¿Dormir semisentado es bueno? Aquí te damos la respuesta | Blog Nubett

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Dormir semisentado no es la mejor postura para dormir, salvo en circunstancias especiales. Sin embargo, es típica la imagen de la persona que se duerme sentada o semisentada. Y no es porque haya elegido esa entre todas las posturas para dormir, sino porque el sueño la venció antes de lo esperado. Con una sociedad tan mediática y apurada como la actual, las personas pasan muchas horas frente a la tele o los dispositivos móviles. Y si han tenido un día agitado y se sienten agotados, es posible que terminen dormidos frente a la pantalla, en la que tal vez no sea una postura correcta para dormir. Aprende en este post todos los detalles sobre este tema importante para todos.

¿Es bueno o no es bueno dormir semisentado?

Como adelantábamos al inicio del artículo, dormir semisentado casi nunca es la mejor de las posturas para dormir. Sólo en determinadas circunstancias el médico o la situación misma sugerirán dormir semisentados. Lo que siempre se recomienda es dormir acostado en cualquiera de las posturas para dormir tradicionales:

  • ·        En postura boca arriba (decúbito supino).
  • ·        En postura lateral (decúbito lateral), usando cualquiera de sus variantes: izquierda, derecha o fetal.
  • ·        En postura boca abajo (decúbito prono).

La postura de acostado, de manera natural garantiza un descanso de calidad. Es, de manera general y sin lugar a dudas, la mejor postura para dormir. Pero no puede decirse lo mismo de dormir semisentado. Entre todas las posturas para dormir, dormir semisentado no puede considerarse una postura correcta para dormir, sino más bien una postura irregular que se adopta cuando no queda otro remedio, o por motivos especiales.

Un ejemplo de un momento en que es inevitable dormir semisentado, es durante ciertos padecimientos, traumatismos o recuperaciones postoperatorias. Es por eso que las camas de hospitales incluyen, desde hace mucho tiempo, bases con diseño ajustable. Las más modernas camas de hospital con diseño ajustable pueden incluso traer control remoto para realizar los ajustes. En estos casos se da algo impensable para las viejas camas de rudo ajuste mecánico mediante palancas: actualmente incluso el propio paciente puede ajustar la cama para sentirse más cómodo, ya sea elevando los pies o ya sea elevando la cabecera para quedar en posición semisentada.


Causas de que no se recomiende dormir semisentado

Aquí te listamos algunos de los motivos por los que no se recomienda dormir semisentado.

Columna en posición poco natural

Al dormir semisentado la columna no queda en posición recta (ni en sentido vertical ni horizontal). Debido a esto, el cuerpo no siente que se encuentra en una posición natural, y eso afecta el descanso de calidad.

Vértebras cervicales comprimidas

Una mala consecuencia a mediano o largo plazo es que, al dormir semisentado, las vertebras cervicales pueden permanecer comprimidas. Esto va a generar dolores crónicos en esa zona, mareos y otras dolencias.

No se puede cambiar de posición

Según los especialistas, una persona normal puede cambiar de posición más de 30 veces durante una misma sesión de sueño. Cambiar de posición forma parte de las adaptaciones que realiza el cuerpo para descansar bien. Sin embargo, esto no es posible si se duerme semisentado. Al dormir semisentado, prácticamente no se puede cambiar de posición, y en ciertas circunstancias no se puede en absoluto. El cuerpo tenderá a permanecer rendido de sueño en postura estática, y ello puede crear incomodidad, contracciones musculares, miembros colgando a expensas de la gravedad, dolores de espalda, y en general poca calidad de descanso.


Descanso incómodo por no estar en la cama

Con frecuencia (y esto lo veremos también en el punto siguiente) dormir en posición de semisentado no es una elección voluntaria de la persona. Es más bien una posición en la que el sueño le sorprendió durante alguna actividad. Lo más frecuente es que eso ocurra trabajando en un medio digital, viendo la tele, chateando, jugando videojuegos, revisando el buzón de correo electrónico, etc.

