¿Qué es el insomnio? El estrés y la ansiedad como causas del insomnio | Blog Nub

¿Qué es el insomnio? El estrés y la ansiedad como causas del insomnio | Blog Nub

Entre las múltiples causas del insomnio las más comunes son el estrés y la ansiedad. Alrededor de 4 millones de españoles padecen este trastorno del sueño, por lo que es un problema bastante común en nuestra población. Sin embargo, la mayoría de las personas que sufren de insomnio no son tratadas, a pesar de todo lo que implica este trastorno. 

Antes de conocer las causas del insomnio y definir qué es el insomnio, debemos analizar el alcance que este trastorno del sueño está teniendo a nivel mundial, y especialmente en España. Según la Sociedad Española del Sueño (SES), el insomnio es el trastorno del sueño más frecuente en la población, y es uno de los principales motivos de consulta en las Unidades de Sueño. Los problemas de sueño se han convertido en una preocupación creciente para la salud pública a nivel internacional, ya que provocan diversos trastornos en la motivación, desencadenan alteraciones en las relaciones sociales, generan disfunciones cognitivas, y aumentan el riesgo de padecer enfermedades graves.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40 % de la población mundial padece algún tipo de alteración del sueño. De todos los trastornos del sueño, el insomnio es el más común. Por otro lado, la Sociedad Española de Neurología (SEN), destaca que entre el 25 y 35 % de la población adulta española padece insomnio transitorio, y que entre el 10 y el 15 % sufre insomnio crónico. Si a lo anterior se agrega el dato de que menos del 50 % de las personas que padecen insomnio van a la consulta, se deduce que las cifras podrían ser mucho mayores. Muchas de estas personas se automedican, es decir, tienden a tomar por su cuenta pastillas para dormir.

Por este motivo, en los últimos años las instituciones de salud pública han implementado diversos programas para concientizar a la población con respecto al insomnio. Por otro lado, el estilo de vida actual, que genera estados de estrés y ansiedad, influye directamente en el insomnio y viceversa. Esta situación puede solucionarse, y para ello lo primero es saber qué es el insomnio y cuáles son sus causas. En este post de Nubett te brindamos toda la información que necesitas saber sobre el estrés y la ansiedad en relación con el insomnio. Nuestro objetivo es apoyarte, para que siempre tengas una buena calidad de sueño.

¿Qué es el insomnio?

Como decíamos más arriba, el insomnio es considerado uno de los trastornos del sueño más frecuentes en la población. Es más común en las mujeres, los ancianos y en las personas que tienen problemas psicológicos, tales como el estrés, la ansiedad y la depresión. El insomnio se define como la incapacidad o dificultad para conciliar el sueño o para mantenerlo. Este trastorno del sueño también puede provocar despertares prematuros, incluso en horas de la madrugada, lo que a su vez provoca incapacidad para volver a conciliar el sueño. El insomnio determina que quienes lo padecen no puedan dormir las 7 u 8 horas al día recomendadas para la edad adulta.

Producto del mal dormir, quienes padecen insomnio pueden experimentar cansancio y somnolencia al levantarse, falta de energía para las actividades diurnas, afectaciones del estado de ánimo, o disminución de las capacidades cognitivas. Cuando el insomnio es crónico, incluso llega a afectar otras áreas importantes, como son la calidad de vida, la salud y el desempeño laboral. Muchas de las personas que sufren insomnio pasajero no van a la consulta, y por eso pueden llegar a niveles crónicos. Es importante acudir al médico cuando el insomnio dificulta el desempeño durante el día. Así se podrá identificar la causa del problema y prescribir un tratamiento para dormir.

Tipos de insomnio según la durabilidad

En la práctica clínica, el insomnio puede aparecer de manera aislada o asociado a otras enfermedades médicas o padecimientos psiquiátricos. También puede estar ligado al consumo de sustancias y medicamentos, o ser consecuencia de otro tipo de trastorno del sueño. Existen dos tipos de insomnio según el tiempo de duración:

·        Insomnio agudo: Es de corta duración. Los problemas de sueño duran pocos días o algunas pocas semanas, siempre menos de 3 meses. Sus causas suelen ser circunstancias pasajeras que afectan la vida cotidiana y provocan estrés, cambios en las rutinas o en el entorno de quien lo padece. También aparece producto de un evento traumático, situaciones laborales o familiares, etc. En condiciones normales, este tipo de insomnio desaparece cuando se logra implementar buenos hábitos de descanso. Casi todos hemos padecido insomnio agudo en algún momento de nuestras vidas.

