¿Cada cuánto se rota o se gira el colchón? | Blog Nubett

¿Cada cuánto se rota o se gira el colchón? | Blog Nubett

 

Todos podemos saber por intuición que rotar o girar el colchón es una buena práctica. Se rota o se gira el colchón por razones más que justificadas, ya sea desde el punto de vista de la higiene o ya sea por motivos funcionales (tales como dormir allí donde el material del colchón se conserve en estado óptimo). Sin embargo, ¿cada cuánto se rota o se gira el colchón? Ya esta es una pregunta que hay que responder con detalle, y a ello dedicaremos el artículo de hoy.

Tocaremos algunos puntos más que serán de tu interés, como por ejemplo la historia y los mitos relacionados con la rotación del colchón, las diferencias entre rotar y girar o virar el colchón y cuál es el lado correcto para dormir, cómo transpira el colchón, cuándo darle un buen mantenimiento, etc. Y por supuesto, por si ya te has preguntado cómo rotar el colchón, te daremos todos los pasos que debes seguir, tanto para dar vuelta como para rotar un colchón.

Antes de explicarte cómo virar un colchón...

Es sabido por casi todos que principalmente a los colchones de muelles hay que darles la vuelta de vez en cuando, para que no carguen el peso siempre en el mismo lugar. Esto ayuda a que no se aplasten los rellenos ni se partan los muelles, y a que el colchón tengo una vida útil más larga.

Sin embargo, no sólo a los colchones de muelles hay que darles la vuelta. Otros tipos de colchones, tales como los de viscoelástica o los de látex, también ganan tiempo de vida útil si los rotas o los viras de vez en vez (salvo que el fabricante indique expresamente lo contrario). Hay algunos detalles sobre los que hablar antes de pasar a explicar cómo virar el colchón.

¿Cuál es el lado correcto del colchón?

El lado correcto del colchón, es decir, el lado sobre el cual se debe acostar la persona a dormir, dependerá de cada colchón. Hay colchones perfectamente reversibles, cuyas caras superior e inferior son idénticas, por lo que se puede dormir sobre cualquiera de ellas indistintamente. De manera general los colchones tradicionales son de este tipo, y son los que con mayor certeza se pueden virar, porque cualquiera de los dos lados es correcto para el descanso.


Sin embargo, hay colchones que no son reversibles, o que no necesitan que los vires. Eso podrás saberlo, bien por el diseño del colchón, bien porque lo dice en alguna etiqueta que lleve pegada, o bien porque lo diga el manual suministrado por el fabricante. Si cuentas con el manual, esa es la mejor guía posible.

Por otra parte, hay colchones que se diseñan especialmente con dos caras distintas, los cuales se denominan “colchones de invierno y verano”. Por lo general estos colchones incluyen la indicación de que los gires, ya que se fabrican a partir de materiales y diseños diferentes por cada cara, para que se adapten tanto a las temperaturas altas del verano como a las bajas del invierno. Es una forma en que los fabricantes han remediado la fama de calientes de algunos materiales.

Diferencia entre virar y rotar el colchón

Es importante notar que girar (o lo que es lo mismo: voltear o virar) un colchón, no es lo mismo que rotarlo. Son cosas distintas, y tienen un efecto relativamente distinto sobre la consistencia que vamos a empezar a sentir en el colchón al acostarnos en él de ahí en adelante. Desde este punto de vista, tenemos que:

·        Virar un colchón es darle vuelta de manera que quede encima la parte que estaba en contacto con la base del colchón, sobre la que entonces empezaremos a dormir.

·        Rotar un colchón es darle vuelta de manera que la parte que estaba hacia la cabecera de la cama (es decir, la parte del colchón donde colocábamos la cabeza) quede hacia el lado de los pies, y viceversa.


A partir de lo que acabamos de decir, puedes notar que virar el colchón es una operación bastante más compleja que rotarlo. Rotarlo es algo que posiblemente podrás hacer en solitario, pero para girarlo probablemente necesites el apoyo de otra persona. Dada la dificultad de voltear el colchón, es que hemos dedicado este tutorial de Nubett a explicarte cómo hacerlo. Cómo rotarlo es algo que no necesita mucha explicación.