Esa sensación de actividad interrumpida, en sentido psicológico crea una situación en la que el cuerpo siente que todavía no está en la cama, y por eso no descansa bien. Tal vez lo peor de esta situación sea que, en vez de que se interrumpa el sueño a media madrugada para ir a dormir a la cama, la persona se despierte a la mañana siguiente en el mismo lugar en posición de semisentado. Salvo excepciones, en ese momento posiblemente experimentará la fatiga de no haber descansado bien en toda la noche. Ese agotamiento le acompañará probablemente el resto del día.

La luz artificial afecta o impide el buen descanso

Por lo general, cuando una persona se duerme en posición semisentada, es porque se quedó dormida durante alguna actividad que estaba realizando. Es frecuente que eso ocurra frente a la tele o a las pantallas de dispositivos móviles u ordenadores. En tales circunstancias, la calidad del descanso se afecta doblemente. La luz de la pantalla (y tal vez la intensa actividad de las personas de la trama audiovisual), impedirán la oscuridad y el silencio necesarios para que el cerebro comprenda que es la hora de descansar. Esta hiperactividad a deshora puede provocar insomnio, generar mal dormir, interrupciones del sueño, etc.


Cuando dormir semisentado es la mejor postura para dormir

En algunas circunstancias específicas, se recomienda la posición de semisentado como la mejor postura para dormir. En casos como esos, puede que los propios médicos o la situación sugieran la postura como alternativa.

1) Cuando se padece de reflujo gástrico

Tener reflujo gástrico es una de las principales circunstancias en que se puede recomendar dormir semisentado. No obstante, esto es sólo para casos graves o agudos. Normalmente lo que se aconseja para evitar el reflujo gástrico durante el sueño, es dormir con la cabecera de la cama ligeramente más alta que la zona de los pies.

El reflujo gástrico es un padecimiento en que el contenido estomacal pasa del estómago al esófago, debido a un mal cierre del llamado esfínter esofágico interior. Este contenido estomacal puede ascender por el esófago hasta la garganta, y salir al exterior a través de la boca y de las fosas nasales de manera nada agradable. Es un problema que puede afectar a personas de cualquier edad, desde bebés y niños hasta adultos o ancianos. Los episodios nocturnos de reflujo gástrico durante el sueño son especialmente desagradables. Para evitar que el reflujo gástrico suba, se recomienda evitar la obesidad, las cenas copiosas antes de dormir, acostarse después de comer, y abandonar malos hábitos como el tabaquismo o el alcoholismo.


Por supuesto, también existen consejos relacionados con las posturas para dormir para evitar el reflujo gástrico. Por lo general se debe elevar la cabecera de la cama unos 15 cm. Y esto de elevar la cabecera es literal. Es decir, no conviene elevar solamente la cabeza mediante más almohadas, ya que eso puede acercar peligrosamente la barbilla al pecho. Con esto lo que consigues no es que el reflujo no suba, sino que no pueda salir al subir, con el riesgo de que pase de las vías gástricas a las vías respiratorias. Por eso es que lo recomendable es elevar toda la cabecera de la cama a un tiempo, ya sea gracias a que la base es ajustable, o ya sea mediante algún tipo de aditamento o diseño.

2) Luego de ciertas cirugías

En la etapa postoperatoria de determinadas cirugías, es probable que el propio personal médico recomiende dormir semisentado. De hecho las camas de hospital, como comentamos más arriba, se diseñan con la base ajustable, precisamente para facilitar este tipo de adaptaciones y facilitarles la convalecencia a los pacientes.