·        Insomnio crónico: Es un tipo de insomnio de larga duración, que dura 3 meses o más y se manifiesta con una frecuencia mínima de 3 noches por semana. Este tipo de insomnio puede ser síntoma de otro tipo de trastorno del sueño, como por ejemplo el adelanto o el retraso de la fase de los ritmos circadianos, las apneas, o los movimientos involuntarios de brazos y piernas. También puede ser provocado por la ingesta de sustancias y medicamentos, o por una enfermedad subyacente. Igualmente puede ser causado por algún tipo de trastornos psicológico o psiquiátrico. En ocasiones también puede deberse a estrés prolongado, malestar emocional, viajes o trabajos nocturnos.

Tipos de insomnio según el momento del sueño que más afectan

La otra clasificación del insomnio toma en cuenta el momento del sueño en que aparece el trastorno. Esta clasificación puede comprenderse como las diferentes fases del insomnio o las diferentes maneras en que se afecta el sueño. Veamos cuáles son.

·        Insomnio de conciliación: Este tipo de insomnio afecta el momento en que estamos conciliando el sueño. Se manifiesta como una dificultad para lograr empezar a dormir, por lo que aumenta el período de latencia del sueño. El tiempo normal de latencia para niños y jóvenes es de hasta 20 minutos, y para los adultos de hasta 30 minutos. Pasado este tiempo, si se continúa despierto sin haber podido conciliar el sueño, es síntoma de insomnio.

·        Insomnio de mantenimiento: Este tipo de insomnio afecta la continuidad del sueño durante la noche. Se manifiesta en despertares nocturnos frecuentes, lo que se conoce también como insomnio intermitente. Además puede crear dificultad para volver a dormirse después de un despertar. Tiene consecuencias en la calidad del sueño, ya que evita que se pueda llegar a la etapa de sueño profundo. Provoca que el descanso sea más superficial, lo que altera la arquitectura del sueño.

·        Insomnio de despertar precoz: Este tipo de insomnio se manifiesta en el despertar antes de tiempo, o antes de la hora para la que se programó el despertador. Quienes lo padecen suelen despertarse muy temprano, antes de la salida del sol, o incluso en la madrugada. También se conoce como insomnio terminal. Básicamente no es un problema cuando la persona ha logrado descansar las horas suficientes y se levanta restaurada. Sin embargo, sí requiere atención médica cuando interrumpe el descanso y no permite cumplir con las horas de sueño normales.

·        Insomnio mixto: Es una combinación de dos de los tipos de insomnio que describimos arriba. Cuando más de un tipo de insomnio se manifiesta a la vez, se considera que el paciente padece de insomnio mixto.

·        Insomnio global: En este tipo de insomnio el sueño se altera por completo y aparecen los 3 tipos descritos arriba: el de conciliación, el de mantenimiento y el de despertar precoz. El insomnio global se considera un insomnio severo, ya que limita mucho la cantidad de horas de sueño de quien lo padece. Se manifiesta como una dificultad para conciliar el sueño en la noche, despertar en medio de la noche, y no conseguir volver a dormir en toda la noche. Es importante acudir de inmediato a una consulta cuando se presenta este tipo de insomnio.

Causas del insomnio

Las causas del insomnio por lo general son múltiples, debido a lo cual el insomnio se considera un trastorno multifactorial. Es por eso que, en cuanto la persona sospeche que está padeciendo insomnio, es importante que reciba ayuda médica y no se automedique ni comience a ingerir pastillas para dormir. En la consulta, el doctor podrá ir descartando las posibles causas del insomnio hasta dar con el problema básico que lo está provocando. Sólo así podrá emitir un diagnóstico adecuado, que logre revertir el trastorno del sueño. Las causas del insomnio según su origen son las siguientes:

1) Causas fisiológicas del insomnio

Entre las causas del insomnio algunas tienen naturaleza fisiológica, es decir, que dependen de una alteración del funcionamiento normal del organismo. Pueden estar dadas por situaciones externas que ejercen una influencia en el cuerpo, o bien pueden provenir de condiciones internas. Entre las causas fisiológicas del insomnio se encuentran:

·        Tener edad avanzada.