No obstante, lo óptimo para la mayoría de los colchones es combinar ambas operaciones, rotarlos y voltearlos, aunque no siempre al mismo tiempo. Si lo que buscas es evitar que el colchón se aplaste de forma dispareja, siempre por un solo lado, entonces debes (y esto es sólo una sugerencia) virarlo una vez, y luego de varios meses rotarlo solamente, y luego de otros tantos meses sí rotarlo y voltearlo, y así sucesivamente. ¿Cómo llevar la cuenta de este orden? Lo veremos un poco más adelante.

¿Cada cuánto rotar el colchón según su material?

De manera general se recomienda rotar el colchón de 3 a 4 veces al año. Como ya vimos, esto significa girar hacia la cabecera de la cama el lado del colchón que hasta ese momento daba soporte a los pies. Con esta rotación trimestral o cuatrimestral se evita que el material del colchón se aplaste como resultado de soportar el peso del cuerpo siempre en el mismo lugar. Con la rotación del colchón, además se evita que la suciedad y los fluidos corporales se acumulen siempre en los mismos lugares en forma de una espesa humedad.

Por otra parte, con respecto a la frecuencia de virar el colchón (que como ya vimos, es poner debajo la cara del colchón que estaba encima), es algo que hay que hacer con menos frecuencia. Se recomienda virar el colchón entre 1 y 2 veces al año, siempre tomando en cuenta si el diseño del colchón permite que lo viren. Los colchones de invierno-verano, por supuesto, requieren que uses la cara adecuada para cada estación, lo que significa cambiarlo siempre que llegue el invierno o que llegue el verano. En esto lo mejor es seguir las instrucciones del fabricante.

Al virar el colchón, logras lo mismo que al rotarlo, sólo que en mucha mayor medida: proteges el material contra aplastamientos y humedad, y alargas mucho más su vida útil. En el caso de los colchones de invierno y verano también aumentas el confort, ya que además de la comodidad normal, ofrecen calor en el invierno y frescura en el verano, según la cara sobre la que se duerma.


Con respecto a la pertinencia y a la frecuencia de volteado o rotación del colchón en relación con su material, se puede seguir esta pauta general (que habrá que precisar tomando en cuenta la etiqueta del colchón o el manual del fabricante):

·        Los colchones de muelles (tanto muelles tradicionales como muelles ensacados), se pueden tanto rotar como virar cada 2 o 3 meses, o 4 veces al año como mínimo.

·        Los colchones que presentan sólo 1 cara de viscoelástica, únicamente se deben rotar. No se deben voltear, ya que la capa de viscoelástica quedaría hacia abajo y tendríamos que prescindir de sus beneficios.

·        Los colchones con 2 caras de viscoelástica (es decir, viscoelásticos por los dos lados), se deben tanto rotar como girar cada trimestre, siguiendo la pauta de alternancia que indicamos en el final del acápite anterior o la pauta que dé el fabricante.

·        Los colchones de látex se deben girar y rotar cada trimestre.

4 pasos simples para virar un colchón

Es cierto que los nuevos materiales con que se fabrican los colchones (espuma viscoelástica, látex, multicapas de distintos materiales, o incluso muelles ensacados) hacen que virar el colchón no sea tan necesario como antes. Los materiales tradicionales como la espuma, la guata, el relleno o los muelles convencionales, tienden a hundirse o gastarse más en las zonas sobre las que dormimos con mayor frecuencia. Sin embargo, esto no suele ocurrirles a los nuevos materiales o a los más novedosos diseños de colchón, que entre otras cosas buscan evitar precisamente ese desgaste y ese aplastamiento localizados.

No obstante, hay que empezar por decir que no todos los colchones están fabricados con estos materiales de nueva tecnología, y que incluso a los colchones de materiales novedosos se les alarga la vida útil si con cierta regularidad se viran o se rotan. Por eso es que se hace necesario aprender, mediante los siguientes pasos, cómo virar un colchón. Estos consejos te volverán más sencilla una operación que de otro modo pudiera resultarte tediosa y trabajosa.

1.      Échale un vistazo a la etiqueta o al manual del colchón

2.      Despeja la zona de objetos frágiles

3.      Quita la ropa de cama y los accesorios al colchón

4.      ¡A virar o rotar el colchón!