3) Ideal para evitar neumonía en pacientes con ventilación mecánica

Las infecciones respiratorias suelen estar entre las complicaciones más frecuentes que sufren pacientes que estén hospitalizados en unidades de cuidados intensivos, y que estén sometidos a ventilación mecánica (respiración asistida). Específicamente la neumonía intrahospitalaria suele ser frecuente en pacientes de ese tipo que además estén recibiendo alimentación por vía nasogástrica (mediante sonda a través de la nariz). El reflujo gástrico, que es frecuente en situaciones así, suele ser un desencadenante o agravante de la neumonía.

Para fortuna de estos pacientes, unos investigadores del hospital Clínico de Barcelona realizaron un estudio sobre un número significativo de casos. Tomaron un total de 86 pacientes de este tipo como muestra para la investigación. Mantuvieron a 47 pacientes en la típica postura bocarriba, con el cuerpo totalmente horizontal. A los restantes 39 pacientes les elevaron la cabecera de la cama, hasta ponerlos en posición de semisentados, con el tronco en un ángulo de aproximadamente 45 grados con respecto a la horizontal.


El resultado de esa investigación fue muy positivo. De los 47 pacientes que durmieron en posición boca arriba, 16 padecieron de neumonía, lo que es bastante frecuente (por lo general, el 35,4 % de los pacientes de este tipo de centros contrae infecciones). En cambio, de los 39 que durmieron en posición semisentada, sólo 3 contrajeron neumonía. Esto indica, de manera bastante evidente, que dormir en posición de semisentados puede reducir notablemente los índices de neumonía intrahospitalaria en pacientes de cuidados intensivos con ventilación mecánica y alimentación nasogástrica.

4) Una siesta rápida sobre el asiento del coche

En este caso, no es que dormir sobre el asiento o el volante sean la mejor postura para dormir, sino que quizás no quede otra posible. A veces el agotamiento puede ser grande y en ciertas circunstancias es impostergable conducir el coche. En esos casos, incluso la ley recomienda que el conductor tome una breve siesta que le permita sentirse con la suficiente atención para realizar una actividad compleja como conducir.

En ocasiones, porque la circunstancia o el diseño del coche lo permiten, se tienen algunas opciones más. Por ejemplo, si estás haciendo un largo viaje por carretera, puedes detener por completo el coche, aparcar en una zona segura, reclinar todo lo posible el asiento delantero y descansar. Es una de las buenas posturas para dormir en coche. Otra opción es que, si el coche no lleva todas las plazas ocupadas, puedes descansar acostado en el asiento trasero. Esta es sin dudas una de las mejores posturas para dormir en coche.


¿Qué otras posturas son habituales, pero no recomendables?

En este acápite listaremos y explicaremos brevemente algunas posturas para dormir que, si bien son habituales, no son recomendables. Este enfoque es bastante relativo, porque no hay ninguna postura habitual para dormir que no se recomiende en ninguna circunstancia. Por eso, más bien lo que iremos viendo serán las posturas que no se recomiendan en determinadas circunstancias o para determinadas personas o padecimientos. Así que este acápite podría perfectamente llamarse «Posturas que no se recomiendan en ciertas circunstancias».

Dormir con las manos cruzadas bajo la nuca

Posar en alguna postura acostada y con las manos cruzadas bajo la nuca, es posiblemente una de las más populares formas de tomarse fotografías. En todos los medios abundan personas sonriendo en esta posición, o en la variante con las manos cruzadas bajo el hueso occipital (el extremo más saliente en la parte trasera del cráneo). Es probable que, además del componente estético, para muchas personas sea hasta cierto punto agradable tumbarse así en la cama a reposar, como si se tratara de una siesta al aire libre en el campo durante un picnic. Lo típico es que el fotografiado muestra una sonrisa de extremo confort y satisfacción.


Sin embargo, acostarse boca arriba con las manos cruzadas bajo la nuca o el cráneo, es una de las posturas para dormir que no se recomiendan. Si se observa bien, a pesar de que la altura de las dos manos unidas aporta un apoyo bastante adecuado y agradable a la nuca, en cambio los brazos quedan comprimidos. En especial se comprimen los bíceps con los antebrazos, sobre todo en los hombres, que suelen tenerlos más voluminosos. Esto muy pronto generará calambres en los brazos, adormecimiento en las manos, irritación en los tendones, y una incomodidad general que impedirá el buen descanso.