·        Dormir en un ambiente ruidoso.

·        Tener exceso de luz en la habitación a la hora de dormir.

·        Ambiente excesivamente caluroso o incómodo.

·        Tener un horario laboral nocturno y cambiante.

·        Viajes largos en los que pasamos de un huso horario a otro.

2) Causas psicológicas y psiquiátricas del insomnio

Las causas psicológicas del insomnio vienen dadas por aquellos trastornos que modifican nuestro carácter. Por lo general son alteraciones emocionales reactivas a eventos que rompen el equilibrio psicológico de los pacientes y provocan un desequilibrio en el ciclo del sueño. En el caso de las causas psiquiátricas, hay que destacar que el insomnio suele acompañar a la mayoría de las enfermedades psiquiátricas. Tal es así, que las estadísticas revelan que el 40 % de los pacientes con insomnio presentan algún trastorno psiquiátrico. La ansiedad, el estrés, las preocupaciones, las tensiones psíquicas, el miedo o la tristeza, pueden ser detonantes psíquicos del insomnio. Algunas de estas causas pueden ser:

·        Estrés provocado por acontecimientos en la vida cotidiana.

·        Depresión endógena.

·        Anorexia nerviosa.

·        Neurosis de ansiedad.

·        Neurosis obsesivo-compulsiva.

·        Crisis psicóticas.

3) Causas físicas del insomnio

Algunas enfermedades o padecimientos que afectan el estado del cuerpo físico, pueden ser la causa del insomnio en muchos pacientes. Este tipo de enfermedades pueden crear dificultades para lograr la relajación previa a conciliar el sueño. También durante la noche pueden provocar malestares que interrumpan el sueño y dificulten poder volver a dormir. Algunos de los síntomas corporales que provocan insomnio pueden ser: dolores musco esqueléticos, dolores internos en órganos, fiebre, sensaciones físicas como las parestesias, picores, hormigueos, etc. Entre las causas físicas más comunes del insomnio tenemos las siguientes:

·        Distrés respiratorio o síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).

·        Dolores provocados por neoplasias.

·        Nicturia.

·        Alteraciones gastrointestinales.

·        Insuficiencia renal.

·        Enfermedad de Parkinson y similares.

·        Dolores provocados por artritis.

 

4) Causas tóxicas o farmacológicas del insomnio

La ingesta de medicamentos o sustancias suele ser una de las causas más frecuentes del insomnio. Según la U.S. Food and Drug Administration (FDA), se han reportado alrededor de 87 fármacos que provocan insomnio. Si se necesita consumir algún medicamento que altera el sueño, lo recomendable es ingerirlo durante las horas diurnas, para evitar que haga efecto durante la noche. Un ejemplo paradójico de esto son las sustancias tranquilizantes y los medicamentos para dormir, que cuando faltan pueden provocar insomnio.

Así mismo ocurre con las sustancias estimulantes que pueden impedir el sueño. Por ejemplo, el café, los refrescos gaseosos de cola, el chocolate, el té, cuando se ingieren tarde en la noche pueden provocar insomnio de conciliación. Por otra parte, el alcohol provoca insomnio de mantenimiento, ya que aunque a veces ayuda a dormir, induce despertares nocturnos. Algunos medicamentos y sustancias que provocan insomnio son:

·        Corticoesteroides.

·        Alfa-bloqueantes.

·        Beta-bloqueantes.

·        Antidepresivos.

·        Inhibidores de la ECA.

·        Anfetamínicos.

·        Efedrina y otros simpático-miméticos.

·        Sustancias como: alcohol, tabaco, café, colas, té, chocolates.

5) Causas del insomnio en relación con otros trastornos del sueño o parasomnias

Algunos trastornos del sueño tienen como uno de sus síntomas el insomnio. En estos casos, el insomnio estará provocado por otro tipo de trastorno del sueño, por lo que será un insomnio secundario y no primario. Existen varios grupos de trastornos del sueño que producen insomnio. Entre estos grupos están: las disomnias, las parasomnias, los trastornos del ciclo vigilia-sueño, y la hipersomnia. Entre los tipos de trastornos del sueño que causan insomnio tenemos:

·        Apneas del sueño.