1) Échale un vistazo a la etiqueta o al manual del colchón

Virar o no virar el colchón siempre ha sido todo un tema, ya que tradicionalmente ello ha sido necesario en términos de la durabilidad y la higiene del colchón. El colchón es probablemente el accesorio más importante del equipo de descanso, o al menos es el más grande, y por tanto es el más propenso a suciedad o deterioro notable, y el más costoso de reemplazar, a veces bastante. No es extraño que tratemos de cuidarlo por cualquier medio.

Es por eso que algunos colchones (especialmente si son de nuevo tipo), traerán en una etiqueta o en algún manual, las indicaciones con respecto a cómo es más conveniente virarlos según la óptica particular del fabricante. Incluso los colchones que, gracias a sus materiales y a su diseño, no necesitan que los vires, dirán en la etiqueta algo como: “No es necesario virarlo”, o terminantemente: “No virarlo”.

Ten en cuenta que existen colchones que no se deben virar debido a su diseño específico, que puede requerir que la cabeza y los pies queden siempre hacia un lado específico, o pueden incluir aplicaciones de materiales con una forma especialmente diseñada para cierta parte del cuerpo y no para otra. Estos colchones no se deben virar, y tal vez ni siquiera se pueden rotar, ya que se pueden dañar o perder estas facilidades de su forma, o se pueden dañar las peculiaridades del material.


Sin embargo, si tu colchón no trae ninguna etiqueta o manual que diga que no necesitas virarlo, posiblemente eso significa que sí necesitas hacerlo. Entonces toma nota de todos estos pasos, que te facilitarán la labor y te ahorrarán energía y tiempo. No obstante, si lo que ocurrió es que se desprendió la etiqueta del colchón o extraviaste el manual, haz una búsqueda en Internet de tu marca de colchón y de sus dimensiones, de modo que puedas cerciorarte de si el fabricante recomienda o no girar el colchón.

2) Despeja la zona de objetos frágiles

Cualquier colchón, incluso los de uso personal, puede mediar casi 2 metros de largo o más. Y en el momento en que lo estés virando o rotando, el colchón puede llegar tan lejos como no esperabas, sobre todo si durante la operación se hace necesario dar pasos, estirar los brazos, etc.

Es por eso que antes de rotar, voltear o mover el colchón, resulta conveniente despejar alrededor de éste un área o radio bastante más grande que el lado más largo del colchón. Eso evitará roturas de adornos, objetos, retratos, recipientes, fuentes de calor (radiadores de calefacción portátiles, por ejemplo), relojes, dispositivos móviles, etc. No olvides revisar bien el suelo y las mesas de noche, no vaya a haber sorpresas.


3) Quita la ropa de cama y los accesorios al colchón

Quizá pueda parecerte cómodo mantenerle la ropa de cama puesta al colchón mientras lo rotas, o incluso mientras lo viras. Pero en realidad no es una buena idea. La sábana y otros accesorios de descanso pueden entorpecer la rotación o el volteado, ya que será difícil agarrar el colchón con la sábana puesta, y pesará más si tiene almohadas y otras cosas encima. Es más seguro para el colchón rotarlo o virarlo sin nada encima.

4) ¡A virar o rotar el colchón!

Algunos colchones traen asas incorporadas en los laterales: haz uso de ellas. Pero si tu colchón no tiene asas, intenta agarrarlo siempre por los bordes, ya que permitirán una mejor sujeción. Si vas a rotar el colchón o a virarlo, sigue una de las siguientes vías o ambas, una a continuación de la otra:

Para rotar el colchón, elige un punto imaginario justo en su centro, y en ese punto dale vuelta al colchón sobre sí mismo, de manera que inviertas la posición entre cabeza y pies. Listo.

