¡Todo sobre los ingredientes de mi colchón! - Blog Nubett

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Hoy en tu blog de Nubett queremos hablarte acerca de colchones y materiales. Es evidente que las características de un buen colchón dependen de si está fabricado o no con los mejores materiales. Hoy en día, en la fabricación de colchones se utilizan materiales como el látex, la espuma y la espuma viscoelástica. Sin embargo, sobre este tema se puede entrar en más detalles, y así hablar de los tipos de viscoelástica, de látex o de espuma. Si podemos saber de qué ingredientes se compone cada uno de los materiales mencionados, podremos comprender de qué modo ello afecta para bien o para mal al colchón.

Esto no necesariamente implica que un material de colchón sea mejor que otro, porque a fin de cuentas eso depende de lo que cada persona necesita para disfrutar de un buen descanso. Así que, para que puedas determinar cuál es el mejor colchón para ti, te mostraremos los ingredientes con que se fabrican los distintos tipos de colchones, y las variantes de colchones que crean los diversos ingredientes. Comencemos.

Los más vendidos o los más aptos para mi salud del descanso

Existen buenos criterios, y no sólo modas, que puedes tomar en cuenta en el momento de elegir el mejor colchón. Nunca debes dejarte guiar por las modas a la hora de adquirir el equipo de descanso, empezando por el colchón. Sin embargo, no todo lo que suena es moda. Los colchones viscoelásticos han dado tanto que hablar desde hace tiempo, porque realmente traen muchas ventajas a la salud y al sueño.

Desde que la espuma viscoelástica surgió por allá por los años 90 del siglo XX, ha sido uno de los mejores materiales que se hayan inventado jamás para descansar. Al inicio, los colchones de viscoelástica se consideraban ortopédicos, es decir, destinados a ser utilizados únicamente por personas con trastornos óseos, musculares y de otros tipos. Pero poco a poco ese material se fue imponiendo como base de descanso para las personas comunes y corrientes.

¿En qué radica el enorme atractivo que la gente encuentra en la espuma viscoelástica, sea en forma de colchones, de almohadas o de otros accesorios para el sueño o el descanso? Especialmente si se trata de un colchón de espumación viscoelástica, cuando llevas un breve tiempo acostado, el calor del cuerpo tiene curiosos efectos sobre el material del colchón:

·        El calor del cuerpo suaviza la espuma (sin quitarle la firmeza adecuada) y la amolda a la anatomía del cuerpo. Esto tiene la importante ventaja de aliviar los puntos de presión del colchón sobre el cuerpo, lo que determina un extraordinario confort al dormir.

·        A lo dicho en el punto anterior hay que sumarle el hecho de que la viscoelástica distribuye de manera uniforme el peso del cuerpo, y ello elimina las molestas presiones sobre órganos, huesos y músculos. Esto es especialmente útil para personas enfermas.

·        Por sólo añadir algo más, digamos que las personas que duermen juntas (parejas, matrimonios, etc.) ganan un notable confort con los colchones de viscoelástica. La causa de esto es que, a diferencia de lo que ocurre al dormir en colchones de muelles tradicionales, en los de viscoelástica los movimientos de una persona no despiertan a la que está durmiendo al lado.

Dicho esto, queda claro que un colchón de viscoelástica cumple con todas o con la mayoría de las características de un buen colchón. Sin embargo, hay que decir que no todos los colchones de viscoelástica son iguales, ni todos son aptos por igual para todas las personas. Desde hace tres décadas, los diseñadores y fabricantes de colchones han estado innovando para superar las pocas desventajas del material viscoelástico.

Veamos a continuación los tipos de colchones viscoelásticos que existen, a excepción del llamado colchón de gel viscoelástico (ya que a este le dedicaremos todo un acápite más adelante en este mismo artículo). Cada uno de estos tipos o variantes de colchón viscoelástico constituye un intento de superar los límites y mejorar aún más el producto.

Espuma viscoelástica con infusión de cobre y grafito

Algunas de las soluciones para mejorar las características de los colchones viscoelásticos se basan en transformar su diseño interno, mientras que otras soluciones se basan en combinar materiales o ingredientes. A veces a las capas viscoelásticas del colchón se les añaden capas de otros materiales, creándose así verdaderos colchones multicapas, cada una de ellas aportando una o varias cualidades distintas.

