Cómo ventilar bien el dormitorio | Blog Nubett
Nuestras abuelas ya lo hacían, pero hay costumbres que no se enseñan o no se comprenden bien, debido a que han dejado de hacerse. Pero no hay por qué dejar atrás las buenas tradiciones. ¡No te pierdas este interesante post del blog de Nubett!
Hoy te enseñaremos cómo ventilar bien el dormitorio, de manera que eso también te ayude a ventilar el colchón. Es importante aprender el valor de la buena ventilación de la habitación donde duermes, porque una ventilación adecuada es la base de muchas cosas relacionadas con el buen descanso: aumenta la higiene en la estancia, se logra un aire respirable y de más calidad, se alarga la vida útil del equipo de descanso, además de que la buena ventilación es una de las medidas básicas para prevenir huéspedes indeseados en el dormitorio (por ejemplo, insectos como el silverfish o el firebrat). Acompáñanos hasta el final, porque poco a poco te iremos dando todos los detalles.
Cómo llega la humedad al dormitorio y por qué hay que evitarla
La humedad no es algo malo, sino una bendición. Gracias a la humedad y al agua (y a otras características), en nuestro planeta se dan las condiciones ideales para la vida. La humedad está en el ambiente de cualquier lugar o región, sea en menor o en mayor medida, y de un modo u otro esa humedad terminará llegando a los dormitorios.
Humedad Ambiental:
Sólo en ciertos contextos la humedad deja de ser una aliada de la vida y se vuelve potencialmente dañina. Es el caso de que, por ejemplo, la humedad cree las condiciones perfectas para que proliferen bacterias, hongos, insectos, virus y otros organismos potencialmente perjudiciales para el ser humano.
Humedad Humana:
Además de la humedad ambiental, otra fuente importante de humedad es el cuerpo del propio ser humano. El cuerpo humano puede generar una cantidad alta de humedad cada noche, que si se condensara, sería equivalente a unos 700 ml de líquido, entre el sudor, el aliento y la transpiración natural. Y si se trata de más personas acostadas descansando en el mismo dormitorio, hay que sumar 700 ml de humedad por cada persona, que serán liberados al ambiente de la habitación, absorbidos por la ropa de cama o el colchón, o puede que se condensen y se deslicen por los cristales de ventanas y puertas.
Humedad Ropa Mojada:
Otra gran fuente de humedad es la ropa mojada. No es buena idea secar la ropa mojada o recién lavada colgándola en el dormitorio. Tal vez haya un día en que eso no se pueda evitar. Pero no debe ser una rutina. Esa humedad puede transmitirse a las paredes, los muebles, los objetos, o incluso a la cama, al colchón y las almohadas. Si no se puede evitar tender la ropa mojada en el dormitorio, entonces ese día habrá que poner especial cuidado en la ventilación del dormitorio, en el sentido de hacerla más tiempo o con más ventanas abiertas.
Humedad de la Construcción:
Hay una fuente más de humedad en dormitorios y habitaciones en general, contra la que la ventilación poco podrá hacer. Es la humedad que puede ascender desde los cimientos de la casa a través de paredes viejas (o incluso nuevas). Esta es una fuente de humedad difícil de reparar, porque requiere hacer arreglos en la estructura de las paredes, y puede que haya que transformar los cimientos. Los albañiles saben cómo hacerlo. Existen también tratamientos de resinas que son capaces de reparar la capilaridad de las paredes e impedir que la humedad suba.
Aquí te decimos cómo ventilar bien el dormitorio
Uno de los factores que contribuyen a la limpieza del colchón es el nivel de ventilación del dormitorio. No siempre contamos con ventanas lo suficientemente grandes y amplias en el dormitorio. En caso de que cuentes con ellas, úsalas para ventilar el dormitorio, porque el aire natural y la luz del sol son los mejores aliados cuando se trata de ventilar el dormitorio, ventilar el colchón y la ropa de cama. ¿Pero por qué te damos un consejo sobre algo tan obvio como abrir de vez en cuando las ventanas y puertas del dormitorio? Tal vez no sea tan obvio como parece. Mientras que las puertas y ventanas de la sala, el comedor, la cocina, y hasta del baño, se abren y cierran con bastante frecuencia incluso por hábito o por necesidad, no ocurre lo mismo con el dormitorio.
Ventilación del dormitorio como costumbre:
El dormitorio puede ser un recinto al que lleguemos únicamente de noche, ya fatigados y listos para acostarnos a descansar, y tal vez lo menos que haremos será abrir la ventana que da a la calle, o la puerta que da al balcón o la terraza. Es por eso que quizás la ventilación del dormitorio es algo que deberemos proponernos hacer conscientemente, y no dejar eso al azar o la necesidad. El azar o la ausencia de necesidad de abrir las puertas y ventanas del dormitorio, nos llevarán exactamente por el camino contrario: no abrirlas casi nunca. Ello puede crear un ambiente enrarecido dentro del dormitorio, y convertirlo en un lugar ideal para la proliferación de plagas, parásitos, virus, y otros aliados de la penumbra, la humedad y la poca ventilación.