Para virar el colchón, es decir, para voltearlo, sigue estos pasos:

a)      Párate en uno de los lados del colchón y elige un punto imaginario justo en el centro de la base sobre la que esté el colchón.

b)      A continuación, agarra el colchón y hálalo hacia ti, de manera que el borde opuesto al que estás agarrando quede justo en la mitad de la base.

c)      Eleva el lado que estás agarrando mientras mantienes el lado opuesto sin levantarlo de la base de la cama. De esta manera el colchón llegará a quedar en posición vertical.

d)      Si estás solo, sin soltar el colchón, desplázate hacia uno de los extremos (sea la cabecera o los pies, según te sea más conveniente o cómodo). Pero si alguien te está ayudando, no es necesario este paso y puedes omitirlo.

e)      Ya seas tú o quien te esté ayudando, deben dejar caer suavemente el colchón hacia el lado opuesto al que estaba, permitiendo que su peso descanse sobre los brazos, los cuales irán descendiendo hasta que el colchón quede nuevamente colocado sobre la base, ya virado.

f)       Ahora corresponde desplazar nuevamente el colchón hasta que quede perfectamente colocado en su base. Listo.


Es importante que durante el proceso de virar el colchón, se evite doblarlo. Salvo que se trate de colchones articulados, los colchones no deben doblarse, porque pueden dañarse sus materiales. Esto se cumple especialmente si se trata de un colchón de muelles, ya que estos pueden torcerse o partirse. Hay que poner especial cuidado en no doblar las esquinas ni los laterales.

Consejos adicionales sobre la rotación del colchón

Los siguientes consejos te ayudarán a saber otros detalles sobre virar el colchón, que posiblemente también serán de tú interés.

Las personas robustas deben virar más el colchón

Si eres una persona de cuerpo robusto, eso probablemente significa que debes rotar y/o virar el colchón con mayor frecuencia. Esto se cumple especialmente si no sueles moverte demasiado ni cambiar de posición al dormir, porque ello indica que pasas la mayor parte del tiempo durmiendo sobre una misma zona del colchón.

Algo que hay que añadir en este sentido es que, si tienes un colchón de poca firmeza, su material cederá más a tu peso, por lo que debes virarlo incluso con más frecuencia que si se tratara de un colchón más firme.

Si tu colchón no trae instrucciones, pónselas tú

Puede ser que el colchón que usas no haya traído instrucciones, o puede ser que se las hayas removido al inicio por creer que no las necesitarías, o incluso puede ser que la etiqueta de instrucciones se haya desprendido sin querer del colchón y se haya perdido.

En esos casos, ya cuando hayas investigado como hacer la rotación, el volteado y otras acciones de mantenimiento del colchón, puedes anotar todo en una pegatina o etiqueta y pegarla al colchón (sea adhiriéndola, cosiéndola o prendiéndola con un imperdible). También puedes guardar en un lugar seguro la etiqueta que creaste. No olvides señalar hacia qué lados hay que virar el colchón, en especial si vas a combinar el volteado con la rotación.

Conviene tampoco olvidar anotar la frecuencia con la que hay que virar el colchón, o incluso las fechas programadas para hacerlo. A fin de cuentas, durante los avatares cotidianos, tales fechas y acciones a largo plazo pueden olvidarse con facilidad. Más adelante sólo tendrás que consultar la etiqueta que creaste para saber lo que el colchón necesita cada vez. Una aplicación de teléfono móvil o de Internet también podría ser útil para esto.


Si es necesario, busca a un amigo que te ayude

El peso de un colchón no tiene tanto que ver con su tamaño como con los materiales a partir de los cuales está fabricado. Hay colchones que, incluso siendo grandes, no pesan mucho, y que puede rotarlos o girarlos una sola persona. Pero hay colchones que pesan un poco, y los hay que pesan considerablemente, incluso siendo personales. De hecho hay colchones que pesan muchísimo, debido tanto a su tamaño como a su composición.

Normalmente un colchón de este último tipo no es fácil de girar para una sola persona. Además del peso, en el momento de virar el colchón hay que contar con el tamaño y con el diseño. En estos casos, si te es posible, pídele a otra persona que te ayude a girar el colchón. Aquí se cumple perfectamente el refrán que dice que en la unión está la fuerza; aunque, en este caso también es cuestión de maña.

Evita hacer movimientos bruscos

Virar un colchón lleva realizar una serie de movimientos en los que intervienen muchos músculos de la espalda y de otras partes del cuerpo que quizás no suelen someterse a trabajos de extensión fuerte con frecuencia. Por eso, mientras haces el trabajo de girar el colchón, en especial si lo realizas solo, evita hacer movimientos bruscos. De esta manera evitarás también adquirir dolores de espalda, tortícolis, calambres musculares, etc.