Por otra parte, a veces los aditivos se añaden a la mezcla viscoelástica durante la fabricación de los colchones. A este último caso pertenecen los llamados colchones de espuma viscoelástica con infusión de cobre y grafito. Es conocido que el cobre y el grafito, además de ser excepcionales conductores térmicos, tienen la curiosa característica de atraer el calor y disiparlo lejos de la fuente que lo produce. Esta cualidad no fue pasada por alto por los diseñadores y fabricantes de colchones, siempre a la caza de nuevas alternativas.

La cualidad de disipar el calor lejos de su fuente era exactamente lo que se necesitaba para superar la tendencia de la viscoelástica a ser relativamente cálida y poco transpirable. Se puede decir que tanto el grafito como el cobre funcionan como agentes refrigerantes de la viscoelástica. A esto se añaden algunas cualidades más:

·        El cobre aporta al material viscoelástico sus beneficiosas propiedades antibacterianas, antimicóticas, antiácaros, antivirales y antibacterianas. Esto resulta especialmente útil para personas con alergias, sobre todo a los ácaros. Además, el cobre actúa como un desodorante natural. Es capaz de absorber el mal olor y garantiza un descanso reparador.

·        El grafito es ignífugo, es decir, es un retardador natural del fuego. Esto es útil, práctico y seguro dentro de cualquier hogar, pero resulta especialmente provechoso en entornos donde haya algún tipo de riesgo de incendio. Normalmente en casos como esos lo tradicional era añadirle alguna sustancia retardadora del fuego al colchón, lo que implica cierta toxicidad. Todo esto se evita con los colchones viscoelásticos que incorporan grafito.

Espuma viscoelástica de celda abierta

El colchón de espuma viscoelástica de celda abierta (también denominado colchón “viscoelástico espumado”) surgió luego de que el tradicional colchón de espuma viscoelástica de celda cerrada demostrara ser un poco cálido para algunas personas. El colchón viscoelástico de celda cerrada (también denominado colchón “viscoelástico moldeado”) es el típico colchón firme que ha hecho célebre a este material.

Tomando en cuenta que las celdas cerradas son menos transpirables y provocan que aumente la temperatura dentro del colchón, se idearon las celdas abiertas, que a costas de reducir ínfimamente la firmeza, aportan mayor ventilación y frescura al colchón. Una notable ganancia de estos colchones es que aumenta su memoria, o sea, su capacidad para adaptarse a la anatomía del cuerpo durante el sueño.

Los colchones viscoelásticos de poro abierto, a diferencia de los de poro cerrado, se fabrican en moldes con la superficie superior abierta. En estos moldes se vierte la mezcla viscoelástica, y a continuación se le añaden agentes activadores que hacen que la mezcla crezca en toda su capacidad, sin límites. Posteriormente se le puede inyectar aire para maximizar el efecto de poros abiertos. Llegado el momento, el material resultante debe cortarse en forma de paneles para confeccionar los colchones.

Los colchones viscoelásticos de poros abiertos son más transpirables y más frescos. También tienen mayor capacidad de resiliencia, es decir, mayor poder de retornar a su forma original una vez que nos levantamos de ellos.

Espuma viscoelástica combinada con ingredientes vegetales

Es sabido que la espuma viscoelástica tradicional incluye derivados del petróleo. Sin embargo, últimamente el petróleo se ha estado reemplazando de manera parcial por aceites naturales y extractos de plantas. Esta práctica reciente ha sido la respuesta que la industria del colchón viscoelástico ha dado a personas que se sentían preocupadas al dormir en presencia de emanaciones petrolíferas procedentes de la viscoelástica (tanto de productos químicos como de los llamados compuestos orgánicos volátiles o COV).

Esta inquietud surge de que los colchones de material viscoelástico emitan olores semejantes a los que producen las habitaciones, coches o muebles recién pintados con esmaltes convencionales. Esto se supera en bastante medida cuando se reemplazan los derivados del petróleo por fluidos naturales. En general puede decirse que la viscoelástica combinada con extractos y aceites naturales es más fresca y bien ventilada, además de que resulta atóxica para las personas, porque emite pocos o ningún gas intoxicante.

Las sustancias que se utilizan son el aceite de soja, el té verde y otras. Al igual que vimos en un punto anterior con respecto al cobre, el té verde funciona como un desodorante natural cuando se le añade a la mezcla viscoelástica a modo de infusión.


Colchones híbridos: viscoelástica + látex + muelles ensacados

Como su nombre indica, los colchones híbridos combinan el material viscoelástico con el látex, para lograr un colchón perfecto, que reúna las buenas cualidades de ambos materiales. A veces se añaden también los muelles ensacados, con lo que se logra el equilibrio ideal. ¿Qué aporta al colchón cada uno de dichos materiales?

