza y el orden de su dormitorio, es dejar dentro de la habitación objetos olvidados. Por ejemplo, supongamos que se van con el desayuno al cuarto. Al terminar, la taza de leche, los platos o vasos se pueden quedar sobre alguna mesa varias horas, o días incluso. Hay que prestar especial atención a este tipo de malos hábitos. Especialmente si quedan restos de comida, la habitación va a adquirir mal olor, además de que pueden atraer la atención de hormigas, cucarachas, moscas y otros molestos insectos.

Con respecto a otro tipo de objetos de la casa que los niños podrían llevarse a su habitación, es importante educarlos en que los regresen al lugar donde pertenecen. De lo contrario, los objetos pueden quedarse olvidados dentro del dormitorio y ser difíciles de localizar cuando se necesiten.

h) Tirar o regalar los juguetes y objetos que el niño ya no usa

Este consejo ayuda a mantener la habitación de los niños un poco más despejada y con menos cosas que organizar y limpiar. Mientras pasa el tiempo y cambia la edad, la cantidad de juguetes se acumula. A veces llega a ser un verdadero problema encontrar lugar para guardarlos. Recomendamos regalar, si aún están en buen estado, o tirar si están rotos o muy viejos, aquellos juguetes y objetos que ya el niño no use.

Es buena idea designar un lugar para retirar este tipo de objetos, de modo que se mantengan fuera de la vista del niño durante un tiempo. Si al cabo de un tiempo prudencial el niño no pregunta por el juguete, eso quiere decir que ya no le interesa. En este caso podemos deshacernos del juguete o del objeto y liberar el espacio.

i) Permitir crear algún desorden también forma parte de la niñez

Por último, te daremos un consejo, para que puedas disfrutar de la relajación y la paz. Mantener el orden y la limpieza dentro del dormitorio de los niños tampoco debe convertirse en una obsesión. A fin de cuentas, no debemos olvidar que un niño está lleno de energía, curiosidad e imaginación, por lo que siempre encontrará pretextos para mover, cambiar y desorganizar, sea poco o mucho. Esto también forma parte de la magia de ser pequeños. Así que, un poco de tolerancia de parte de los padres no les vendrá nada mal.

¿Cómo ventilar la habitación de los niños?

Una habitación bien ventilada es sinónimo de buena salud y de buen ambiente. Cuando el dormitorio está oscuro y sin aire circulando, la atmósfera interior se vicia. Tener al menos una ventana que pueda abrirse, es fundamental para que la habitación del niño esté ventilada. Además, podemos utilizar algunos aparatos que ayuden a mejorar la ventilación dentro del cuarto de los niños. Veamos algunos consejos para mantener bien ventilada la habitación de los niños.

Abrir las ventanas todos los días durante las horas de sol

La mayoría de las personas creen que el aire que se mantiene en un ambiente cerrado es más puro que el que se encuentra en el exterior. Pero nada más alejado de la realidad. Es más bien lo contrario: el aire que se queda dentro de la casa sin circular, acumula más las impurezas ambientales que el que está libre corriendo en el exterior. Este es uno de los motivos por los que es importante abrir las ventanas del cuarto de los niños todos los días.

Además, por la ventana no sólo entra el aire, sino también el sol. Los rayos solares purifican el ambiente dentro del dormitorio, y su calor elimina muchos de los gérmenes como bacterias, virus u hongos que pueden alojarse en los objetos y el colchón, y que necesitan humedad y penumbra para vivir y proliferar. Es importante mantener el dormitorio abierto al menos unas 8 horas al día. Lo más recomendable es que aprovechemos las horas de sol para abrir las ventanas y airear la habitación de los niños.

Utiliza un purificador de aire en caso de alergias

A veces las alergias impiden que se pueda abrir las ventas con la frecuencia adecuada. Para estos casos recomendamos el uso de un purificador de aire. Estos aparatos atraen hacia sí las partículas que despiden los contaminantes, para destruirlas y neutralizarlas. De este modo impiden que dichas partículas sigan circulando dentro de la habitación. Es el equivalente mecánico de abrir las ventanas, y un sucedáneo para cuando no haya ventanas o no puedan abrirse. En el mercado podemos encontrar una amplia variedad de estos productos, que se adecuan a cada necesidad.

Instalar un deshumidificador

La humedad es una de las mayores enemigas de mantener un buen ambiente dentro de la habitación de los niños. Tanto los hongos como las bacterias son propensos a crecer dentro de los ambientes húmedos. Estos microorganismos, además de expedir un olor muy típico y fuerte, pueden ser la fuente de algunos problemas de salud respiratorios y de otra índole.