·        Mioclonía nocturna.

·        Síndrome de retraso de la fase del sueño.

·        Hipocondría del sueño.

·        Síndrome de piernas inquietas.

·        Sonambulismo.

·        Bruxismo.

·        Terrores nocturnos, parálisis del sueño y pesadillas.

Peligros de padecer insomnio frecuentemente

Si bien más del 50 % de quienes padecen insomnio no acuden a la consulta médica (como planteamos arriba), el insomnio no es un trastorno del sueño que deba dejarse de atender. Padecer insomnio aumenta los riesgos de padecer otras enfermedades y puede crear diversos problemas psicológicos y físicos. Básicamente el insomnio afecta la cantidad y la calidad de sueño, y no poder dormir afecta la salud a corto y largo plazo. El insomnio no sólo afecta durante la noche, sino también durante el desempeño diurno. Entre los peligros para la salud que trae padecer insomnio, se encuentran los siguientes:

·        Interfiere en la capacidad de concentrarse en las actividades cotidianas.

·        Provoca somnolencia y cansancio durante el día.

·        Reduce el rendimiento académico e intelectual, así como la capacidad de memorizar.

·        Aumenta el riesgo de accidentes de tránsito o laborales, debido a que disminuye los reflejos.

·        Provoca un estado de ánimo irritable.

·        Potencia las enfermedades psicológicas como la ansiedad y la depresión.

·        Favorece la aparición de otros trastornos del sueño y de trastornos neurológicos como el mal de Parkinson o el Alzheimer.

·        Puede ser un detonante para enfermedades como la diabetes tipo II, la hipertensión arterial o las coronarias.

·        Afecta el funcionamiento del sistema inmunitario, por lo que se corre mayor riesgo de sufrir infecciones.

·        Contribuye al aumento de peso y la obesidad, ya que altera el equilibrio de las hormonas que controlan el hambre.

Insomnio por estrés

Como vimos arriba, el estrés es una de las tantas causas que puede provocar insomnio. El estrés se ubica entre las causas psicológicas del insomnio. Hoy en día, la mayoría de las personas lleva un estilo de vida que puede provocar estrés con bastante frecuencia. Una vez que el estrés afecta la capacidad para dormir, es difícil lograr el equilibrio nuevamente. Es un círculo vicioso: el estrés produce insomnio y a su vez el insomnio favorece el estado de estrés. Eso puede traer consecuencias muy negativas para la salud y para el desempeño en la vida cotidiana. 

Para entender cómo el estrés puede provocar insomnio, hay que saber que la respuesta del organismo al estrés tiene al menos 3 niveles de acción:

·        Hormonal, que depende del eje hipotálamo-hipófisis-adrenales, y que incluye la liberación de las hormonas corticotropina, adrenocorticótropa y cortisol.

·        Autonómico, que libera adrenalina y tonifica la respuesta cardiovascular que facilita el alertamiento y la actividad de la amígdala.

·        Respuestas mediadas por neurotransmisores en el cerebro.

Cuando el cuerpo experimenta una amenaza física o psicológica, real o imaginaria, que actúa como factor estresante, ocurre la liberación de hormonas y neurotransmisores del estrés en todo el organismo. Esta cascada de cambios físicos crea una explosión de energía que permite luchar o escapar de un peligro presente. En el momento del estrés, ocurre una retroalimentación negativa por el acceso al eje hipotálamo-hipófisis-adrenales en el sistema nervioso central, que controla el sistema endocrino para que siga segregando las hormonas necesarias.

Es la hiperactividad de acceso al eje lo que influye en el ciclo del sueño, y crea una disminución de la duración del sueño y a una reducción de la fase REM. Todo esto se traduce en una peor calidad de sueño, un deterioro de la memoria y una regulación deficiente en el estado de ánimo, lo que se traduce en mayor estrés. Los normal es que los niveles de las hormonas y neurotransmisores del estrés disminuyan cuando pasa el evento que ha provocado esta reacción. Sin embargo, cuando el estrés se prolonga en el tiempo, puede afectar irremediablemente al sueño y provocar insomnio.