Frecuencia y tiempo mínimo de ventilación:
Por todo esto, es conveniente ventilar, si no a diario, sí con cierta frecuencia el dormitorio. Lo mejor es que no sea durante menos de 10 minutos. Puede ser antes de dormir, pero no necesariamente tiene que ser así. Puede ser en cualquier momento del día. De hecho, si es la temporada de sol, no está nada mal que todavía haya sol cuando ventiles el dormitorio.
5 consejos para mantener el dormitorio bien ventilado
Aquí tienes algunos consejos para ventilar bien el dormitorio:
1) Ventilar el dormitorio no menos de 10 minutos
Como ya dijimos, es mejor ventilar el dormitorio durante unos 10 minutos como mínimo, para que tanto el espacio como la ropa de cama, las almohadas y el colchón se aireen y respiren. Si no puedes hacer esto a diario, hazlo con frecuencia. No necesariamente tiene que ser justo antes de dormir, sino que puede ser un rato antes, o incluso en cualquier momento del día. Lo importante es que las ventanas del dormitorio (y puertas si las hay) no permanezcan permanentemente cerradas, ni se abran sólo escasamente.
En los casos excepcionales en que el dormitorio no tenga ventanas, hay que ventilar a través de la puerta, y dejar abiertas algunas ventanas o puertas que den al exterior.
2) Liberar el área de debajo de la cama
Con frecuencia hay personas que colocan objetos bajo la cama, y llegan a convertir ese espacio casi en un almacén. Hay quienes incluso tienen un diseño de cama que no incluye patas, y que por tanto no está separada del suelo. Es buenos permitir que el aire pueda circular por debajo de la cama, porque eso no sólo ayuda a bajar la temperatura del colchón, sino que incluso evita la proliferación de organismos dañinos.
3) Evitar el exceso de mobiliario en el dormitorio
Un dormitorio debiera ser sobrio en su mobiliario, para que nunca estrese a los durmientes. Es cierto que para gustos los colores, en especial en lo que se refiere a decoración de interiores. Pero de cualquier modo sería conveniente que no hubiera exceso de muebles, ya que así hay más espacio vacío en la habitación, y por tanto mejor ventilación.
4) No pegues totalmente los muebles a la pared
Si ya recomendamos evitar el exceso de muebles en el dormitorio, ahora decimos que casi nunca es imprescindible pegar por completo los muebles a la pared. Al no estar del todo pegados a la pared, ese espacio favorece la ventilación de la habitación y de los propios muebles, lo que evita que se alojen insectos y microorganismos nocivos por los rincones.
5) Evita un ambiente demasiado cálido
Los dormitorios demasiado cálidos pueden hacen sudar y transpirar en exceso, y eso enrarece la atmósfera respirable. Esto se cumple especialmente si duermen varias personas en la habitación. Lo mejor en esos casos es posiblemente dejar alguna ventana abierta (tal vez cubierta parcial o totalmente por una cortina), y de no ser posible esto, habrá que usar algún tipo de ventilación extra.
Ventilación o deshumidificación mediante aire acondicionado
Ventilar el dormitorio con aire natural y luz del sol, resulta imprescindible. Pero también, por qué no, en ocasiones puedes poner un tiempo un aire acondicionado si lo hay, incluso aunque no estés en el dormitorio. Puedes usar la función de refrigeración o la función deshumidificadora, o las funciones especiales de limpieza que traen algunos equipos. Gracias a estos recursos, en poco tiempo conseguirás un buen filtrado del aire, y la eliminación de cualquier exceso de humedad.
Si no tienes aire acondicionado, un buen ventilador funcionará también. Los aires acondicionados y los ventiladores se vuelven especialmente útiles en casos de dormitorios sin ventanas, o que tengan las ventanas mal ubicadas (por ejemplo, frente a una pared muy cercana).
La ventilación como vía para evitar al silverfish
El silverfish también es llamado pececillo de plata, lepisma del azúcar, lepisma de la harina, etc. Su nombre científico es Lepisma saccharina. Es ese insecto que tal vez conoces, y que puede que hayas visto caminar en algún lugar de la casa, especialmente en sótanos, cocinas, bañeras, pero también en el dormitorio. Le gusta alojarse y reproducirse en lugares sombríos y húmedos, como puede ser un dormitorio poco ventilado.
Aprende cómo es este insecto, porque si lo ves merodeando por el dormitorio, por el colchón o por la ropa de cama, es indicio posible de que la habitación necesita algo de ventilación, y de que de un momento a otro puedes encontrar daños en el relleno del colchón o de la almohada, o en el tejido de la ropa de cama.