Instalar un deshumidificador dentro de la habitación de los niños, evitará que se acumule demasiada humedad. Los deshumidificadores (que a veces están incorporados a equipos de aire acondicionado) mejoran definitivamente la calidad del aire. Su uso es ideal también en las habitaciones de niños que sufren alergias.

Poner ventiladores

Los ventiladores son aparatos altamente útiles para instalar dentro del dormitorio de los niños. Para empezar, en verano aportarán un buen fresco, sin necesidad de usar aire acondicionado. Esto permitirá que baje el consumo de energía dentro del hogar. Los ventiladores funcionan como abanicos eléctricos que mueven y hacen circular el aire constantemente. Con un ventilador, el aire no se quedará estancado, sino que se mantendrá circulando. Su uso evita que se acumulen los malos olores.

Recomendamos instalar los ventiladores cerca de las ventanas para que ayuden a que penetre el aire fresco del ambiente. Un detalle importante es colocarlos en alto, lejos del alcance de los infantes, ya que las aspas girando despiertan la curiosidad, y puede que los niños introduzcan los dedos en el interior del aparato. Para evitar cualquier evento como este, es mejor impedir cualquier tipo de acceso del chico al ventilador.

Importancia de mantener la habitación de los niños ventilada

       Evita los malos olores dentro del dormitorio.

       Favorece que el aire interior se purifique al entrar en contacto con el aire exterior.

       Mejora los niveles de oxígeno dentro de la habitación de los niños.

       Crea un buen ambiente para el sueño.

       Evita la proliferación de microorganismos.

       Elimina la humedad que se acumula en el interior del dormitorio.

       Ayuda a mantener la higiene del colchón y de las sábanas.

Algunas ideas para educar a los niños en la limpieza y el orden

Como padres, tenemos la responsabilidad de educar y apoyar a nuestros hijos en su etapa de desarrollo. Puede que en los primeros años de desarrollo debamos hacer muchas veces la labor de limpieza y orden de la habitación de los niños. Pero si los educamos, con el paso de los años ellos aprenderán las buenas costumbres inculcadas y empezarán ellos mismos a querer mantener la higiene y el orden.

Lo ideal es enseñar a los niños a mantener el orden y la limpieza dentro de su habitación sin reprimirlos. Los gritos, regaños fuertes, así como los rechazos, están de más. Por esa vía sólo se educarán por medio de traumas, cuando lo importante es una comprensión desde el interior. Por eso, a continuación te daremos algunas ideas que te pueden resultar de provecho para educar a los niños en buenos hábitos de higiene y orden.

Explicar a los niños la importancia de la limpieza y el orden

La mejor manera de inculcar algo que se debe ser, es siéndolo uno mismo, y esto es algo que los niños perciben con total claridad. Es importante que los niños comprendan a través de las palabras por qué son necesarios el orden y la limpieza dentro de la habitación. Sin embargo, nada les será más claro que el ejemplo. Los niños aprenden la mayoría de los comportamientos por imitación. De ahí que, como padre, es importante acompañar las explicaciones con un dormitorio paterno también limpio y organizado.

Dar incentivos si se cumplen ciertas metas

Debemos conocer a qué le dan valor nuestros hijos, para tal vez usarlo como incentivo para cumplir con mantener la limpieza y el orden de la habitación. Por ejemplo, si quieren tener cierto juguete, podemos llegar a un acuerdo con ellos: que adquieran el hábito de hacer la cama todos los días antes de salir del dormitorio, y se les compra el juguete.

Otra idea puede ser colocar billetes de dinero en zonas de la habitación que sólo descubrirán mientras recogen sus juguetes. También se les puede poner símbolos en un pizarrón, tales como una estrella, una nube o un sol, y decirles que cuando acumulen varias estrellas, los llevarás a comer su alimento preferido, o a dar un lindo paseo, etc.

Los incentivos hay que saberlos utilizar, pues no se trata de convertirlos en chantajes ni nada por el estilo. Es más bien un juego de tratos o acuerdos, que también los prepara para lidiar con el mundo cuando sean mayores. Es importante que, si el niño cumple la meta, los padres cumplan lo acordado en esta especie de juego. De lo contrario, el hijo se puede sentir engañado y traicionado, y ello provocará que no confíe en la palabra de sus progenitores.

Planifica y marca el progreso del niño

Tener un cuadro de tareas con estilo de tabla o con imágenes, será una buena manera de que los niños fijen mejor las acciones a realizar. Aquí te dejamos un enlace para que te hagas una idea más completa sobre lo que estamos hablando. En este cuadro debemos marcar las tareas que se han realizado y la forma en que fueron hechas. Las pegatinas de colores pueden ser útiles también para los niños más pequeños. Los padres deben dosificar de manera inteligente las tareas a realizar, para que el niño no se canse demasiado tampoco, ni se aburra.