A su vez, la falta de sueño que produce el insomnio puede provocar que el organismo reaccione como si estuviera en una situación de peligro. Esto se debe a que aumentan los niveles de la hormona cortisol, que es también conocida como la hormona del estrés. Gracias al cortisol se desencadena la reacción de lucha o de huida ante el peligro. Esta hormona acelera los latidos del corazón y la excitación muscular. Entre los efectos secundarios negativos que tiene el exceso de cortisol, están el aumento de peso y los problemas cardiovasculares.

¿Qué es el estrés?

El estrés se define como una demanda extraordinaria a la fisiología del organismo, que conduce a la alteración del medio interno, provocado por un desafío o demanda. El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional que puede tener una causa externa física o psicológica. La reacción de estrés en pequeños episodios puede ser positiva y necesaria para ponernos a salvo de una situación de peligro, por ejemplo. Sin embargo, una reacción de estrés crónica puede ser muy dañina para la salud. Un estresor o factor estresante puede ocurrir una sola vez o a corto plazo, o bien puede suceder repetidamente durante mucho tiempo. De ahí que existan dos tipos de estrés.

Estrés agudo

Es un tipo de estrés que aparece durante un corto período de tiempo. Ayuda a reaccionar ante situaciones peligrosas como pueden ser: un evento de tránsito, una caída, una pelea, realizar una actividad que conlleve mucha atención, etc. También puede aparecer en situaciones nuevas, o durante el desempeño de alguna actividad que nunca hemos realizado. En el ámbito académico puede aparecer antes de o durante los exámenes. Suele desaparecer cuando el estresor deja de ejercer su influencia en el campo vital de quien lo sufre.

Estrés crónico

Este tipo de estrés suele durar un período prolongado, que pueden ser semanas o meses. Generalmente ocurre cuando la situación estresante se prolonga en el tiempo, por ejemplo, durante una convivencia difícil, problemas de dinero y deudas, situaciones laborales desagradables, etc. Quienes padecen este tipo de estrés pueden acostumbrarse tanto a tenerlo, que ya no se dan cuenta de que lo sufren. Esta es una situación peligrosa, porque puede traer graves problemas de salud. Este tipo de estrés es el que puede derivar en el síndrome de ansiedad.

Insomnio por ansiedad

La ansiedad es una alteración psiquiátrica que se puede convertir en una de las causas del insomnio crónico. Estar siempre en estado de alerta disminuye la capacidad para descansar y desconectar de ciertas situaciones. Por otro lado, no dormir lo suficiente o hacerlo mal por padecer insomnio, conduce al agotamiento crónico que acarrea consigo distintos trastornos psicológicos como la depresión. La ansiedad imposibilita dormir adecuadamente debido a que genera un estado continuo de alerta y nerviosismo que impiden conciliar el sueño. La ansiedad también provoca despertares nocturnos, con la sensación de no haber descansado física ni emocionalmente.

Los trastornos de ansiedad provocan pensamientos automáticos que causan estados alterados y estresantes que impiden que el cuerpo se relaje para dormir. Finalmente, aunque se logre conciliar el sueño, lo más seguro es que este se interrumpa por otro ataque de ansiedad. La ansiedad puede experimentarse de muchas otras formas y suele aparecer durante la noche. Entre los síntomas de ansiedad se encuentran los siguientes:

·        Sensación de nerviosismo, preocupación o inquietud.

·        Pensamientos involuntarios.

·        Dificultades para lograr la concentración.

·        Problemas gastrointestinales.

·        Ataques de pánico o episodios de temor extremo e intenso.

·        Ritmo cardiaco acelerado y dolor en el pecho.

·        Mareos o aturdimiento.

·        Sensación de que nada es real.

·        Sudoraciones, escalofríos o calores.

·        Dificultad para respirar y encogimiento de la garganta.

·        Emoción de fatalidad inminente.

El estado de estrés crónico en el que se basa el trastorno de ansiedad no desaparece, e incluso puede empeorar con el tiempo. En este punto, tanto el insomnio como los síntomas de ansiedad pueden interferir con las actividades diarias, tales como las relaciones con los demás, el desempeño laboral o escolar, etc. La ansiedad produce reacciones a nivel cerebral y hormonal que activan al cuerpo como si fuera una alarma antiincendios.