El silverfish es un insecto como otro cualquiera, salvo por el hecho de que no tiene alas, y de que tiene en su cuerpo un detalle que ayuda a identificarlo fácilmente: un apéndice triple en la parte trasera. Con este dato, es probable que ya sepas de qué insecto estamos hablando.
Otro miembro de su especie, el llamado insecto del fuego (su nombre en inglés es firebrat, y su nombre científico es Thermobia domestica) es muy semejante en todo al silverfish. De hecho muchas veces se le confunde con él. En relación con el tema que estamos tratando, el firebrat tiene los mismos efectos destructivos que el silverfish sobre los papeles, la ropa, las fotografías y el equipo de descanso.
Daños en el equipo de descanso:
Ocurre que los materiales de relleno de colchones, almohadas, así como las sábanas y fundas, se encuentran entre lo que el silverfish prefiere comer, y de este modo puede causar estragos en nuestro equipo de descanso. Por no hablar ahora de los destrozos que causa a los libros, las fotografías, ciertos alimentos como el azúcar, el café, las harinas, etc.
Pero no sólo esto. Contrario a lo que se ha dicho, el silverfish no es inofensivo para el ser humano. Esto se debe a que realiza mudas muy frecuentes de su exoesqueleto, y el material desechado por esa vía contiene antígenos que pueden generar alergias en algunas personas propensas a ello. Por esto y por todo lo que dijimos antes, conviene mantener el dormitorio bien ventilado, para evitar estos insectos. Porque una vez que se alojan no son sencillos de erradicar, ya que tienen características como:
· Alergias causadas por el Silverfish:
Las Características que más se deben tomar en cuenta desde el punto de vista del tema que estamos tratando en este artículo, son estas: el silverfish prefiere ambientes húmedos, oscuros y cálidos. Es evasivo y escurridizo, así que, si se trata de espacios poco frecuentados, los siente como lugares ideales para alojarse, y probablemente para reproducirse.
· El silverfish rehúye de la luz (algunos miembros de su especie ni siquiera tienen ojos). Nunca se muestra cuando hay luz y puedes verlo bien. Salvo que lo sorprendas de pronto en su madriguera, que suele estar en pequeñísimas grietas y agujeros, pero que también puede estar entre las páginas del álbum de fotos familiares, en algún rincón perdido de la cama, etc.
· Una especie imbatible:
Si elSilverfish cuenta con cierta humedad (y con la oscuridad o la penumbra como cómplices), puede pasarse hasta más de un año sin comer cosa alguna. Esta es una de las cualidades que lo hacen casi imbatible para los exterminadores de plagas, y que en definitiva ha permitido que esta especie haya sobrevivido durante millones de años en el planeta, siendo como es una de las especies vivas más antiguas.
D Como son y donde viven:
Su morfología de cuerpo aplanado y muy pequeño, le permite escurrirse hacia el fondo de las madrigueras más increíblemente pequeñas, adonde es difícil que alcancen productos anti plagas. Si a esto le sumamos lo que ya dijimos de que puede pasar más de un año sin comer, lo cierto es que aunque el silverfish desaparezca de la vista, puede no haberse muerto. Puede estar en el fondo de la madriguera ayunando hasta que llegue una época mejor.
· Reproducción:
La humedad y la oscuridad también crean las condiciones para que el silverfish no sólo crezca, sino que además se reproduzca sin medida y se convierta en plaga doméstica. Para poner los huevecillos, la hembra necesita una temperatura de entre 25 y 30 °C y una humedad considerable. Sin embargo, este insecto no es capaz de reproducirse en un ambiente frío y seco. Incluso si llega a alojarse en alguna grieta dentro de un cuarto bien ventilado, se mantendrá como ejemplar solitario y no se reproducirá.
Como puede deducirse de la lista, un dormitorio bien ventilado no será un ambiente propicio para que se establezca el silverfish, ni para que se reproduzca. De aquí la importancia de saber cómo ventilar bien el dormitorio. Ventilando bien el cuarto con frecuencia, eliminas la humedad y sus efectos acumulativos, evitas la oscuridad en la habitación, impides que el aire se enrarezca, y que el dormitorio se sienta como un espacio no habitado.
En general se puede decir que el silverfish evita al ser humano, y si haces buen acto de presencia en el dormitorio (de lo cual ventilar bien es muestra), posiblemente este insecto, y la mayoría de los insectos de otras especies también, dejarán de percibir el dormitorio como un lugar ideal para alojarse o reproducirse. Últimamente se han buscado soluciones químicas o incluso ecológicas para erradicar al silverfish. Pero la mejor opción es prevenirlo, para lo cual un paso importante es aprender cómo ventilar bien el dormitorio.