·        La viscoelástica aporta su extraordinaria resiliencia, además de su capacidad de “memorizar” las formas del cuerpo durante el descanso. A diferencia de los muelles tradicionales, la viscoelástica no comunica los movimientos de un lado a otro de la cama, con lo que las personas de sueño inquieto no despiertan a sus compañeros de colecho.

·        Hay distintos tipos de látex que se añade a los colchones híbridos: el látex Dunlop (100 % natural), el látex Talalay (látex natural + poliuretano), y el látex sintético (menos costoso pero más químico y propenso a ser tóxico). El látex en general aporta una alta firmeza y mayor transpirabilidad que la viscoelástica, de lo que se deriva un colchón más fresco. Además, aporta sus cualidades naturales antifúngicas, antiácaros, antimicóticas, y en general antimicrobianas. El látex es también un material de alta durabilidad (entre 15 y 25 años de vida útil), en especial si se trata de látex natural, no sintético.

·        Los muelles ensacados aportan básicamente una mayor capacidad de transpiración en el núcleo del colchón. De este modo la temperatura interna del colchón, y por tanto la del cuerpo de los durmientes, se mantiene siempre templada o fresca. Hay que aclarar que lo que se añade a los colchones híbridos suelen ser muelles ensacados, no tradicionales. Con esta técnica, como resultado de que el metal de los muelles no queda en contacto mutuo, se eliminan los típicos “quejidos metálicos” de los colchones de muelles tradicionales.


¿Los colchones de gel son cómodos y frescos?

La respuesta a la pregunta de este título es: Sí, los colchones de gel son cómodos y frescos. Pero lo importante ahora es que veamos en detalle por qué esto es así. Los colchones de gel han sido la respuesta más reciente de los fabricantes de colchones a uno de los problemas básicos que por lo general los usuarios han encontrado en los colchones de pura espuma viscoelástica o de látex. El llamado gel viscoelástico es muy reciente: se inventó apenas en 2010-2011.

La viscoelástica suele ser un material óptimo en la mayoría de los sentidos: ofrece la resistencia adecuada al cuerpo, se adapta ergonómicamente a la anatomía, reduce los puntos de presión, etc. Pero hay una característica de los colchones de viscoelástica que puede no ser la mejor para algunas personas: la densidad del material suele no ser altamente transpirable, y por lo tanto estos colchones tienden a ser un poco más cálidos y a transmitirle ese calor al cuerpo, lo que para algunas personas es sinónimo de incomodidad, o incluso de dormir mal.

Es cierto que el hecho de ser un poco más cálidos no necesariamente es una desventaja de los colchones viscoelásticos. Por ejemplo, en climas fríos o frescos, que el colchón sea tibio o cálido es una característica bastante deseable. Pero no ocurre lo mismo en climas templados o francamente cálidos, en que se prefiere un colchón más transpirable y fresco. En vistas a esto, algunos usuarios de latitudes cálidas estaban prefiriendo los colchones de muelles tradicionales, aunque tuvieran que renunciar a todas las ventajas de la espumación viscoelástica. El hecho de incorporar muelles en el núcleo, favorece la alta transpirabilidad y la temperatura siempre fresca.

Para superar este inconveniente de los colchones de material viscoelástico, es que se crearon los colchones con gel, es decir, con gel añadido a la viscoelástica. A este tipo de colchones se les añade una capa o almohadilla de gel, o bien se combina el gel con el material viscoelástico en un solo material, o se añaden perlas de gel, o se le inyecta gel al colchón en el núcleo, o algún método semejante. El resultado es que el gel absorbe o dispersa el calor corporal, y permite dormir con frescura sin tener que prescindir de las grandes ventajas del material viscoelástico.

El gel funciona de una manera muy curiosa cuando se combina con la viscoelástica en el colchón. Incorpora ingredientes que absorben y liberan el calor del colchón y del cuerpo, gracias a que cambian su estado de agregación de sólido a líquido o de líquido a sólido. Esto promueve un descanso cómodo y fresco.

El añadido de gel, un procedimiento altamente técnico, puede aumentar el precio del colchón, y eso es un inconveniente para algunas personas. En estos casos, como ni siquiera se sabe si los efectos del gel van a resultarle gratos al usuario, se recomienda empezar comprando un cubrecama de gel, que sirva como experiencia previa. Si la sensación del cubrecama de gel es satisfactoria y fresca, la persona ya puede considerar con seguridad la inversión en un colchón de viscoelástica con gel.

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