Esto significa que la postura de las manos cruzadas bajo la nuca o el cráneo, puede funcionar durante una pose para tomarse una foto. Incluso puede aportar cierta comodidad durante un instante de reposo en que no haya otro apoyo para la cabeza. Pero de ningún modo esta debe ser la postura para dormir durante horas en la cama, y mucho menos para dormir toda la noche.

Dormir de lado sin almohada aunque tengas hombros anchos

Cualquiera de las variantes de la posición lateral (científicamente denominada decúbito lateral), es siempre una postura correcta para dormir. De hecho muchos especialistas consideran que la posición lateral es francamente la mejor postura para dormir. En especial la postura fetal es la variante más apreciada. Sin embargo, todo esto tiene una condición, que se basa en una de las pocas desventajas de la postura lateral: como el hombro separa la cabeza del colchón, se requiere usar una almohada que llene exactamente esa distancia, y que permita que la cabeza y la columna vertebral reposen en posición natural, totalmente horizontal.

De lo anterior se deriva que dormir en postura lateral sin almohada alguna, se considere una de las malas posturas para dormir. Esto se debe a que, al dormir en tal postura, la cabeza tenderá a buscar apoyo en el colchón, y lo encontrará únicamente torciendo el cuello y apoyando el cogote. De esta manera la columna queda en una posición totalmente incómoda, y ello de seguro afectará la calidad del descanso. Incluso puede que en la mañana la persona despierte con tortícolis, dolores de espalda, cefaleas y otros problemas que también pueden afectar el rendimiento diario.

Lo que siempre se aconseja en estos casos es usar una sola almohada alta y de firmeza media, que dé el sostén correcto a la cabeza y la mantenga más o menos a la misma distancia de los hombros con respecto a la superficie del colchón. Una variante mucho menos recomendable, o francamente desaconsejada, es usar varias almohadas en pila, de manera que entre todas creen la altura necesaria. Sin embargo, sería raro que durante el sueño la torre de almohadas no se desmontara, o que se desorganizara y creara todo tipo de incomodidades.

Por eso es que una sola almohada alta y de firmeza mediana se considera el sostén adecuado para dormir de lado. Sin embargo, no hay que exagerar con el tamaño de la almohada. Una almohada demasiado alta provocará el efecto contrario. La cabeza y la columna vertebral se torcerán hacia el lado opuesto, en especial si se asume la postura típica de colocar las manos juntas debajo de la mejilla. Esto, al mantener tensos los músculos y tendones del cuello, también puede provocar tortícolis, inflamaciones locales, problemas cervicales e incomodidad, todo lo cual impedirá el buen descanso.


Dormir boca arriba con demasiadas almohadas

Dormir boca arriba con demasiadas almohadas es una tendencia que hoy en día resulta más común de lo que parece. A veces no son demasiadas almohadas, sino solamente una más de la cantidad recomendada, o una sola almohada que resulta demasiado gruesa. Esto provoca que la cabeza quede ligeramente más levantada de lo necesario, con el mentón un poco cerca del pecho. Es algo que les ocurre a muchas personas, y que puede provocar que la respiración no sea la más adecuada, o puede generar ronquidos, o incluso ser causa de alguna apnea de sueño. De cualquier modo, esta postura ligeramente incorrecta puede impedir que disfrutemos de un sueño de calidad.