Cómo transpira el colchón y cuál es su mantenimiento

Se recomienda ventilar el colchón cada día, o varias veces a la semana, o al menos varias veces al mes. Esto elimina la acumulación de humedad y suciedad, y evita la proliferación de bacterias y ácaros. Es un punto a tomar en cuenta para cualquier persona, pero cobra especial importancia en personas alérgicas.

La ventilación del colchón se puede realizar retirando la ropa de cama del colchón, abriendo las ventanas, y finalmente sacudiéndolo y dejándolo tomar el aire durante unos 5 o 10 minutos. Para evitar que el colchón con el uso se humedezca o se moje (en especial si duermen niños pequeños en él), lo mejor es usar algún cubre colchón especial para esto, mejor si es tanto transpirable como impermeable.

El mantenimiento que le demos al colchón, ya sea en términos de limpiarlo o ya sea en términos de rotarlo o virarlo (como estamos viendo en este artículo), contribuye enormemente a su transpiración. Mientras menos aplastado esté un colchón y más esponjoso permanezca su material (gracias al volteado o la rotación), mejor circulará el aire por su interior y más fresco será. A la óptima transpiración también contribuye usar somieres y bases adecuadas para el colchón que tengamos.

La transpiración de un colchón se describe como la capacidad que este tiene de permitir que el aire circule a través de su material, lo cual determina por completo su cualidad de ser fresco o no serlo. Un colchón transpira menos o más en dependencia de la densidad del material con que esté fabricado. Se puede decir que los colchones que mejor transpiran son los de muelles tradicionales y los de muelles ensacados, ya que el aire circula fácilmente por su interior. Le siguen los colchones de látex, que tienen una capacidad media de transpiración.


Finalmente, es sabido que los colchones de espuma viscoelástica no transpiran muy bien, y que por sí mismos tienden a ser bastante calientes. Esto se debe a que la densidad de su material prácticamente no permite que el aire circule a través de ellos. Es por eso que los fabricantes de este tipo de colchones han ideado diversas fórmulas para favorecer la transpiración y hacer que la viscoelástica sea más fresca.

Por ejemplo, hoy en día se diseñan y se fabrican los llamados colchones de espuma viscoelástica con infusión de cobre y grafito. El cobre y el grafito, además de ser conductores térmicos extremadamente buenos, gozan de la característica de atraer el calor y disiparlo lejos de la fuente que lo genera. De esta manera, independientemente de la capacidad de transpiración de la viscoelástica, el grafito y el cobre funcionan como sus agentes refrigerantes y permiten disfrutar de un descanso fresco y bien ventilado.

Historia y mitos sobre la rotación del colchón

Como hemos venido diciendo desde el inicio de este artículo, todos o casi todos los colchones tradicionales (los de muelles no ensacados, los de relleno o guata, los de espuma convencional, etc.) admiten que se les rote o que se les vire. Sin embargo, esto no se cumple para todos los colchones de nuevo diseño y tecnología, sino sólo para algunos de ellos.

Por supuesto, como ocurre con casi todos los objetos de uso humano, los colchones son propensos a cargarse de leyendas y mitos (la palabra “mitos” aquí asumida en el sentido de supersticiones y no en el sentido mitológico). Uno de estos mitos consiste precisamente en que algunas personas continúan creyendo que todos los colchones sin excepción requieren que se les rote o se les vire. Debido a esto, esas personas no pueden evitar rotar y virar incluso colchones que están diseñados y fabricados para no girarlos. Más o menos en esta misma línea, hay personas que creen que únicamente los colchones de muelles tradicionales requieren que se les vire o se les rote, si bien en este artículo hemos visto que no es así.

Otros mitos sobre colchones adquieren tintes más folclóricos. Hay personas que, contrarias a la tendencia que acabamos de ver, evitan rotar el colchón, pero por motivos que otros podrían considerar supersticiosos. Sienten que el colchón se carga del magnetismo del cuerpo, y que al rotar el colchón y poner la cabeza donde antes iban los pies y viceversa, esto no sólo afecta su capacidad de descanso, sino incluso su capacidad de poder soñar. De este modo mantienen siempre la misma orientación del colchón, con la cabeza hacia la cabecera de la cama. Para estas personas no existe tal cosa como la necesidad de rotar o girar el colchón.

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