Se acelera la respiración para disponer de más oxígeno; el corazón empieza a latir más rápido para que llegue mayor cantidad de sangre a los músculos y al cerebro y disponer de más glucosa; los músculos se tensan para estar listos para huir o defenderse; los poros de la piel se cierran para protegerla de lesiones; etc. Además, se liberan hormonas glucocorticoides que mantienen en alerta al organismo. Este tipo de reacciones son las que afectan el sueño y provocan insomnio.

¿Qué son la ansiedad y el trastorno de ansiedad?

La ansiedad se define como una reacción normal del organismo que se activa frente a una amenaza o peligro, reacción que suele desaparecer cuando desaparece su causa. Es una emoción que todas las personas han experimentado en algún momento de la vida. Produce una reacción psicofisiológica que activa el sistema nervioso central y todo el organismo. La ansiedad suele aparecer cuando una situación requiere un esfuerzo intenso y sostenido por nuestra parte. La ansiedad se convierte el trastorno de ansiedad cuando la reacción se activa en situaciones que habitualmente no son amenazantes ni peligrosas.

Si la reacción de ansiedad persiste hasta el punto en que interfiere de manera importante en las actividades diarias y en el sueño, entonces se ha convertido en un verdadero problema que persiste en el tiempo. Los trastornos de ansiedad se caracterizan por presentar un miedo intenso y una preocupación excesiva que puede generar algunos comportamientos somáticos. Quienes padecen trastornos de ansiedad pueden tener varios tipos de ansiedad al mismo tiempo, además de otras afecciones mentales como la depresión y problemas de adicción a sustancias. Algunos de los tipos de trastornos de ansiedad son los siguientes.

Trastorno de ansiedad por separación

Es un trastorno de ansiedad que suele ser frecuente en los niños. Por ejemplo, el temor irracional a separarse de sus seres más cercanos, como la madre. Es lo que provoca los llantos desconsolados cuando la madre sale de casa y el pequeño se queda con el padre o con cualquier otro familiar. Igualmente cuando fallece un ser querido, algunos adultos suelen atravesar por este tipo de trastorno de ansiedad.

Fobias

Los tipos de fobia son muy amplios y pueden aplicarse a situaciones, objetos o relaciones. Este trastorno de ansiedad se manifiesta como un miedo intenso a algún objeto o situación, por ejemplo: viajar en avión, insectos, roedores, navegar en barco, a las inyecciones, a estar encerrado por mucho tiempo, miedo a las alturas, etc. También hay quienes temen a algunas situaciones sociales. Por ejemplo, las personas que tienen miedo a actuar o hablar delante de un público, o a las interacciones sociales o grupales, etc. A este último tipo se le conoce como fobia social.

Ataque de pánico

Es un episodio de ansiedad repentino e intenso que puede estar acompañado de sensaciones físicas desagradables. Son frecuentes las palpitaciones, la sensación de ahogo, los mareos, etc. También trae aparejados pensamientos de tipo catastróficos, como el miedo a perder el control, el temor a la muerte, el miedo a los accidentes, etc. Muchas personas con ataques de pánico necesitan ir acompañadas cuando transitan por lugares con mucha afluencia de personas, como los metros, las ferias o las calles céntricas.

Agorafobia

La agorafobia es el miedo a los lugares abiertos, o al estado en que se entra en los lugares públicos. El miedo a sentir ansiedad es otro trastorno de ansiedad que viene a empeorar el panorama. Se trata del temor a los síntomas de la ansiedad, como el miedo a las palpitaciones fuertes, a las sudoraciones, al malestar físico, etc. Generalmente estas personas creen que se van a desmayar y que no podrán ser ayudadas por nadie. Suelen evitar los lugares muy concurridos como conciertos, calles céntricas, el transporte público, las tiendas, etc.

Ansiedad generalizada

Este trastorno de ansiedad se manifiesta como una preocupación constante por las cosas del día a día; por ejemplo, el colegio de los niños, los problemas del trabajo, situaciones familiares, la salud, etc. Estas preocupaciones pueden llegar a interferir en el sueño y generar insomnio. También afectan la capacidad de concentración para realizar otras actividades de la vida cotidiana, por lo que la persona vive en un estado de tensión y fatiga constante. Además, este tipo de ansiedad puede estar acompañada de expresiones somáticas como dolores de cabeza o de barriga.

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