Tener un orden en las tareas diarias ayudará a que los niños creen, a modo de juego, el buen hábito del orden y la limpieza. Obviamente el tipo de tareas que le asignemos al niño debe estar a la altura de su edad y de sus posibilidades, porque así evitamos el abuso. A continuación, veremos qué tipo de tareas pueden hacer los niños según su edad. Algunas de estas tareas van más allá de tener la habitación limpia y ordenada, pero las ponemos porque pueden ser de utilidad para los padres y ser complemento de la higiene del dormitorio.

TABLA CON LAS TAREAS DEL HOGAR QUE PUEDE HACER UN NIÑO SEGÚN SU EDAD

EDAD

TIPO DE TAREAS QUE PUEDE REALIZAR

De 2 a 3 años

- Poner los juguetes en el cajón.

- Rellenar el comedero de las mascotas.

- Colocar la ropa sucia en el cesto.

- Limpiar derrames con un paño limpio.

- Hacer una pila con libros y revistas.

De 4 a 5 años

- Todas las tareas anteriores.

- Recoger la cama.

- Vaciar el cesto de papeles del dormitorio.

- Organizar los juguetes y utensilios de arte en su lugar de almacenamiento.

- Limpiar la mesa.

- Regar las plantas del jardín.

- Arrancar las malas hierbas.

- Descargar los utensilios del lavavajillas.

De 6 a 7 años

- Todas las tareas anteriores.

- Clasificar la ropa para mantenerla organizada en la habitación.

- Barrer el piso.

- Limpiar y poner la mesa para comer.

- Ayudar a cocinar el almuerzo o a empacarlo.

- Rastrillar las hojas del patio.

- Mantener la habitación o dormitorio organizado.

De 8 a 9 años

- Todas las tareas anteriores.

- Cargar el lavavajillas con los platos sucios.

- Guardar y organizar las compras.

- Pasar la aspiradora en la habitación y las alfombras de la casa.

- Ayudar a preparar la cena.

- Preparar sus propias meriendas o refrigerios.

- Guardar y organizar la ropa limpia en su habitación.

- Quitar el polvo de los juguetes y de los objetos de su habitación.

- Sacar a pasear a la mascota.

De 10 años en adelante

- Todas las tareas anteriores.

- Doblar la ropa para guardarla en el dormitorio.

- Organizar los utensilios de cocina una vez limpios.

- Limpiar la habitación con agua.

- Limpiar el baño del dormitorio o el de la casa.

- Limpiar las ventanas de su cuarto y las de la casa.

- Bañar a la mascota.

- Cocinar algunos alimentos con la supervisión de adultos.

- Recortar los cupones de la lista de compras.

- Pasar la aspiradora por superficies que se llenan de polvo.

- Cambiar la ropa de cama de su dormitorio.

Permitir que los niños aporten ideas para organizar la habitación a su gusto

Para que los niños se sientan implicados en la limpieza y el orden de su habitación, debemos pedirles su opinión sobre la disposición de los muebles. Ellos pueden tener una idea de cómo quieren organizar su habitación. Si su propuesta es viable, conviene ayudarlos a disponer las cosas a su gusto.

Los hijos también pueden querer poner en práctica algún tipo de decoración que les fascine. Todas estas acciones contribuyen a que sientan que ese es su espacio y que deben de cuidarlo. Al mover los muebles de lugar, podemos pedirles que limpien las zonas donde estaban ubicados los muebles que se corrieron, y de seguro lo harán con gusto.

Brindar ayuda y motivar

Cuando notemos que nuestros hijos se sienten muy cansados o están desmotivados, llegó el momento de darles ayuda. Proponerles empezar con la ayuda de los padres o de algún adulto durante los primeros minutos de su tarea, puede ser el incentivo que necesitan para empezar. Mientras les ayudamos, podemos hablar de lo que ganarán al realizar sus tareas, de ese paseo prometido, de ese regalo al cumplir con todos sus hitos, etc. También podemos aprovechar para decirles lo bien que lo están haciendo y sobre la importancia que tiene el orden y la limpieza para su descanso.

Crear un espacio en el que estén reunidos los instrumentos de la limpieza

Para hacerles las cosas más fáciles a los niños, es bueno colocar los instrumentos de limpieza siempre en un mismo lugar. Este lugar debe estar lo más cerca posible de las habitaciones y debe ser de fácil acceso. De este modo, cuando el niño tenga que barrer la habitación, limpiar el suelo, pasar un paño o la aspiradora, sabrá dónde encontrar rápidamente los instrumentos que necesita para cumplir con su tarea. Es bueno también educarlos para que guarden los instrumentos de limpieza en su lugar, una vez que hayan terminado de limpiar.

 

 

 

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