Otra cosa que ocurre con frecuencia es que muchas personas usan demasiadas almohadas al acostarse, ya sea con el objetivo noble de acomodarse para leer antes de dormir, o ya sea para plantarse frente a los ojos algún dispositivo móvil (cosa que no se recomienda antes de dormir). Esto no significa que las personas hayan tenido previsto dormir con tantas almohadas, sino que sólo buscaban confort para realizar cierta actividad antes de dormir. Pero, finalmente, como era de esperar, se quedan dormidos con todas esas almohadas en la nuca, y despiertan horas después debido a la incomodidad, o al día siguiente con tortícolis. Por eso lo mejor es de entrada usar la cantidad de almohadas recomendadas para dormir bien.

Otra de las circunstancias en que la persona puede acostarse a dormir boca arriba con demasiadas almohadas, es cuando se recomienda elevar la cabeza para dormir (por ejemplo, si se padece de reflujo gástrico). Pero como hemos reiterado, en esos casos lo mejor es elevar toda la cabecera de la cama y no sólo la cabeza mediante almohadas. La conclusión de esto es que dormir boca arriba con demasiadas almohadas no es recomendable en prácticamente ninguna circunstancia.


Dormir boca arriba 100% horizontal con reflujo gástrico

Cuando la persona padece de reflujo gástrico frecuente, no se recomienda que duerma boca arriba con el cuerpo totalmente horizontal. Normalmente se recomienda la posición lateral para este tipo de personas. Pero en caso de que no quede otro remedio que dormir boca arriba, se debe elevar toda la cabecera de la cama unos 15 cm (no es conveniente elevar sólo la cabeza con almohadas).

Dormir boca abajo con el cuerpo horizontal

Dormir boca abajo es una de las posturas para dormir que resultan más polémicas. Y decimos polémicas y no incorrectas, porque en este punto los especialistas no terminan de ponerse de acuerdo. Algunos no la recomiendan en absoluto y directamente la incluyen en su catálogo de posturas para dormir incorrectas. En cambio, otros la recomiendan con reparos, por ejemplo, como una solución para personas que padecen de ciertas enfermedades. Otros, los menos, la recomiendan como una de las típicas posturas para dormir de cualquier ser humano.

Los que no recomiendan esta postura para dormir, la desechan debido a que, al dormir boca abajo, la columna no queda del todo en posición natural, como consecuencia de que la cabeza no se acomoda bien en ninguna variante. Si colocas la cabeza mirando al colchón, la nariz se aplasta y la respiración se afecta. Si colocas la cabeza torcida hacia un lado (que es lo que más comúnmente hacen las personas que duermen en esta posición), el cuello queda virado y eso puede provocar tortícolis.


Algunos especialistas aseveran que, en cualquiera de sus variantes, la posición boca abajo puede provocar asfixias, además de que el cuerpo prácticamente se inmoviliza, porque le resulta difícil variar la posición. Otro de los inconvenientes de esta posición es el aumento de la curva lumbar, lo que puede provocar espasmos musculares y rigidez corporal.

Dormir boca abajo con los pies más elevados que la cabeza

A diferencia de dormir meramente boca abajo (que no siempre está definido si es una buena o una mala variante entre las posturas para dormir), dormir boca abajo con los pies más elevados que la cabeza es por unanimidad una de las posturas para dormir, de las que no se recomiendan. En todo caso, si se necesita elevar los pies para dormir debido a algún problema de salud, lo mejor es hacerlo desde una postura boca arriba. A esto hay que añadir que, para evitar contracciones de pantorrilla, lo mejor es evitar elevar los pies mediante almohadas, e intentar elevar el colchón en esa zona.

Boca arriba con una almohada dura bajo las pantorrillas: ¡Espasmos!

Tal vez ya has tenido experiencias con esto. Si estás durmiendo boca arriba y pones una almohada dura o firme, o algún otro cojín o accesorio relativamente duro justo debajo de la o las pantorrillas, es posible que te despiertes de repente con un espasmo muy doloroso en las pantorrillas, de esos que te tuercen hacia atrás el dedo pulgar del pie. Esto ocurre especialmente si has pasado muchas horas durmiendo en total relajación con la almohada o el accesorio debajo de las pantorrillas.


Otro factor de riesgo para que te despiertes repentinamente con uno de estos dolorosos espasmos, es haber realizado un largo viaje en un espacio estrecho que no te permitía estirar las piernas. Lo mismo ocurre luego de haber hecho excesivo ejercicio físico a lo largo del día, en especial si fue en algún horario nocturno, cerca del momento de dormir. Es por eso que este tipo de bruscos espasmos musculares eran frecuentes durante la madrugada en cuarteles de la mili y en lugares semejantes. El espasmo puede despertarte en medio de la madrugada (incluido algún que otro grito), o puede aparecer al despertarte en la mañana e intentar contraer normalmente los músculos de los pies para incorporarte o algo así.

Debido a este problema de los espasmos dolorosos y contracciones bruscas en las pantorrillas por haber tenido almohadas debajo de ellas, es que no siempre se recomienda usar almohadas, cojines o almohadones si se requiere dormir con los pies o las piernas más elevadas que el resto del cuerpo. Para estos casos, se recomienda mejor elevar la zona del colchón que corresponde a los pies, ya sea mediante una base ajustable o cualquier otro accesorio que se coloque entre el colchón y la base.

Posturas para dormir casi inconcebibles

Estas posturas para dormir casi inconcebibles que en breve veremos, son más fruto de una circunstancia inevitable que de la elección del durmiente. A veces parecen más bien posturas para dormir dentro de la ficción literaria o las leyendas, que cosas de la realidad. No obstante, de algunas de estas posturas para dormir casi inconcebibles podemos dar fe nosotros mismos, los autores de este escrito.


Dormir de pie (recostado o no)

Es extremadamente raro que alguien quiera o tenga que dormir de pie. Más bien este hecho se da en situaciones en que no se puede o no se debe dormir, y la persona tiene un cansancio extremo. Cierta vez, hace muchos años, vimos a un soldado raso involuntariamente dormirse de pie en un autobús y caerse al suelo. Por fortuna no se hizo daño. Cuando despertó, dijo a todos que había acabado de salir de una larga y solitaria guardia de madrugada. Y esa es precisamente una circunstancia en que las personas duermen de pie: el servicio militar (y nuevamente vuelve la vieja mili a este artículo, pues ya la mencionamos al referirnos más arriba a los espasmos musculares nocturnos).

Algunos soldados incluso aprenden a simular estar de pie mientras están de guardia en la madrugada solitaria, cuando lo que en verdad están es recostados ligeramente a algo y dormidos o dormitando. Y no siempre se caen al suelo cuando concilian el sueño y dormitan, que es lo que normalmente puede hacerse en una postura tan extremadamente incómoda como esa. Dormir de pie no aporta confort alguno, y además es peligroso. Al caerte dormido, es más difícil que los reflejos de protección se activen como es debido, y podrías hacerte daño.

Dormir sentado montando a caballo

En esto que ahora vamos a decir, en ocasiones es difícil distinguir entre la realidad y la leyenda. A veces se cuenta que hay personas capaces de dormir sentadas en su caballo, y la verdad es que no parece algo imposible de lograr. A fin de cuentas, normalmente el jinete se encuentra sentado en una montura cuyo diseño le obliga a mantenerse al centro, afirmado en los estribos y con las manos en las bridas. Con estas ventajas, no es imposible dormir sentado, en especial si el caballo no va en movimiento.

Lo que sí resulta un poco más difícil de creer es aquello de dormir montado sobre el caballo en movimiento. Se cuenta que ciertos vaqueros, hermanados durante muchos años con su caballo, cuando van de regreso al hogar, se duermen sobre el equino en movimiento y le confían el viaje de regreso a casa al animal. Se supone que el caballo conoce tan bien el camino, que lo hará por sí mismo ya sin necesitar las indicaciones del jinete. Dar fe de si esto es verdad o no, ya queda bajo el arbitrio del lector, a partir de su experiencia o de su creencia.

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